Desde septiembre el gobierno de Nicolás Maduro ha desplegado nuevamente en las principales cárceles el país la llamada Operación Guaicaipuro que, de acuerdo con organizaciones no gubernamentales, han estado llenas de irregularidades, falta de detalles y preguntas sobre el supuesto éxito de estas intervenciones.
Las decisiones anunciadas por el Ministerio del Interior y de Justicia han sido recibidas con cierta sorpresa e incredulidad en la opinión nacional, debido a que se conoce por los medios sobre la fuga de los pranes, como se conocen en el país a los criminales que tienen el poder y el control en las cárceles.
De hecho, la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) ha denunciado y asegurado que las intervenciones son conversadas con los principales pranes de los penales. Situación que el ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Remigio Ceballos, niega hasta la fecha, a pesar de confirmar, por ejemplo, la fuga de Héctor Guerrero, alias ‘El Niño Guerrero’.
Hasta el momento se desconoce del paradero de este y otros líderes. La cartera de Interior y otras instituciones del Estado informó a finales de septiembre, a través de las redes sociales, de la búsqueda del «Niño Guerrero», por quien ofrecen una recompensa, cuyo monto no han especificado de momento.
La OVP aseguró que los cabecillas del Tren de Aragua habían negociado con el gobierno de Maduro su salida del penal y habían emigrado al extranjero una semana antes de que más de 11.000 efectivos militares y policiales ocuparan Tocorón, la primera del Operativo Guaicaipuro: hasta el momento son seis cárceles tomadas.
Fuga de pranes
De la otra intervención, realizada en Tocuyito, horas antes de que se supiera sobre el despliegue en la cárcel, el pran Néstor Richardi Sequera Campos, alias ‘Richardi’, ya había publicado un par de estados en los que se despedía de sus seguidores. Es decir, desde el 25 de octubre también se desconoce de su ubicación.
En ninguno de estos megaoperativos han podido detener a los cabecillas de las megabandas que operaban en las prisiones Tocorón, Tocuyito, La Pica, Vista Hermosa, Puente Ayala y el Internado Judicial de Trujillo.
De la toma de Puente Ayala se conoció, por la Organización No Gubernamental Una Ventana a la Libertad (UVL), que la misma tomó cuatro días. Familiares explicaron que desde la tarde del jueves 26 de octubre, los presos y el pran Yunior Yagüez, alias “Pata ‘e Queso”, negociaban la entrega de armas con los cuerpos de seguridad. Las personas, que no se identifican por seguridad, presumen que parte del acuerdo era permitir la salida del pran.
Sobre Vista Hermosa, en Ciudad Bolívar, el OVP destacó que otra vez se negoció con las tres personas que mantenían el liderazgo del penal: Wilkins Rafael Romero Maluenga, alias “Wilkins”; Giovannny Alejandro Navas Ochoa, alias “Pan”; y Edison González, alias “Chichi”.
Los familiares consultados por el OVP, y que pidieron resguardar su identidad, también aseguraron que estos pranes se fueron de la cárcel una vez que dieron la información de la intervención que se realizó el el lunes 6 de noviembre.
El Internado Judicial de Trujillo fue la sexta cárcel intervenida por militares y funcionarios policiales. Remigio Ceballos no ofreció detalles sobre Álvaro Montilla, alias “el Loro”, pran de ese centro ni de su mano derecha, alias “el Ñoco”. Solo resaltó que ya el 80 % de las cárceles han sido intervenidas.
Ahora, las autoridades venezolanos insisten en que jamás volverán a hacerse presentes las estructuras criminales en Venezuela ni en sus cárceles, que –sostiene- van hacia un «proceso de renovación».
La ONG OVP exhortó al gobierno a que investigue para responsabilizar a los pranes por todos los delitos cometidos dentro de la cárcel, y no suceda como con El Niño Guerrero y otros delincuentes, quien ya tiene más de un mes en fuga tras negociar la entrega de las cárceles.
NotiVeraz