Nadie diga que no lo advertimos. Hemos dicho no una, sino en múltiples ocasiones, que ni el ministro T. Aissami, ni A. Chávez, darían la talla. Hoy PDVSA es un verdadero desastre. Empleados sin ninguna mística, con la moral por el piso, instalaciones abandonadas, infraestructura vandalizada, una empresa desorganizada, corrupción, escasez de gasolina y una producción declinante.
Engañosas y falsas ofertas de producción es lo único que han sabido ofrecer; 1,508,000 BPD para 2021 y 2,000,000 BPD para 2022; hoy no llegan a 700,000 BPD.
Hoy PDVSA no solo produce mucho menos que en Febrero’2020, fecha en la cual se posesiona la comisión presidencial, sino que activamente destruye nuestra nación con un récord sin precedentes de derrames, emisiones toxicas, accidentes e incidentes, a lo largo y ancho de toda nuestra geografía sin que hasta el momento haya habido un solo procesado por crímenes ambientales y daño patrimonial.
PDVSA en las manos de los integrantes de dicha comisión; hoy convertidos en ministro de petróleo y presidente de la industria, ha dejado de producir unos 200,000 BPD en la producción reportada según fuentes directas. Han dejado de producir aún bajo un escenario de precios excepcionales y bajo un escenario de relajación de hecho de las sanciones.
El desastre puertas adentro en PDVSA es de tal magnitud, que precisamente en medio de la mayor bonanza del barril desde 2008, la cesta Venezolana ha retrocedido fuertemente llegando a presentar un diferencial respecto al WTI de hasta -$22.59 en Junio’2022 (actualmente en -$18), promovido por el efecto adverso de una «prima de riesgo» producto de la mala calidad de nuestros crudos a menudo contaminados y fuera de especificación y por la poca confianza que refleja nuestra industria petrolera en los mercados energéticos.
Las sanciones han venido mostrando un relajamiento paulatino «de hecho», a partir de la llegada de Biden al poder en Enero’2021, hasta el punto que existe un puente entre Venezuela y EEUU en la actualidad; Chevron.
Lo que si ha verdaderamente aumentado en esa PDVSA hoy en riesgo de desaparición es la desidia, el clientelismo, el gasto y por supuesto, las importaciones. Oficialmente hacia el tercer trimestre de 2021, inicia el intercambio de condensado iraní por crudos de la FPO entre PDVSA y la empresa petrolera iraní, NIOC, aunque en realidad dichas entregas habían estado siendo recibidas ocasionalmente desde poco después que ocuparan el cargo de ministro y presidente, ya hacia el segundo y tercer trimestre de 2020
Esos intercambios lejos de ser conveniente para Venezuela, generarían un cuantioso daño patrimonial a nuestra nación por la conjugación de dos elementos muy particulares. El primero es que nuestra industria pagaría el barril de condensado iraní recibido con un 165% de volumen adicional de crudos pesados de la FPO y el segundo, es que le estaba dando a su propia competencia; Irán, la producción que luego este vendería en los mercados asiáticos en detrimento de nuestra propia presencia en los mismos.
Le reiteramos a Nicolas Maduro que PDVSA va de mal en peor. Las cabezas de nuestra industria han creado una ilusión similar a la de su predecesor Quevedo; responsable de la desaparición de alrededor de 1,090,000 BPD de nuestra producción desde Noviembre’2017.
A partir de Agosto-Septiembre’2021 cuando el barril comenzaba a repuntar, comienzan a repuntar las importaciones para aparentar un supuesto aumento de producción que en realidad no ha existido. Es así como la diferencia entre el balance (exportación, consumo, inventarios) de los datos de producción que reporta PDVSA y lo que reflejan los datos de medición satelital y reportes de inteligencia energética corroboran, que a partir precisamente de la llegada de cargamentos iraníes hacia el segundo y tercer trimestre de 2021, la producción según fuentes secundarias prácticamente no ha variado, mientras que los relativos a fuentes directas responden precisamente al balance del volumen de dichas importaciones.
Bonus: Citgo de buche y plumas
Nos imaginamos que los usurpadores de Citgo se preparan para presentar su balance 2022. Hemos asegurado que los resultados de dicho ciclo no reflejan ninguna acción relevante en su manejo o rendimiento operacional, sino los efectos de una condición coyuntural promovida como daño colateral por el conflicto Rusia-Ucrania
Creemos que Citgo podría cerrar el 4to trimestre de 2022 con un ingreso neto de alrededor de ~$290 millones, para un total de ~$2,300 millones para el ciclo completo. Elevados precios del barril e inusual margen de refinación mundial; sin precedentes, favorecieron a todas las refinadoras a nivel global; la nuestra entre ellas.
Bajo la usurpación nuestra corporación en suelo estadounidense ha mostrado el peor desempeño entre las principales corporaciones refinadoras domésticas, manteniéndose entre los dos últimos lugares. Es así como las ganancias netas del 4to trimestre podrían mostrar un descenso del ~78% respecto a las mostradas en el 2do trimestre, lo que corrobora que el desempeño 2022 no ha sido producto de cambio alguno promovido por los usurpadores, sino a las condiciones particulares de los mercados.
La usurpación ha impedido un mejor desempeño de Citgo durante esa particular coyuntura de elevados precios del barril y elevados márgenes de refinación experimentados durante 2022, al no solo impedir la necesaria simbiosis con el holding, sino al aumentar exponencialmente los gastos corporativos (G&A). Los usurpadores han anunciado el pago la totalidad del prestamos-compromiso de deuda contraído por ellos mismos durante 2020, por un monto de $1,056 millones. Con dicho pago el valor de Citgo vuelva a posicionarse hacia los niveles previos a la usurpació.. Nada ha mejorado.
notiveraz