Dinorah Figuera: «Fui elegida para recuperar el apoyo de la comunidad internacional»

Dinorah Figuera reivindica el papel del Parlamento como acompañante de la Plataforma Unitaria en la construcción de un camino común, en las negociaciones en México, y de la Comisión Nacional de Primarias. “Nunca más debemos seguir el dibujo libre de una individualidad”. Dinorah Figuera, presidenta de la Asamblea Nacional electa en 2015, tras la disolución del gobierno interino, sostiene que, en este momento, su papel es unir.

Dinorah Figuera cumplió este 5 de febrero un mes al frente de la Asamblea Nacional (AN) opositora. Es poco tiempo para hacer un balance de gestión, pero sí considera oportuno destacar que ya se han dado pasos concretos para instrumentar la protección de activos, una de las grandes tareas que se propone cumplir en el actual período legislativo. Las otras son aprovechar el espacio político institucional del Parlamento para acompañar la construcción de la unidad, y ayudar a recuperar el apoyo de la comunidad internacional a las fuerzas opositoras que trabajan por el restablecimiento de la democracia en Venezuela.

El organismo encargado de garantizar el uso transparente de los recursos del país en el exterior es el Consejo de Administración de Activos (CAPA), creado recientemente según lo establecido en la última reforma del Estatuto de Transición. Sus miembros, designados hace poco más de una semana por la Comisión Delegada, son: Gustavo Marcano (coordinador), Carlos MillánRené UzcáteguiYon Goicoechea y Fernando Blasi. Esta instancia sustituye a la Comisión de Gastos que se mantuvo durante el período del gobierno interino.

-Creo firmemente que uno de los objetivos fundamentales de la Asamblea Nacional es proteger los activos. Este es el primer principio que nos propusimos. Y con este fin constituimos el Consejo de Administración y Protección de Activos.

-¿Qué diferencia a este consejo de la anterior Comisión de Gastos?

-El CAPA va a ser un órgano autónomo -con supervisión de la AN, por supuesto- que tendrá responsabilidades de carácter legal, administrativo, de representatividad y de toma de decisiones en lo que respecta a la protección de activos. Esta estructura tendrá además el acompañamiento de lo que hemos denominado Consejo Ciudadano, que estará integrado por representantes de la sociedad civil, cultural, científica, académica. Este ente actuará en la veeduría, la observación y podrá seguir de cerca el manejo de los recursos y el desarrollo de los proyectos. Esto dará credibilidad.

-La identificación de activos y su protección se logró en el interinato.

-Aquí de lo que se trata es de garantizar el uso de los recursos a través de la supervisión y la rendición de cuentas. Esto no fue fácil con el gobierno interino. Muchas veces la solicitamos y no se hizo. El gobierno interino manejó millones. Nosotros redujimos a la mínima expresión el costo del Parlamento. Vamos por otro camino.

“La crisis humanitaria exige una respuesta de la oposición para reencontrar el camino que conduzca a la recuperación de Venezuela”

Dinorah Figuera

-¿Qué otras funciones tendrán esas instancias?

-Serán también estructuras de acompañamiento para enfrentar los litigios legales que se ventilan en Estados Unidos y el Reino Unido con Citgo y las reservas de oro que están en el Banco de Inglaterra, por ejemplo.

-¿Ya ha tomado nota el CAPA de la bruma que existe con los recursos identificados por las partes -oposición y oficialismo- en la mesa de negociaciones de México?

-El tema es que al CAPA se le presenten los programas, los elementos que los organismos garantes están comprometidos a utilizar correctamente en los planes sociales establecidos. A los negociadores de la mesa les corresponde ser transparentes y firmes. Nosotros, desde la Asamblea, somos respetuosos, pero aconsejamos firmeza.

-El Gobierno utiliza esos recursos como mecanismo de presión para continuar en la mesa.

-El Gobierno no quiere salir del poder. Ya conocemos el modo de proceder de Maduro: se sienta y no cumple acuerdos. El Gobierno se ha visto forzado a negociar por las sanciones, y la presión internacional y nacional. Hará todo lo posible para salirse de la mesa para no negociar, pero nosotros haremos todo lo posible para que se siente, para que negocie. Mal servicio hace Jorge Rodríguez cuando presiona para que se cumpla un acuerdo y lo hace amenazando a las ONG, persiguiéndolas. Eso es terrorismo de Estado. Y hay que decir que el debate en la mesa no va solo sobre los recursos, está el tema de los Derechos Humanos, de la criminalización de opositores, sindicalistas y periodistas. A la Plataforma Unitaria le corresponde dar la cara sobre estos temas, para lo cual cuenta con nuestro acompañamiento.

