El presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), fue incluido en la lista de recompensas de EE.UU. La Casa Blanca ofrece dinero por quien dé información para detenerlo
Moreno en su balance de gestión de este 2020 dijo que el TSJ impedirá que atenten contra el gobierno de Nicolás Maduro
El nombre de Maikel Moreno, es otro de los funcionarios que encabeza la lista presentada este 26 de marzo por el Departamento de Estado norteamericano, acusados de narcoterrorismo.
No es la primera vez que Moreno es señalado por el Gobierno de los EE.UU a quien también la oposición venezolana acusa de favorecer los intereses del gobernante Nicolás Maduro en el máximo tribunal.
Aunque su nombre se ha hecho más relevante desde que tomó las riendas del TSJ, su carrera no comenzó en los juzgados, sino en la antigua Disip. El ahora presidente del Poder Judicial era, en el pasado, un funcionario del cuerpo de seguridad, conocido ahora como Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin)
Sus vínculos con el sistema judicial no han sido solo como juez, sino también como acusado. Sobre su carrera pesan dos denuncias de homicidio; una corresponde al año 1987 y otra al año 1989.
Según el expediente 552755 Moreno fue acusado de participar en el asesinato de Rubén Gil Márquez, mientras que en el 87 fue relacionado con el asesinato de un hombre en Anzoátegui. Por los dos casos recibió beneficios procesales que lo libraron de pasar largas temporadas en la cárcel.
Su carrera en el sistema judicial venezolano comenzó en 1990. Se formó como abogado en la Universidad Santa María de donde egresó en el año 1995.
Aunque en su trayectoria también destaca haber sido uno de los escoltas del expresidente de la República, Carlos Andres Pérez, una de las figuras más críticas de Hugo Chávez y a quien este último intento derrocar del poder en 1992, eso no fue obstáculo para que Moreno se acercara al chavismo.
Dentro de sus decisiones más polémicas destacan la privativa de libertad dictada al excomisario Iván Simonovis, y el haber asumido la defensa de Richard Peñalver, quien pasó a la historia como el pistolero de Puente Llaguno en abril de 2002.
Moreno también llevó el caso de la senadora Haydeé Castillo y su pareja. Ambos fueron acusados de tener explosivos C4. El hijo de estos murió en un enfrentamiento en Caracas, en medio de vinculaciones con el asesinato del fiscal Danilo Anderson.
La carrera de Moreno en el sistema de justicia venezolano tuvo una interrupción en el año 2007. Una comisión de reestructuración judicial lo destituyó como juez argumentando que aceptó sobornos en el caso de asesinato de la abogada Consuelo Ramírez Brandt, según reseña el Nuevo Herald.
Sin embargo, esta medida no alejó al polémico abogado de los círculos de influencia de Maduro. Mientras estuvo elejado del Poder Judicial ejercició como diplomático en la embajada de Venezuela en Roma, asesoró en materia constitucional a la Asamblea Nacional y pese a sus dos denuncias de homicidio y su destitución es nombrado en 2017 por Nicolás Maduro como presidente del Tribunal Supremo de Justicia.
Durante el balance de gestión que presentó este 2020 tras un año más al frente del Poder Judicial, el propio Maikel Moreno aseguró que mientras esté frente al TSJ será un muro de contención para evitar que la oposición atente contra la gestión del gobernante Nicolás Maduro.
Aunque se dice leal al oficialismo, el propio asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo en abril de 2019 que negociaron con Moreno y Vladimir Padrino López la salida del poder de Nicolás Maduro.
El máximo representante del Poder Judicial venezolano no solo aparece en la lista de recompensas de los Estados Unidos, también ha sido sancionado por el Departamento del Tesoro por favorecer la permanencia de Maduro en el poder.
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