Miles de viejitos están en las puertas de los Bancos esperando a ver si pueden sacar su dinerito que le ha sido confiscado por el régimen de Maduro al decretar el cierre de las entidades financieras por el coronavirus.
El primer día de la cuarentena decretada por el gobierno de Nicolás Maduro para contrarrestar la pandemia COVID-19, alcanzó a siete estados de Venezuela y se impuso la suspensión, en oficinas comerciales de todo el país, de servicios a los clientes de la banca pública y privada.
Otros servicios básicos como la transportación pública, el suministro de alimentos y de medicinas estuvieron parcialmente activos. En Caracas, la preocupación se centró en cómo hacerse de tapabocas, productos de limpieza o de higiene personal, y de dinero en efectivo.
Si bien es cierto que la economía nacional está dolarizada en casi 65% hay quien requiere bolívares en efectivo para pagar la transportación pública y alimentos.
En un recorrido hecho por Infobae en varios puntos de Caracas se evidenció que a muchos tomó por sorpresa el hecho de que no haya trabajo en las oficinas de los 29 bancos venezolanos.
A las puertas de la sede principal del Banco de Venezuela, el principal banco del país-manejado por el gobierno desde 2006- un grupo de usuarios intentaba buscar dinero en efectivo, en varios cajeros automáticos habilitados.
La Policía Nacional Bolivariana exigía orden en las filas y el mantenimiento de una distancia prudencial entre los clientes ávidos de efectivo.
Luisa F, empleada del ministerio de Educación, dijo a Infobae que “es injusto que nos cierren los bancos y se nos pida que usemos tapabocas para poder acceder a cajeros automáticos. En la calle están vendiendo a las mascarillas a Bs. 80.000 o a un dólar.
¿De dónde saco plata si el cajero si acaso me da Bs. 20.000 con suerte? En las oficinas podría retirar Bs. 50.000 por día. Yo tengo que pagar el bus que me lleve a mi casa porque en el Metro de Caracas no me monto. Está muy sucio y puedo contagiarme del coronavirus rapidito”.
Otro usuario, adulto mayor, dijo a este medio digital que le preocupaba que el pago de su pensión, que se efectuaría el jueves, “se hiciera de 20.000 en 20.000. yo cobro 250.000. No tengo ni tiempo ni ganas de hacer colas para que me den esa miseria, lo lógico es que se abran los bancos y que nos den antibacteriales, alcohol o mascarillas a los más viejos que somos los que nos vamos a enfermar con este virus tan horrible si esto sigue como va”.
En otros bancos también hubo largas filas de clientes quienes buscaban billetes de Bs. 10.000 o 20.000.
Unos metros más abajo del Banco de Venezuela, Infobae entró a una farmacia. Su gerente, Jorge Muñoz, expresó que “espero que no se saturen las plataformas informáticas de los métodos de pago de los bancos ya que la Superintendencia recomendó a la gente usar el pago móvil por internet o los puntos de venta ante la falta de efectivo”.
Añadió que “es verdad que hay pocos billetes, pero en estos momentos la gente se desespera y usa con más frecuencia a la banca electrónica. Si hay un colapso no tendremos ni billetes ni pagos en puntos de venta o en transferencias, eso me preocupa”.
En entrevista con Infobae, el economista Luis Arturo Bárcenas considero que “el uso de cajeros automáticos (ATM) está prácticamente descartado como alternativa al cierre de agencias bancarias.
En primer lugar, la dotación actual de estos dispositivos ha decaído considerablemente, conforme la hiperinflación ha limitado el alcance del efectivo como medio de pago y ha elevado la carga operativa de los bancos concentrada en gastos de personal y mantención de servicios y sistemas”.
Bárcenas dijo que según cifras del Banco Central de Venezuela solo existía un cajero automático por cada 3.000 habitantes. “Incluso, al terminar 2017 previo al inicio de la hiperinflación existían al menos uno para cada 2.000 venezolanos”.
Añadió que “la generación de piezas y billetes sigue siendo insuficiente para el contexto hiperinflacionario local, no solo en calidad, sino en cantidad, además de los efectos que la dolarización transaccional ha generado sobre el interés del venezolano por mantener bolívares en efectivo”.
– ¿Cuántos bolívares hay en circulación en este momento en Venezuela?
-Al mes de febrero, el efectivo en circulación no superaba el 7,5% del total de dinero en circulación. Al mismo tiempo, menos del 5% de las piezas existentes al mismo mes se concentraban en los tres billetes de más alta denominación (Bs.10.000, 20.000 y 50.000), siendo estos los preferidos por negocios y prestadores de servicios que aún reciben efectivo, como las ventas de gasolina.
– ¿Qué importancia tiene para los clientes de la banca las visitas a las agencias?
-La baja dotación de billetes, así como la falta de adecuación de los cajeros automáticos al nuevo cono monetario y al manejo de un mayor volumen de billetes, hacen que la mayor oferta de efectivo de los bancos se concentre precisamente en operaciones por taquillas bancarias, actualmente vetadas. Según el portal web de los bancos locales, ninguna entidad de Venezuela ofrece al menos USD 1,00 mediante retiros por ATM.
– ¿Qué opción tienen, entonces, los venezolanos en esta cuarentena para obtener efectivo?
– Frente a ello, solo resta el pago en comercios mediante puntos de ventas (POS), siendo éste el más común: el propio BCV indica que, al cierre de 2019, existían casi 25 puntos de ventas por cada 1.000 habitante (más que los 19 por cada mil habitantes en 2018), y fue empleado en 62% de las transacciones registrada en ese lapso (en contraste con el 2% realizadas exclusivamente en oficinas bancarias).
Los pagos del tipo P2P, P2C (telefonía móvil), constituyen otra alternativa, aunque solo abarcaban el 7% de las operaciones y no todos los comercios disponen de ellos como medio de pago tradicional. Tales datos no solo indican la relevancia de estos medios de pagos para los venezolanos, sino la vulnerabilidad del comercio local frente a un colapso de los servicios de internet o electricidad.
Finalmente, el economista Bárcenas informó que “en el caso de que la cuarentena se recrudezca, la única alternativa de los venezolanos se concentrará en las plataformas web, 17% de las operaciones al cierre de 2019. No obstante, al igual que el POS y los pagos por telefonía, la dependencia al estado de los servicios públicos es total”.
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