-Pero hay voces en la oposición que se han hecho eco del llamado para apurar la entrega de los recursos y el fin de las sanciones.

-La diversidad de opiniones no me preocupa. En efecto, hay sectores que creen que ese es un punto de negociación. Yo entiendo a Henrique. Estamos ante una Emergencia Humanitaria Compleja. Pero ya antes de que se aprobaran las sanciones la situación estaba crítica. Los niños en la calle, la desnutrición, las madres parturientas sin atención… La crisis humanitaria no la generó la oposición.

Barriga con barriga

-Otro de sus objetivos es acompañar la construcción de la unidad. Hay quienes ven con escepticismo este propósito e incluso incompatible con las tareas de la Asamblea.

-Quiero ser, como presidenta de la Asamblea, un factor de unidad. Así fui concebida por la Junta Directiva, como factor de unidad. Tengo fe en que sí podemos. Somos una oposición que ha sabido debatir. Que logró aglutinar en la MUD a un espectro amplio de partidos. Que hizo unas primarias. Que tuvo un éxito importante en las elecciones de 2015. En ese tiempo había críticas. Había gente que no daba nada por la unidad. Pero pudimos unirnos sobre la base de puntos valorados por todos: que la dictadura se estaba desdibujando, que la persecución era contra todos y que la pobreza estaba golpeando a las clases populares.

-Pero hoy, además de diferencias, hay descrédito y frustración por el fracaso de una acción que generó esperanzas.

-En este momento duro, con la responsabilidad de presidir la AN, me propongo acompañar a la oposición en el camino de la unidad, en la negociación para lograr unas elecciones libres, transparentes, con observación internacional y poder llegar al momento de retomar la construcción del país. Ese es mi sueño. La unidad es el motor que puede impulsar el proyecto político de rescatar el país. La formación de la Comisión Nacional de Primarias, presidida por Jesús María Casal, va a ser un factor de cohesión. Vamos a acompañarla en el impulso de las Primarias. Ya hemos concertado reuniones. Vamos a acompañar en la mesa a la Plataforma Unitaria, que debe tener el papel protagónico.

-La disolución del gobierno interino parece ser un punto de quiebre difícil de digerir.

-La Junta Directiva no puede caer en la diatriba política. Tiene que ser un factor de unidad. Podemos recuperar la unidad y la democracia. Podemos repetir el 2015. Tengo fe en lo que se ve y en lo que no se ve. Vamos al encuentro con Venezuela.

“No podemos perder la fuerza de la Asamblea como institución política de acompañamiento”

Dinorah Figuera

-¿De qué manera puede ser un factor de unidad?

-Las diferentes fuerzas de la Asamblea tenemos que estar cohesionadas para impulsar la unidad de todos los sectores de la oposición. La unidad es fundamental para que nuestro trabajo en la Asamblea tenga éxito. Nuestro trabajo en conjunto debe servir de ejemplo.

-¿Pero las señales de unidad no se ven nítidas?

-Unidad no quiere decir que estemos amarrados barriga con barriga, como decía mi papá. Hay diferentes frentes, pero se puede construir una unidad vigorosa para tener un país vigoroso. Parir un niño sano y lloroso, con ilusión, es señalar una ruta para la unidad, con oportunidades. No podemos perder la fuerza de la Asamblea como institución política de acompañamiento. Me niego a que nos quedemos viéndonos el ombligo, a caer en una pelea intestina, llena de odios, cuando tenemos un país maltrecho. La crisis humanitaria exige una respuesta de la oposición para reencontrar el camino que conduzca a la recuperación de Venezuela. Yo he pedido perdón al pueblo venezolano por los desencuentros. Miremos hacia adelante. Construyamos ese camino que en otras oportunidades ha sido exitoso. A mí me parece que los apoyos y la solidaridad que he recibido ante la persecución y la reciente confiscación de mi casa son gestos que indican que nos ata un objetivo en común. Agradecí cada uno de ellos.

