Los padres del teniente coronel del Ejército Igbert Marín Chaparro dieron declaraciones ante la fiscalía 94 Nacional de Protección de Derechos Fundamentales, el 2 de enero pasado, donde su madre, Nelis Chaparro, exigió que le hagan a su hijo exámenes médicos exhaustivos para conocer el estado de salud.
Ignell Marín, hermana del teniente coronel, expresó que el chequeo médico que le han realizado a Marín Chaparro fue por médicos forenses. Sin embargo no tienen detalles de los resultados.
Marín Chaparro inició huelga de hambre el 2 de diciembre de 2022, en su celda de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), en Boleíta, en rechazo a las violaciones a sus derechos, a la vigilancia extrema y los tratos inhumanos.
En una carta pública, al iniciar su protesta, solicitó la visita a la Dgcim del Ministerio Público, de la Defensoría del Pueblo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, la Conferencia Episcopal Venezolana, el Nuncio Apostólico y los embajadores de Francia, Colombia, Argentina y Chile. Y de estos solo lo ha visitado la Fiscalía 94 Nacional, la última semana de diciembre de 2022.
No obstante, Ignell enfatizó en que su hermano seguirá en huelga de hambre hasta que le sean atendidas todas sus solicitudes.
Ignell Marín manifestó que como familia han intentado comunicarse con estos organismos para que asistan a la sede de la Dgcim y puedan ser testigos de “las condiciones inhumanas” en las que se encuentra el teniente coronel. No obstante, siguen a la espera de respuestas.
Según la hermana, el teniente coronel es asmático desde pequeño, padece de fibrosis pulmonar, sufre de hipertensión arterial e incluso perdió parte de su visión en el ojo izquierdo, por una subida de tensión que presentó dentro del centro de detención.
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