El sector cripto venezolano se enfrenta a una pausa de ocho meses desde la intervención de la Superintendencia de Criptoactivos. La medida, surgida tras una sospecha de corrupción en Petróleos de Venezuela, se extendió hasta marzo del próximo año, paralizando parte de un mercado que movió US$37.00 millones en 2022, según Chainalysis.
La junta reestructuradora liderada por Anabel Pereira Fernández suspendió transacciones a través de cuentas bancarias de casas de exchange con licencia en Venezuela, una medida preventiva aún sin resolución. Mientras tanto, las empresas del sector esperan una luz al final del túnel para retomar sus operaciones.
La prohibición de desbloquear las cuentas nacionales ha paralizado la actividad en el sistema financiero venezolano, por lo que muchas de las casas de intercambio han tenido que anunciar el cierre. Los desarrolladores cripto, empresas, P2P y mineros han estado interesados en retomar las operaciones luego de haber atravesado un proceso de inventariado durante los primeros seis meses de la intervención, presentando los requisitos solicitados para las licencias.
Ante la falta de avances, un grupo de representantes de las compañías de exchange afectadas se dispuso a crear una asociación en búsqueda de una aproximación con las autoridades.
“Las criptomonedas son una herramienta de pago alternativa. Es una forma de que las personas puedan preservar valor. En Venezuela, entre todos los exchange activos se ha efectuado una inversión de tecnología de alrededor de US$20 millones. Hay un mercado captivo que se ha visto restringido, hay un número de personas que con bolívares adquirían criptomonedas y ahora no lo pueden hacer”, explica Eleazar Colmenares, CEO de Cryptobuyer Venezuela y presidente de la Asociación Nacional de Casas de Intercambio de Criptomonedas y Actividades Afines, en conversación con Bloomberg Línea.
Desde la Sunacrip no se ha emitido comunicación relacionada con los avances durante los últimos meses. Las redes sociales se encuentran inactivas desde marzo. Del edificio donde funcionaban las oficinas de la institución fue retirada la marquesina que la identificaba un par de meses atrás, y se instaló en su lugar un cartel con el título “Servicio de Bienes Recuperados”. Actualmente, el edificio ubicado en el centro de Caracas ha sido identificado como “Torre Esequibo”.
La criptoindustria venezolana está casi moribunda, señalan fuentes cercanas a la anterior directiva de la Sunacrip, que estuvo presidida por Joselit Ramírez, detenido luego de ser acusado en una investigación por hechos de corrupción con Pdvsa, que arrastró consigo la renuncia del entonces ministro de petróleo, Tareck El Aissami. Las personas dijeron a BBL que pese a que las transacciones con exchange internacionales se mantienen, así como las operaciones cripto a cripto, estas no representan un beneficio para el sector comercio venezolano que también espera hacer sus cambios.
Grandes cadenas de tiendas por departamento en el país han suspendido también el uso del petro como método de pago. En junio de este año, personas familiarizadas con las propuestas de la junta interventora de la Sunacrip, aseguraron a Bloomberg Línea que la eliminación de la criptomoneda venezolana sancionada por Estados Unidos era una decisión ya tomada, para la que se aplicaría una inobservancia.
El petro, creado en 2018, es utilizado como un monto referencial para pagos de servicios públicos y tramitaciones legales en el país. El último ajuste del salario mínimo en 2022 que había estado sujeto al valor del medio petro mostraba las intenciones de la administración de Nicolás Maduro por mantenerlo vigente. Este 2023, sin embargo, se descartó la referencia del aumento de bonificaciones y cestaticket a la criptomoneda, y se utilizó en su lugar la divisa como indexación.
Desintegrar o reformar la Sunacrip, según las fuentes consultadas, tampoco es una tarea sencilla. La Superintendencia de Criptoactivos así como su marco legal fueron aprobadas por la Asamblea Nacional Constituyente (una alternativa a la Asamblea Nacional del país entre 2017-2020), que asumió facultades pleniponteciarias, lo que complica las desiciones contrarias a lo desarrollado entonces.
En medio de las irregularidades en el ecosistema cripto del país, Venezuela aún se mantiene con la mayor actividad de criptomonedas a través de intercambios centralizados de América Latina, según revelan los datos de la firma de análisis blockchain, Chainalysis. El volumen de operaciones en la región también lo posiciona en el quinto lugar.
El economista Aaron Olmos, CEO de Olmos Group y experto en criptomonedas, explica que a pesar de que la orden ha lesionado al mercado nacional, el resto de las operaciones se mantiene y ello ha evitado una disminución significativa en las transacciones.
“Las otras billeteras no se han detenido, se paralizaron los exchange que tenían licencia, los que originalmente eran diez, luego cinco y bajaron a cuatro. El resto de las operaciones se ha mantenido″, apunta al ser consultado por BBL. Aún así, sí es notoria la pérdida de movimiento del sector.
“Aunque no vemos como antes estos emprendimientos y representantes de proyectos cripto en Venezuela, que llegaban a manos llenas, no quiere decir que el mercado cripto esté muerto, pero si es verdad que no se le siente el mismo vigor y fuerza de antes, y en definitiva tiene qué ver con que el venezolano asumió que algo grave pasó allí, y aún no sabemos quienes son realmente los responsables”, agrega Olmos.
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