Gregory Saúl Bermúdez, el joven venezolano que cayó en La Bestia y perdió sus piernas, una red de trenes utilizadas por migrantes en México para llegar a la frontera con Estados Unidos, aseguró que Dios escuchó sus súplicas y no lo dejó morir para que pudiera ver y estar nuevamente con sus hijos.
“Yo me considero una persona tranquila, no venía inventando como otros compañeros que saltando de tren en tren”, dijo el migrante en una entrevista a CNN, en la que además detalló que el accidente ocurrió luego de que se bajó de uno de los vagones a comprar comida y regresar corriendo porque, inesperadamente, en aparato se puso en movimiento.
«Yo logré salir corriendo y lancé la comida. Todo fue muy rápido. Traté de sujetarme a los últimos vagones y cuando me arreguindo en la escalera no pude sostenerme y me caí en las vías. En ese momento veo que me pasan las ruedas por encima y lo único que pude hacer fue jalarme las piernas”, añadió según citó Versión Final.
El joven contó que puso en su pecho una Biblia que su mamá le había entregado al salir de Venezuela. “Si es mi momento de morir pido perdón por el mal que haya hecho”, expresó en ese momento y después se desmayó.
Personas que viven cerca del sitio en donde ocurrió el accidente, en la colonia Antigua Aceitera de Zaragoza, lo socorrieron y pudo recibir atención médica. Lo trasladaron de emergencia al Hospital General de Torreón, donde le amputaron la pierna izquierda y casi un mes después le amputaron la pierna derecha.
«No me impresioné. Miré y vi la biblia en una mesita. Sentí agradecimiento de que, a pesar de todo, Diosito me escuchó y no me dejó morir. Tenía la oportunidad de ver a mis hijos de nuevo», manifestó.
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