Entrar en la mente del criminal. Es el objetivo que se han marcada en la firma de ciberseguridad Innovery al crear el cyber profiling. Este nuevo perfil profesional híbrido combina la formación en criminología, psicología y lingüística forense con conocimientos tecnológicos e informáticos.
Algo así como un Sherlock Holmes de la ciberdelincuencia que se encarga de identificar y examinar las anomalías dentro de los ciberataques, tal como explica el CEO de la empresa, Juan Manuel Pascual.
«El atacante ha cambiado. Hace unos años no era tan profesional como el que nos estamos encontrando en los últimos tiempos y, además, la base de crimen organizado que está detrás de la mayor parte de los ataques es muy alta. Estamos percibiendo la necesidad de aplicar conocimientos de criminología, ya que lo que tenemos detrás son criminales y tenemos que tratarlos como tal: entender el cómo trabajan, cómo están organizados…», aclara.
Este nuevo perfil sería algo así como una evolución en el trabajo de la ciberseguridad. Si bien hasta ahora las empresas se habían centrado únicamente en la parte tecológica, añadir el componente humano permite identificar patrones de comportamiento. «Al final lo que nos está atacando son personas. Hay que intentar entender su interés y su modus operandi.
Hay diferentes bandas criminales y cada una actúa de maneras diferentes. Entender esto permite poder anticiparnos a lo que va a ocurrir, a cómo van a trabajar, cómo van a negociar un rescate en caso de ramsonware…», explica Juan Manuel Pascual.
Para lograrlo, se ha introducido a estos Sherlock Holmes del siglo XXI en equipos multidisciplinares, donde su perfil humano-tecnológico se complementa con otros plenamente técnicos. Por ejemplo, en caso de ciberataque, se encargaría de coordinar las tareas de respuesta.
Pero para Innovery hay una función mucho más relevante: «Cuando se identifican unos patrones de comportamiento determinado pueden relacionarlo con grupos criminales y, por tanto, con las siguientes fases del crimen o del incidente. Así, podemos anticiparnos a lo que va a ocurrir y podemos ayudar de forma más eficiente».
Aunque prevenir un ciberataque es todavía muy complicado, la incorporación de estos profesionales supone una «mejora de la respuesta» cuando ya se ha producido. «Todos los incidentes tienen una serie de fases y permite, en las fases iniciales, saber cuál va a ser el siguiente movimiento», explica el Juan Manuel Pascual, que cree que la creación de perfiles mixtos «es una oportunidad laboral muy interesante» para los estudiantes de criminología.
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