-Esas señales pueden verse como gestos de cortesía, más que pruebas de unidad.

-Hay otro elemento interesante. Freddy Guevara participa como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores y Yon Goicoechea es miembro del Consejo de Administración y Participación de Activos. Ambos son representantes de Voluntad Popular en el espacio de la Asamblea Nacional. Esto es un ejemplo de unidad en la diversidad. Que estén sentados ahí es una muestra de reconocimiento. Decidimos cerrar micrófonos. En esencia, lo que pedimos es estar a la altura del pueblo. No podemos desviarnos de ese objetivo.

Recuperar el apoyo externo

-El fin del interinato dejó a la oposición sin apoyo internacional, su gran fortaleza.

-Estamos obligados a rescatar ese apoyo internacional que se ha perdido.

-¿Esa es su otra prioridad al frente de la AN?

-Sí. Quiero contribuir a la recuperación del apoyo de esos 60 países que respaldaron al gobierno interino. Me propongo generar acciones que permitan recuperar el interés por el empeño de diseñar una ruta democrática en Venezuela. Estamos obligados a lograr que la comunidad internacional mire otra vez a Venezuela.

-¿Se tuvo en cuenta este costo a la hora de decidir la disolución del gobierno interino?

-Si un camino no nos llevó, teníamos que buscar otro. La decisión de poner fin al interinato no es una acción contra Guaidó, es un cambio de táctica.

-¿Por qué se decide ese cambio?

-Tenemos que irnos un poco atrás. Hay que recordar que desde la Unidad asumimos el análisis de varias vías para salir de la dictadura. Trabajamos en las opciones de los referendos consultivo y revocatorio. Algunos pensaron en otras salidas. Y se llegó al gobierno interino, con un apoyo mayoritario. Guaidó presentó su oferta en forma de ruta: cese de la usurpación, gobierno de transición, elecciones libres. ¿Qué pasó? Es fácil de explicar. Pasamos cuatro años en una situación invariable y llegamos a un momento crucial para la vida del país: las naciones que acompañaron como veedoras comenzaron a pedir otra fórmula para recuperar el camino electoral. Esto generó un debate. Un sector defendió la posición de prolongar el interinato. Otro sostuvo que el gobierno interino surgió con un carácter provisional y prolongarlo en el tiempo no nos llevaba a nada, sino a tener diputados eternos. La mayoría de la Asamblea, el único poder legítimamente constituido, apostó por construir este año un camino que abra el paso electoral y tomó por mayoría la decisión de poner fin al gobierno interino.

-¿La falla fue solo del gobierno interino?

-Lo que quiero destacar es que la decisión de la Asamblea no fue una acción contra Guaidó. De ninguna manera. Fue un cambio de táctica ante algo que no funcionó. Un cambio por la falta de resultados. La opinión pública ya desconocía lo que era el gobierno interino y también a la Asamblea Nacional. Había mucha confusión que favorecía al régimen y, ciertamente, al Parlamento, como única institución legítimamente constituida, le corresponde generar mecanismos de acción que lleven a la recuperación de la institucionalidad. Este es un camino que siempre será transitado por la AN.

-¿La falta de unidad fracturó el apoyo externo?

-El tema de la falta de unidad ha desconcertado. Queremos reconstruir el apoyo. Todos los países quieren una salida democrática. Tenemos que sensibilizar a la comunidad internacional. Una de nuestras responsabilidades es explicar a los países que han estado con nosotros lo que estamos haciendo para lograr una salida electoral.

-Se ha aventurado con otras vías.

-A los radicales ya se les demostró que no podemos transitar por las vías no institucionales. Ya vieron, por la vía de la realidad, que los países democráticos no van a acompañar a nadie por una ruta que no sea democrática. Nunca más debemos seguir el dibujo libre de una individualidad. Es necesario que cualquier decisión pase por una discusión de la Plataforma Unitaria.

-¿Ha hablado con Guaidó?, ¿la ha llamado?

-No. Yo le he enviado mensajes. Le he escrito directamente y no me ha contestado. Estoy segura de uno que le llegó, el que le envié con Juan Pablo Guanipa, quien fue vicepresidente de la anterior gestión legislativa.

-¿Tiene un mensaje para Juan Guaidó?

