ZachXBT es un investigador independiente que en agosto pasado advirtió que un grupo de estafadores en Francia estaba robando millones en criptomonedas. Inesperadamente, su alerta dio resultado. “Estafadores en París” era el título de su investigación.
Y por una vez, la policía le hizo caso y anunció la semana pasada la detención de cinco jóvenes ciberpiratas.
Es la primera vez que sus investigaciones provocaban una intervención policial, aseguró ZachXBT en un mensaje a la AFP.
Rastreando las redes sociales y las plataformas dedicadas a las criptomonedas, ZachXBT (que no revela su identidad para poder seguir con su trabajo) ha revelado hasta ahora fraudes y pirateos por valor de unos 250 millones de dólares.
Este “ciberdetective” cuenta con 300.000 seguidores en Twitter, donde cuenta paso a paso sus investigaciones.
El principal problema de ese ciberpirateo es su relativamente escasa importancia, en comparación con grandes golpes de grupos criminales o con respaldo de Estados.
Los ciberataques terroristas y el lavado de dinero son el foco de atención prioritario para las autoridades europeas y de Estados Unidos.
El resultado es que solamente fueron presentados cargos contra ocho personas en Estados Unidos en la primera mitad del año por pequeñas estafas relacionadas con las criptomonedas, según el Departamento de Justicia estadounidense.
Recientemente la estrella televisiva Kim Kardashian fue multada 1,26 millones de dólares por promocionar una criptomoneda en Instagram sin revelar que le habían pagado para hacerlo.
Sin datos oficiales
La firma especialista en criptomonedas Chainalysis asegura que el fraude y los robos representaron entre enero y julio más de 3.500 millones de dólares.
La AFP pidió a departamentos y autoridades en Europa y Estados Unidos cifras globales de crímenes cibernéticos relacionados con criptomonedas, sin éxito.
Chainalysis is se ha especializado en rastrear este tipo de delitos y vender sus servicios a instituciones privadas y agencias públicas, incluida la policía de Nueva York.
El exjefe de la policía de Nueva York, Terry Monahan, explicó en un reciente simposio de Chainalysis que antes de abandonar su cargo el año pasado, la media de denuncias relacionadas con criptomonedas eran tres diarias.
Como carecían de medios para investigarlas, los casos eran cerrados.
“La víctima no tenía dónde acudir” reconoció este exjefe policial. Las agencias federales estadounidenses solo estaban interesadas en casos multimillonarios.
Los pequeños inversores acaban solicitando la ayuda de “cibersabuesos” como ZachXBT.
“Diría que hay escasa persecución policial en el espacio cripto” asegura este experto.
China es particularmente reacia a sus demandas de colaboración.
Poco a poco, las autoridades, particularmente en Estados Unidos, se están dando cuenta del nivel de estafas.
Recientemente estalló el escándalo de Celsius, un prestamista en criptomonedas que quebró, dejando un agujero de 4.700 millones de dólares.
Pensionistas perdieron sus ahorros, granjeros perdieron sus propiedades, pequeños inversores se quedaron totalmente arruinados.
No todo es sombrío: empresas como Chainalysis tienen tecnología que permite recuperar parte de los fondos, asegura Monahan.
“Como mínimo conseguimos devolverles algo [a las víctimas]”, explica.
Según el profesor Omid Malekan, profesor de la universidad de Columbia, hay herramientas cada vez más sofisticadas para desenmascarar a los ciberpiratas, a pesar del anonimato que impera en el criptouniverso.
“Una vez se consigue identificar a un participante”, explica este experto, “todo su historial en la cadena de bloques (la cadena informática donde queda registrada toda transacción) se convierte en una valiosa fuente de datos para rastrear toda su red”.
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