En el chat «familiar» con el que Camilla Fabri, esposa de Alex Saab, se mantenía en contacto con sus padres no se trataban los temas banales de la vida cotidiana comunes a todos los grupos de mensajería de este tipo.
«¿Y este bloqueo total que ha puesto Estados Unidos?», le pregunta su madre Sabrina Roberti, en referencia al bloqueo de las cuentas en el extranjero de personas cercanas a Nicolás Maduro, entre ellas el marido de Camilla y su yerno Alex Naim Saab Morán. «Todavía no lo sé», responde la joven de 28 años de edad, con la que ese hombre se casó y por la que, según la orden de la justicia italiana estaría en arresto domiciliario si no fuera ilocalizable en el extranjero, blanqueaba parte de sus ingentes cantidades de dinero ilícito.
«Explícanos X, por favor», vuelve a pedir la madre. Y Camilla, con las frases entrecortadas típicas de los chats: «Mamá / entonces / también podrían haberme sancionado / y luego bloquear mis cuentas / tuve suerte porque esta vez no lo hicieron, pero podría pasar algún día». La madre se preocupa por su otra hija, Beatrice, y por su marido, Lorenzo Antonelli, implicado como testaferro, según las investigaciones del fiscal Francesco Cascini y de la unidad de divisas de la Guardia di Finanza, en el torbellino de empresas para ocultar el dinero del empresario colombiano de origen libanés.
Temores
«A Lorenzo le puede pasar lo mismo. Así que es preferible que Bea lo tenga todo. Lorenzo tiene que irse hoy, no puede quedarse en Roma, en una hora tiene que estar en el aeropuerto, ya le he dado su billete en business», explica la exvendedora y modelo.
Temores evidentemente superables ante la enorme riqueza que ha llovido sobre la familia, empezando por la casa de Piazza di Spagna valorada en 4,8 millones de euros.
«Mami, la casa no puede estar registrada a tu nombre, tiene que estar registrada a nombre de Miriam (hija de Camilla y Saab) a través de una sociedad, porque me la quitarían, me quitarían todo si pasa algo», indicó.
De hecho, la casa fue incautada en octubre de 2019 y en el registro surgieron certificados de 120 kilos de oro depositados en Suiza a nombre de la joven, así como cuadros de gran valor. Por otro lado, Sabrina Roberti y su marido Federico, padres de Camilla, resultan ser los propietarios de un piso en Cartagena, en la costa caribeña de Colombia.
Además del cuñado de Camilla, Lorenzo Antonelli, las dos tías de Camilla, Patrizia y Arianna, la esposa del hermano de su madre y la hermana de esta, que ahora están en arresto domiciliario, son las protagonistas de las actividades de blanqueo de dinero de Saab Moran, encarcelado por corrupción en Estados Unidos. Camilla les organiza continuamente viajes de negocios para «poner firmas, abrir cuentas» vinculadas a las distintas empresas de las que aparecen como administradores a cambio de elevadas comisiones.
La paga es de cinco mil al mes para las tías y de diez mil para Lorenzo, además de importantes primas aquí y allá. Money a uffa, como ellos lo llaman.
«Les parece extraño», informa mamá. «Eso es todo lo que necesita Alex, nada más», explica Camilla. En un caso, incluso por un error de contabilidad, los tres reciben más dinero del acordado, 50.000 euros. «Arianna quería saber si era normal», le pregunta su madre, que hace de intermediaria, a Camilla, «o si es un error». Sí, la bonificación extra es un error que se descontará en los meses siguientes: «Pero qué maldito error», se lamenta Sabrina.
Proporciona lo necesario
Camilla también les proporciona lo necesario para que parezcan creíbles como directivas internacionales. «Yo me encargo de los bolsos y los zapatos (Louis Vuitton, Dior, etc.), y el lunes en París le envío una maleta con dinero y todo dentro», explica a su madre, que hace de intermediaria. Las únicas recomendaciones son «decir que no se conocen» entre ellos y no dejarse llevar, como es el caso de Lorenzo.
«Está todo gaseado», se alegra su suegra. Pero a Camilla no le gusta su actitud. «No debe estar gaseado, debe estar tranquilo y muy serio. Va por los bancos y la gente no quiere sonrisas ni muecas. Fui clara con él, no es un juego, no es una broma. Y las tías también tienen que ser más astutas, tienen que tener las cosas claras».
Las dos mujeres viajan constantemente: Dubai, Turquía, Venezuela. Sin embargo, la organización tiene un ojo puesto en ellas, como explica Sabrina a su cuñada Patrizia. «Alex le ha rogado a Javier (un hombre de Saab) que tenga en cuenta que tú y Arianna sois madres y que os envíe a casa en cuanto acabéis de trabajar».
Pero también esta vez, el esfuerzo parece bien recompensado: «Tengo que decir que cada día me gasto mucho dinero», explica Arianna. «Quizá porque estoy afrontando gastos extra… pero te juro que es una suerte que exista esto porque si no, con el sueldo que tenía antes, no sé si me habría metido debajo del puente».
notiveraz