-Es reconocido el esfuerzo que hizo Guaidó en su momento. El cambio de dirección no es en su contra. Es virar hacia otro propósito claro y, a través de la legalidad de la AN, recuperar el camino que conduzca a la recuperación democrática del país.

-¿Le cayó de sorpresa su elección?

-En mi partido se barajaron varios nombres. El tema de la negociación influyó. El de la unidad también. Y aquí estoy. Con un enorme desafío. Mi deber en este momento es unir.

“Nunca más debemos seguir el dibujo libre de una individualidad. Es necesario que cualquier decisión pase por una discusión de la Plataforma Unitaria”

Dinorah Figuera

-¿Cómo ve eso de dirigir la Asamblea desde afuera, alejada de los problemas diarios del país?

-Lo primero que puedo decir es que nunca pensé salir de mi país. Jamás me lo plantee. A mí la situación que me golpea emocionalmente es el asesinato de [Fernando] Albán. Llevábamos un programa, la Olla Solidaria, en la capilla universitaria. Dábamos de comer a 400 familias. Lo segundo es que estoy al tanto de lo que pasa en Venezuela, del día a día, de lo duro de la calle, de la situación de los pensionados, de la agudización de los problemas sociales. Entre las razones que privaron para la escogencia de tres personas en el exilio para la directiva está la necesidad de protegernos. La orden de busca y captura del Fiscal, la solicitud de alerta roja a la Interpol y la confiscación de mi casa, entre otras cosas, son pruebas de que es una razón de peso. Además, se puede aprovechar el espacio internacional.

-¿Qué se puede hacer desde aquí?

-Estar en España es interesante. Lo que dice España sobre Latinoamérica es lo que acoge Europa. Se respeta su relación histórica con la región. Queremos aprovechar esa ruta. Aupar con el Poder Legislativo, país por país, la reconstrucción de Venezuela. Ya iniciamos los contactos para reunirnos con la Cancillería española. España aceptó, a pedido de la oposición, acompañar las negociaciones. Su participación es muy importante. A mí, desde la AN, me corresponde aportar en la tarea de sensibilizar a organismos, instituciones, ONG y a la opinión pública sobre el drama que padece Venezuela. Tengo una agenda internacional. En algunos casos la cumpliré en persona, pronto iré a Bélgica y tengo previsto viajar a Estados Unidos y Colombia.

-¿Cómo ve la situación de la inmigración venezolana?

-Este proceso es sui génerisTenemos a siete millones de venezolanos afuera. Esto implica la necesidad de generar espacios para legalizar situaciones, para ayudarlos en el tránsito por los consulados, donde son víctimas de viles patrañas. Hay que trabajar, además, para recuperar ese voto. A cada venezolano que no cree hay que decirle que no todo está perdido. En la historia de Venezuela, en algún momento, habrá que escribir que hubo una inmigración que se convirtió en protagónica y tomó la batuta.

La salida del país

Dinorah Figuera es parte de esa inmigración. El exilio, circunstancia que nunca estuvo en sus planes, se convirtió en una situación obligada en 2018, cuando fue asesinado Fernando Albán, su compañero de partido. Recuerda que el concejal por Caracas fue a visitar a su familia, que vivía en un centro cristiano en Nueva York. Ese viaje coincidió con un encuentro de Naciones Unidas. Lo fotografiaron y, sin más, lo secuestraron el 5 de octubre, a su regreso. Él logró informar a su asistente que lo tenía el Sebin.

-Fuimos a la Fiscalía y denunciamos que lo habían detenido. Él pidió que José Guerra y yo fuéramos a verlo. Cuando lo asesinan, el 8 de octubre (había cumplido años el 2), yo fui la portavoz de la denuncia. Lo tenían en custodia y lo lanzaron. Dicen que se suicidó. No es verdad. Era un hombre de mucha fe cristiana y fuerza moral. Responsabilicé a Gustavo González López y a toda la directiva del Sebin.

Comenzó su calvario. El fiscal Tarek William Saab la amenazó. Luego recibió alertas de que le estaban levantando un expediente para apresarla. Al día siguiente recibió una llamada de su jefe de sección, quien le dijo: “Donde estés, escóndete”.

