El pasado 17 de marzo el régimen de Maduro firmó un contrato para entregarle cinco millones de barriles de petróleo crudo a una empresa mexicana a cambio de una cantidad de litros de gasolina que se decidirá a futuro.
Tan grave es la escasez de combustible en Venezuela que el régimen de Nicolás Maduro firmó el 17 de marzo un contrato para entregarle cinco millones de barriles de petróleo crudo a una empresa mexicana a cambio de una cantidad de litros de gasolina que se decidirá a futuro.
Según un contrato al que ha tenido acceso ABC, la empresa mexicana Jomadi, desconocida en el sector y de la que apenas hay registros, recibirá esos cinco millones de barriles de petróleo entre el 25 de marzo y el 25 de julio en puertos de Turquía.
Tras aprobar varias rondas de sanciones contra la petrolera estatal del régimen venezolano, Pdvsa, desde finales del año pasado el Gobierno de EE.UU. ha presionado a las últimas empresas energéticas internacionales que todavía canjeaban combustible ya refinado por crudo venezolano para que dejaran de hacerlo.
Según ha sabido ABC, a al menos dos de esas empresas se las advirtió de sanciones secundarias, las que se dirigen contra personas o empresas extranjeras si entablan relación comercial con aquellos que han sido sancionados, como es el caso del régimen venezolano.
De aquellas empresas internacionales a las que advirtió EE.UU., la rusa Rosneft se ha retirado completamente del mercado venezolano después de que dos de sus filiales hayan sido sancionadas por el Tesoro estadounidense. La italiana Eni envió en marzo dos cargamentos de diésel a Venezuela y la española Repsol, uno. En principio, EE.UU. había tolerado esos canjes porque se enmarcan dentro del programa de pago de deuda del régimen. Pero la Administración Trump ha advertido a esas compañías, además de a la india Reliance, de que deben cortar totalmente el suministro de combustibles al régimen.
La compañía mexicana
La empresa mexicana que ahora toma su lugar es Grupo Jomadi Logistics & Cargo S.A. de C.V., de la que apenas hay entradas en los registros internacionales de transacciones petrolíferas. Fue fundada en 2012, y la dirige José Refugio Ruiz. Su sede social está en Guadalajara, en el estado de Jalisco. En 2016 recibió el Gobierno mexicano el permiso oficial de comercializacion de petroliferos.
En 2018 declaró haber importado al menos mil millones de litros de turbosina, combustible de aviación destilado del proceso de refinación del petróleo crudo, y 18 millones de gasolina de diverso octanaje. Entre 2017 y 2018 declaró haber importado nueve millones de litros de diésel, según registros oficiales mexicanos.
Según Carlos Vecchio, embajador de Venezuela a EE.UU. y veterano opositor al régimen chavista, «como se ve, ya surgen los ‹enchufados› de la gasolina, más corrupción, más sufrimiento para la gente, más pérdidas para el estado, y un magnífico negocio para otros.
Nada de esto tiene como fin resolver el problema de fondo sino seguir saqueando el país. Es insólito que un país con las mayores reservas de petróleo del mundo, con cinco refinerías dentro el país, que antes de la llegada de Hugo Chávez al poder producía todo el combustible que consumía su mercado interno, se haya quedado sin gasolina».
El régimen de Maduro padece una grave carencia de combustibles refinados, a pesar de que controla el país con las mayores reservas de crudo del mundo.
Las sanciones le impiden importar los materiales necesarios para el proceso de refinamiento, tras el cual producía conbustibles para su mercado nacional y para exportar. Varias refinerías, como Paraguaná y El Palito, están cerradas. En teoría el régimen dispone de las instalaciones necesarias para poder refinar 1,3 millones de barriles diarios de crudo, pero sólo logra refinar algo más de 100.000 por jornada.
Sin diésel, Venezuela carece de combustible para generadores y para el transporte de mercancías, incluidos alimentos. También hay carestía de gasolina, que sirve para el transporte personal.
Según otro recibo al que ha tenido acceso ABC, Jomadi adquirió en febrero 114.000 litros de químicos líquidos para la destilación y mezcla de la gasolina a la empresa estadounidense Murex LLC, con sede en Tejas. ABC contactó con Ruiz, el director de Jomadi, para pedirle detalles del origen de la gasolina que entrega a Maduro, pero este no respondió.
El origen de la gasolina
Fuentes del sector privado petrolero en EE.UU. consultadas por ABC explican que la gran duda es de dónde obtiene Jomadi la gasolina de 95 octanos que se compromete a descargar en buques cisterna del régimen en aguas venezolanas.
«No es un cargamento menor el que se deberá entregar por cinco millones de barriles, por muy barato que el régimen de Maduro ofrezca el petróleo», dicen esas fuentes. «Tan grandes cantidades deben ser declaradas al gobierno mexicano, que debe tener constancia de su procedencia», añaden esas fuentes.
ABC reveló la semana pasada que el Gobierno de Donald Trump investiga un reciente acuerdo entre otras dos empresas mexicanas, Libre Abordo y Schlager, con Pdvsa por si le está sirviendo a Maduro para sortear el duro régimen de sanciones aprobado el año pasado.
En virtud de ese acuerdo alcanzado a finales del año pasado, esas dos compañías, sin apenas experiencia en el sector petrolífero, van a adquirir un total de 15 millones de toneladas de crudo de Pdvsa a cambio de 210.000 toneladas de maíz y 1.000 tanques de agua potable.
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