De unos 1.790 privados de libertad que están en el Internado Judicial de Ciudad Bolívar, conocido como Vista Hermosa, al menos 400 de ellos están calificados como «manchados» por no pagar la cuota que impone el líder o pran de esta cárcel, denunció el Observatorio Venezolano de Prisiones esta semana.
No es un secreto que los diferentes recintos penitenciarios en Venezuela son controlados por pranes o líderes que imponen sus propias reglas o sistema de convivencia y sobrevivencia, en medio de violaciones de los derechos a la salud y la alimentación de los privados de libertad, consecuencia del estado de precariedad en que el Estado mantiene las cárceles del país.
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) ha denunciado esta y otras situaciones en cárceles venezolanas y centros de detención preventiva. Esta vez se refiere a lo que ocurre en el Internado Judicial de Ciudad Bolívar, conocida como la cárcel de Vista Hermosa, donde hay alrededor de 1.790 privados de libertad.
El OVP señala que de ellos, al menos 400 presos son rechazados por el pran de la cárcel, en la cual —comprobó el observatorio— cuenta con espacios de entretenimiento, como discoteca y piscina, además de una granja con animales. «Es tal cual una ciudad, incluso con restaurantes y bodegas donde venden alimentos», señala.
Agrega que «para que estas comodidades puedan seguir en funcionamiento y reciban mantenimiento, el pran cobra una causa semanal de 350 bolívares o 20 dólares en efectivo. Si los presos quieren pagar por transferencia o pago móvil, entonces el monto es el doble», detalla el OVP.
Quienes no cancelen esa cuota que impone el líder del recinto carcelario, reciben castigos, como encerrarlos en un cuarto hasta que paguen.
De no hacerlo, son expulsados al área donde se encuentran los calificados como «manchados». Estos deben dormir a la intemperie, se ubican cerca de las puertas del penal, y no tienen derecho a recorrer las instalaciones ni recibir visitas, y muchos comen de la basura.
La información que recogió el Observatorio Venezolano de Prisiones es que anteriormente había 100 reclusos en dicha área. La razón de no pagar es porque muchos de ellos son foráneos y sus familiares tampoco pueden visitarlos frecuentemente, por lo que se les dificulta tener el dinero para pagar la llamada causa que impone el pranato.
El OVP señala que «los familiares de los presos pueden llevar alimentos diarios, pero la gran mayoría no tienen dinero suficiente para su manutención. Además, deben costear otros gastos como el traslado a la cárcel u otros insumos personales».
En las cárceles venezolanas también predominan enfermedades que, en la mayoría de los casos, no reciben la atención ni tratamiento oportuno. En el caso de Vista Hermosa, el OVP pudo conocer que al menos 34 reclusos padecen tuberculosis y otros tres tienen VIH, quienes no reciben atención médica con regularidad ni el tratamiento adecuado.
Las precariedades sanitarias en las cárceles en Venezuela tienen incidencia también por el hacinamiento. En Vista Hermosa, por ejemplo, que alberga a 1.790 reclusos, fue creada para albergar originalmente a 400 privados de libertad, es decir, un 447,5% de sobrepoblación. (Con información de Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones).
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