El pasado martes, se pudo saber que un venezolano de 29 años de edad, identificado como Javier Antonio Bravo Carreño, habría fallecido, mientras intentaba limpiar un pozo séptico que se encontraba en el restaurante de comida china en el que trabajaba en Perú.
En específico, el suceso, que aún se encuentra en investigación, ocurrió en la Ciudad Satélite de Ventanilla, en el sótano del restaurante chifa Xing Long.
Además de Bravo Carreño, otros tres trabajadores del local fallecieron. Las víctimas fueron identificadas como Mayra Culquicondor Huira, de 30 años; Jairo Carrasco Ruiz; y Ernesto Enrique Yanayaco Aldea, estos últimos de 18 años. Culquicondor estaba en la plantilla de empleo del local como cajera y los hombres eran meseros, aunque no figuraban como trabajadores formales del establecimiento.
De acuerdo con lo reseñado por La República, las autoridades locales manejan dos teorías: que los fallecidos fueron víctimas de una descarga eléctrica o de que inhalaron una combinación fatal de gases tóxicos, los cuales serían Sulfuro de hidrógeno y amoníaco, metano, dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso y dióxido de azufre habría acumulado el pozo.
Los hechos
Las principales pruebas que tienen las autoridades son videos de las cámaras de seguridad. Las cintas demuestran que los empleados ingresaron al sótano sin elementos de seguridad, a pesar de que la limpieza de la cisterna no les correspondía. Sin embargo, llevaron a cabo estas labores por temor a perder sus empleos.
«Todos ingresaron a lo que parecía ser una cisterna de agua que estaba en el sótano. No tenían equipos para ello«, indicó personal policial al respecto.
En los filmes de seguridad, se puede observar cómo, primero, ingresa uno de los mozos. Su acompañante, al ver que no salía, pareció entrar en pánico, por lo que llamó a los otros trabajadores.
Una vez los dos jóvenes se encontraban en el interior, encendieron un foco, el cual era alimentado desde afuera por una extensión de corriente eléctrica. Poco después, aparece la mujer, quien se quita los zapatos, la mascarilla y la chaqueta, ante de ingresar al lugar. Al final, ingresa el último de los mozos.
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