El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) publicó este jueves su lista anual sobre las crisis humanitarias más desatendidas del mundo, donde Venezuela figura entre los cinco países.
Burkina Faso lidera el ranking seguida por República Democrática del Congo, Colombia, Sudán, Venezuela, Burundi, Camerún, Malí, El Salvador y Etiopía.
«La poderosa respuesta al sufrimiento infligido por la guerra en Ucrania demostró lo que el mundo puede ofrecer a las personas necesitadas», declaró en un comunicado Jan Egeland, secretario general del NRC.
«La acción política en favor de los ucranianos ha sido impactante y rápida, las fronteras se han mantenido abiertas, la financiación ha sido abundante y la cobertura mediática ha sido amplia. Los gobernantes deben mostrar la misma humanidad hacia las personas afectadas por crisis en lugares como Burkina Faso y la República Democrática del Congo (RDC, segundo país en la lista)», agregó.
En el caso de Colombia, los desplazados por el conflicto interno y la migración venezolana «pone en evidencia el incremento de las necesidades humanitarias», alertó Giovanni Rizzo, director de NRC en Colombia.
«Esta desatención no es inevitable, es una elección. En el país hay 7,7 millones de personas con necesidades humanitarias y es muy preocupante que los donantes internacionales solo financien un poco más de un tercio de los fondos necesarios para cubrir las necesidades más básicas de la población», agregó Rizzo en un comunicado difundido este jueves.
Asimismo, el informe también puso de manifiesto la «escasa cobertura mediática sobre asuntos relacionados con el desplazamiento en Colombia».
En 2022, el número de personas desplazadas asociadas con el conflicto y la violencia en Colombia fue uno de los más altos en más de una década: a finales de 2022 había 4,8 millones de personas en situación de desplazamiento como consecuencia del conflicto y la violencia, mientras que casi seis millones de personas siguen viviendo bajo la influencia de actores armados no estatales.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la financiación total del plan de respuesta humanitaria de Colombia fue de 108 millones de dólares en 2022, de los 282 millones de dólares solicitados, lo que hace que la respuesta solo esté financiada en un 38 %.
La lista anual de las crisis de desplazamiento más desatendidas que elabora NRC se basa en tres criterios: financiación humanitaria inadecuada, falta de atención mediática y ausencia de iniciativas políticas y diplomáticas internacionales.