Nicolás Maduro tuvo que reconocer que uno de sus hombres de confianza, el hasta ese momento ministro del Petróleo Tareck El Aissami, había renunciado en medio de un escándalo de corrupción.
Lo poco que se sabe hasta ahora es que se habrían desviado cerca de 3.000 millones de dólares de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). El dinero provenía de operaciones de venta de crudo que se hacen a través de criptomonedas para evadir las sanciones de Estados Unidos contra el régimen.
Cuatro líneas de negocios
Ya van 19 capturados, todos cercanos a El Aissami, incluido el diputado Hugbel Roa; el presidente del Circuito Judicial Penal de Caracas, Cristóbal Cornieles, y alcalde de Santos Michelena del estado Aragua, Pedro Hernández.
Fuentes enteradas dijeron que tanto la Comisión Especial Anticorrupción Venezolana como Estados Unidos le siguen el rastro al dinero del desfalco en varios países, incluidos Turquía y Líbano, por donde El Aissami se movía con facilidad por su origen.
De hecho, desde hace un par de años se le investiga por facilitar la entrega de pasaportes venezolanos a ciudadanos del Medio Oriente.
Pero en la lista de países también está Colombia. Se está tras la pista de firmas, algunas afincadas en zona de frontera, que habrían terminado beneficiadas con el desvío de recursos. Se habla de cuatro líneas de negocios, una vinculada a distribución de combustible.
¿EE. UU. preguntó por el gas?
Este diario también estableció que el gobierno Biden hace averiguaciones sobre el proyecto de venta de gas de Venezuela a Colombia —impulsado por el gobierno Petro— en donde los articuladores son PDVSA y el ahora golpeado Ministerio del Petróleo.
EL TIEMPO le preguntó al embajador de Colombia en Caracas, Armando Benedetti, si en su reunión del pasado lunes en Washington le preguntaron por el tema.
A través de una vocera hizo saber: “Fueron conversaciones confidenciales”.
Además que ha estado al margen del caso que llevó a la renuncia de El Aissami: “Ni siquiera estaba en Caracas”.
Pero no se obtuvo respuesta cuando se preguntó si el convenio de exportación de gas a Colombia se frena por la investigación. Pero la firma colombiana vinculada al proyecto sí habló.
Es Energy Transitions S. A. S ESP., donde figura como representante Alejandro Navas Ramírez, hijo del general (r.) del Ejército Alejandro Navas. Aunque es un convenio confidencial, se sabe que la firma venezolana Prodata Energy suministraría el gas a través de Energy Transitions.
El visto bueno del ‘Tío Sam’
“El permiso de exportación continúa vigente y válido”, señaló un vocero de la firma.
Y agregó que “las empresas involucradas en el proyecto están a la espera de una respuesta por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos para proceder con la implementación del mismo y la materialización de las inversiones para llevar a buen término la iniciativa que tiene asociados grandes beneficios para ambos países”.
Esto significa que, además de la continuidad de la empresa Monómeros (la gigante de los fertilizantes), el otro negocio con Venezuela que depende de Estados Unidos es el de la importación de gas.
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