-Yo estaba en una panadería cercana a mi casa con mi asistente. Cargaba unos zapatos viejos de mi hija. Siempre me los ponía porque eran cómodos y ella siempre me pedía que los botara. A Julio (Borges) también lo alertaron de que venían por mí. Recordé que a Juan Requesens lo agarraron cuando fue a su casa a despedirse de su papá. Pensé que no podía perder tiempo. Busqué a mi hija y me fui con ella a la Embajada de Francia. Con sus zapatos viejos. Eran grises.

En la embajada fue bien atendida, en fiel cumplimiento de los tratados Internacionales. Allí estuvo entre 15 y 20 días. Se fue a la frontera. Por seguridad, no llevó a su hija. Salió por La Guajira. Llegó a Riohacha. A los pocos días viajó desde Cúcuta a Londres. Allí participó en una conferencia en el Parlamento. Era presidenta de la Comisión de la Mujer. De allí fue a España, a Valencia, donde vive desde finales de 2018. 

-Aquí me concedieron asilo político en 2019. El Gobierno, a través de Asuntos Exteriores, tenía mi caso. Yo demoré dos meses la entrega de papeles porque quería volver a mi país. Pero me advirtieron que si regresaba corría peligro porque Gustavo González López me la tenía jurada. Estoy como refugiada, protegida por los tratados internacionales.

De la Causa R a Primero Justicia

Este trance es para Dinorah Figuera uno de los más duros de su vida, durante la cual no han sido pocos los momentos políticos y personales difíciles que ha tenido que enfrentar. Su trayectoria siempre ha estado motivada por la cuestión social. Comenzó a los 17 años en las luchas estudiantiles, cuando se incorporó al movimiento de bachilleres sin cupo. Estaba inspirada por sus padres, quienes eran socialmente muy activos.

En la Escuela de Medicina “Luis Razetti” de la Universidad Central de Venezuela participó en las jornadas del Centro Ezequiel Zamora de la Facultad, donde predominaba la discusión política. A la vez, en Catia, donde vivía, era presidenta de una asociación de vecinos y desarrolló su vocación por el trabajo comunitario. El entusiasmo por el trabajo para mejorar la calidad de vida de las comunidades la lleva a incorporarse a ProCatia, de la Causa R. Recuerda el impulso decisivo de ese movimiento para eliminar el Retén de Catia, construir el Parque del Oeste y promover la designación de Catia como municipio.

En 1993 tuvo su primer ejercicio en la actividad pública. Aristóbulo Istúriz ganó la Alcaldía del Municipio Libertador y la nombró subsecretaria municipal. En 1996, Aristóbulo perdió, pero ella quedó como concejal de Caracas (Libertador) y presidió la Comisión de Salud durante la gestión de Antonio Ledezma, que se extendió hasta el año 2000.Ese año, Alfredo Peña ganó la Alcaldía Metropolitana. Dinorah Figuera salió elegida concejal y presidió la Comisión de Salud.

“En la historia de Venezuela, en algún momento, habrá que escribir que hubo una inmigración que se convirtió en protagónica y tomó la batuta”

Dinorah Figuera

-En 1998 nació mi hija y el tema de la mujer, de la maternidad, me sensibilizó más. Me preocupé mucho por la mortalidad materna, por el empobrecimiento de las madres solteras, Comprendí que esencialmente soy mamá.

En 2004 la Causa R se dividió y quedó atrapada en una disyuntiva. Un grupo, capitaneado por Pablo Medina, decidió irse por la calle del medio con el chavismo. “Yo opté por apoyar el liderazgo de Andrés Velásquez. Sufrí esa división. Nunca pensé que íbamos a romper. Éramos cinco concejales de la Causa R en el Concejo Municipal Metropolitano. Yo quedé sola. Los otros cuatro se fueron con Pablo”.

Considera que en ese tiempo ya el trabajo de ProCatia estaba desdibujado. Causa R había asumido que era un partido esencialmente sindicalista. Dice que el trabajo de calle es su pasión, lo que la define, y se interesó por el trabajo comunitario que estaba haciendo Carlos Ocariz en el municipio Sucre.

Recibió la invitación de incorporarse a Primero Justicia y quedó atrapada en otro dilema, esta vez ideológico. Vivió como un choque la circunstancia de pasar de un partido que preconizaba la democracia radical a uno considerado “sifrino”, constituido por niños bien de la Universidad Católica Andrés Bello. “Me costó, pero lo asumí. Hice la reflexión. Creer en el valor de la vida me ayudó a dar al traste con la calificación derecha e izquierda. Lo que nos debe guiar es el respeto a la dignidad de los seres humanos”.

