Nicolás Maduro denunció este martes 14 de marzo la «politización» de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en relación con la diáspora venezolana, y rechazó un nuevo llamado hecho por estos organismos para captar donaciones.
Por medio de un comunicado, el chavismo rechazó las nuevas acciones emprendidas para solicitar más ayudas para los venezolanos, en alusión a la conferencia solidaria con estos colectivos que se celebrará esta semana en Bruselas.
Se afirmó en la comunicación de Miraflores que la conferencia es «convocada con el objeto de rebuscar ingentes cantidades de dinero» y señalaron que es «percibida como un espectáculo que solo sirve a los intereses mercantiles de algunos de sus participantes».
De acuerdo a lo reseñado por la agencia de noticias EFE, las agencias de Naciones Unidas recordaron que en los últimos años casi 7,2 millones de venezolanos dejaron su país debido a la crisis y de ellos unos seis millones son acogidos en naciones de Latinoamérica y el Caribe.
El colectivo «sigue sufriendo a la hora de cubrir sus necesidades más básicas, incluidas alimentación, cuidado sanitario, educación y vivienda», destacaron las agencias en un comunicado, donde también subrayaron que la inflación, los efectos aún presentes de la pandemia y la falta de regularización los hacen especialmente vulnerables.
«Si bien se han puesto en marcha en esa región varias iniciativas para la regularización (de este éxodo), lo que ha dado a muchos de ellos acceso a derechos y servicios, la comunidad internacional necesita seguir protegiendo a estos migrantes y refugiados e invertir en las comunidades que los acogen», subrayaron la Acnur y OIM.
Venezuela atraviesa desde hace años una profunda crisis política, social y económica atribuida a la caída de los precios del petróleo y a poco más de dos décadas de malas administraciones de gobiernos socialistas.
Millones de personas han caído en la pobreza, inicialmente en medio de una gran escasez de alimentos y medicamentos, seguida de la imposibilidad de comprarlos por la brutal pérdida del poder adquisitivo en un escenario de bajos salarios y una inflación galopante que llegó incluso a hiperinflación.
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