El sábado 3 de junio las autoridades informaron sobre el hallazgo de otros siete cadáveres dentro de una mina en El Callao, estado Bolívar, luego de que esta se derrumbara e inundara el pasado 1 de junio como consecuencia de las lluvias.
El secretario de seguridad de la gobernación del estado Bolívar, el general Edgar Colina Reyes, informó que las autoridades encontraron los cuerpos en la mina Isidora, ubicada en el municipio El Callao.
Lo que se sabe, es que el pasado miércoles cayó un torrencial aguacero en El Callao. Como consecuencia hubo zonas inundadas por desborde de ríos y derrumbes en las minas conocidas como la Talavera e Isidora. La primera estaba clausurada.
En la mina Isidora se encontraban 120 personas que resultaron atrapadas, aunque versiones indicaron que la mayoría logró salir del lugar con vida. Las minas están adscritas a la Corporación Venezolana de Minería (CVM), de acuerdo a la información suministrada por medios digitales venezolanos como Efecto Cocuyo.
De acuerdo al diario Tal Cual, solamente hasta mediados de 2020, al menos 13 mineros habían muerto sepultados en derrumbes en minas ilegales durante la extracción aurífera al sur del estado Bolívar.
Organizaciones no gubernamentales como Transparencia Venezuela vienen denunciando en los últimos años la minería ilegal que se ejerce en el estado Bolívar, producto de la crisis económica y la corrupción en el Plan Arco Minero del Orinoco que «avaló la minería en 111.843 kilómetros cuadrados del estado Bolívar, en una superficie que representa 12% del territorio nacional, de una zona ecológica protegida, con presencia de más de 190 comunidades indígenas».
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