Un parao en su vida

En 2006, estando a cargo de la Secretaría de Justicia Familiar de Primero Justicia, recibe una noticia que la paraliza. Fue diagnosticada con leucemia.

-Eso significó un parao de todas mis actividades. Estuve casi dos años viviendo literalmente en el Hospital Clínico Universitario. Tuve que abandonar todo, apartarme de la política, con alopecia como efecto de la quimio. Fue una situación muy dura. Pero conté con el apoyo de mi familia, de mis hermanos, que se encargaron de cuidar a mi hija, de mi partido que se avocó, de muchos amigos que me dieron fuerzas y me ayudaron a cubrir los gastos.

Se emociona. No lo puede evitar y se le llenan los ojos. Se le quiebra la voz y dice que siempre recuerda la canción “Con una pequeña ayuda de mis amigos” (With a little help from my friends, de The Beatles, que también fue famosa en la versión de Joe Cocker). Revela la fe que la acompaña, agradece a Dios y sostiene que es producto de un milagro.

En 2008, en condiciones de debilidad pero con la enfermedad en remisión, sin células malas, le plantea a Julio Borges que quiere retomar sus funciones como secretaria de Justicia y Familia. ¿Crees que puedas?, le preguntó él. Poco a poco, le insistió ella.

-Aceptó y me reencontré con mis actividades comunitarias. Yo generando, ellos ejecutando. Julio me ha enseñado el lado bueno de la política. En mi momento más oscuro, me dio la oportunidad de seguir luchando, de estimular a mi familia. Tuve una recuperación vital. Volver a mi predio comunitario y la política fue un hálito de vida.

En el 2010, y como producto de una consulta interna en Primero Justicia, fue incorporada en la lista por Caracas para las elecciones parlamentarias. Era la segunda después de Stalin González. “Sacamos seis diputados. Comienza mi experiencia parlamentaria. Quedamos Julio Borges, Stalin González, Richard Arteaga, Juan Pablo Guanipa, Juan Carlos Caldera y yo, la única mujer”.

-El trabajo para la oposición fue muy duro. En los primeros tiempos, con Fernando Soto Rojas como presidente, el debate era álgido, aunque él era respetuoso. Estábamos en tiempos de la MUD. Teníamos una política bien activa que se podía conocer a través de los medios de comunicación, que todavía existían. Pero luego, en 2012, con Diosdado Cabello como presidente, la situación empeoró.

Recuerda que en esa época comenzaron las agresiones. A ella la golpearon y la insultaron; a María Corina Machado le fracturaron la nariz; a Julio Borges, el maxilar. A pesar de todo, no abandonó la actividad de calle y, como presidenta de la Comisión de Familia, trabajó en la reforma de la LOPNA, en la Ley de la Tercera Edad, hasta que Diosdado impuso una reforma del reglamento de interior que dictaminó que la designación de los presidentes de las comisiones era potestad del presidente de la asamblea. A tres años de gestión, fueron removidos.

Maduro es el heredero de Chávez

-En 2015 obtenemos una victoria histórica y yo salí elegida por Aragua. Ganamos por mayoría calificada. Fue un éxito de la Coordinadora Democrática. Se abrió la posibilidad de construir una Asamblea Nacional vigorosa. Yo presidí hasta diciembre de 2022 la Comisión de Ciencia y Tecnología. Establecí vínculos con la academia, con Fedecámaras. La Unidad promovió muchas leyes. Trabajamos la Ley Ciencia y Tecnología, la promoción de talentos. Planteamos la Ley de Barrios, la Ley de Producción Nacional. Hicimos un trabajo importante. Hasta que nos sacaron, nos quitaron el espacio físico. Y se desató la persecución y la tortura.

“Mi deber en este momento es unir”

Dinorah Figuera

Dinorah Figuera no diferencia a Chávez de Maduro, de quien dice es el heredero. Con ambos ha sido hostigada y perseguida. Ha tenido al Sebin en su casa. Dice que la influencia de Cuba comenzó con el primero, así como la participación de los militares. Sostiene que la llegada de médicos cubanos no fue solo para ayudar en salud sino para intervenir el sistema sanitario. 

-Con Maduro se agudizan la corrupción, el narcotráfico y se instaura el terrorismo de Estado. Hay una componenda muy dura y delicada: corrupción, narcotráfico, ecocidio, tráfico de oro, minería, descomposición con las alianzas con el “pranato”, acuerdos con los presos, irrespeto a la institucionalidad, ilegalización de partidos, criminalización de maestros, dirigentes comunitarios, sindicalistas, periodistas. Es un pandemónium. Yo no quería salir.

La hija de la señora Lola

-Yo aquí llegué a casa de una comadre, que tiene tres hijos. Viví en una habitación. Cuando llegó mi hija María Gracia tuve que buscar un lugar con dos habitaciones. Entonces conocí a la presidenta de Venezolanos sin fronteras, quien me habló de un piso que desocupaba su sobrina. Haz un esfuerzo y reúnes para pagar la fianza de dos meses, me dijo.

Cuenta que recurrió a la venta de unas joyitas que había comprado en La Francia. Las había dejado a una amiga en Venezuela. Con la venta, pudo reunir para la fianza. Se siente agradecida porque ha tenido bendiciones. Relata que el casero se sensibilizó con su historia y cuando le entregó las llaves, le dijo: “Estás entrando a tu hogar”. Le cuesta disimular la emoción.

Comenzaba su nueva vida. Y esto significó afrontar la depresión que afectó a su hija por todo lo que dejó: una carrera universitaria (estudiaba derecho en la UCAB), amigos, su novio. Extrañaba su país, su clima. “Era muy duro verla pasar las semanas encerrada en un cuarto. Sola. Sin con quien hablar, con frío”.

Asumió que tenía que trabajar. Es mamá monoparental. Llena de fe, cree que Fernando Albán no deja de acompañarla. Cuenta que cuando salió del país, llamó a un amigo político español para que la ayudara a gestionar el asilo.

-Me dio el número telefónico de una persona. Cuando la agregué vi que tenía en su móvil la misma foto que tengo yo de Fernando Albán. Creía que estaba equivocada, pero quien me atendió es una chica venezolana, pareja de un funcionario de la Embajada de España en Venezuela. Me aclaró que no estaba equivocada, que Fernando había sido amigo de ellos y una de las personas más buenas que han conocido. Vicky, que así se llama la chica, me dijo que contara con ellos.

-Al poco tiempo, a través de Vicky y su esposo, hice la suplencia a una familia dominicana que cuidaba a una señora diplomática en Madrid, Gloria. Es una mujer culta, de la aristocracia, de difícil carácter, que había sido soprano. Cantaba y oía ópera conmigo. Yo le ponía discos de María Callas y de Carlos Gardel. Viviendo con ella, me imaginaba en el papel de la película Driving Miss Daisy. Cuando me vine, me dijo: “Te voy a extrañar”. Regresé de Madrid con unos recursos que me permitieron vivir unos meses. Vicky, para ayudarme, también me dio el trabajo de planchar las camisas de su esposo. Lo hice tras ver un tutorial por YouTube. A la par, ella y María Gracia habían logrado alquilar una habitación. Y luego, a instancias de un amigo de su hija, la colocaron en Airbnb y el piso se les llenó de turistas, lo cual les reportó ingresos adicionales.

Dinorah Figuera también participa en diversas actividades con un grupo de unas 70 mujeres venezolanas, forma parte del Grupo Veneración a la Virgen del Valle y, durante seis meses, comió en Casa Caridad, un comedor popular donde hoy es reconocida y tiene un espacio para ella y su hija, quien gracias al apoyo conseguido ahí y en el grupo cristiano En Vivos, ha logrado salir adelante: trabaja y paga sus estudios en la universidad, algo que creía lejano. “Con ellos, recibió un baño espiritual”, agradece.

Pero una relación especial es la que mantiene con Lola, una señora diabética a la que cuida desde hace años. Comenzó tomándole la glicemia y la insulina. Hoy, a la hija de la señora Lola le cuesta que sus amigas le crean que la persona que atiende a su mamá es la presidenta de la Asamblea Nacional. Ya se siente parte de esa familia. Aunque Lola la critica mucho porque sigue en política. Le dice que se fije en todo lo que le ha pasado y deje ese oficio. Pero, justo ahora, ha tenido que explicarle que no puede, que tiene uno de sus más grandes desafíos.

notiveraz

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