“El agua pasa por la planta de tratamiento, pero no se trata. Por eso, el líquido que está llegando a la gente tiene un tratamiento incompleto”, sentenció el expresidente de Hidrocapital, José De Viana. A su vez, el director de la ONG Monitor Ciudad, Jesús Armas, alertó que esta situación pone en riesgo la salud de los ciudadanos y recomendó no consumir esta agua de manera directa
Vanessa Martínez se acerca a la cocina para preparar el almuerzo, pero al intentar llenar con agua una de sus ollas mira con asombró cómo el líquido que sale del grifo tiene una tonalidad marrón claro, por lo que decide acercar su nariz para olfatear, y, en efecto, pudo percibir mal olor, incluso comparable con agua empozada.
“Es un olor feo”, dice Martínez, quien ahora debe considerar comprar un botellón de agua potable porque, incluso, desconfía del filtro que hace menos de dos meses instaló en su casa.
La decisión de comprar el filtro purificador de agua fue motivada por lo oscura y marrón que llega el agua por las tuberías en el oeste de Caracas. Sin embargo, después de pasar por este utensilio, el líquido mantiene el color amarillento y expide un olor desagradable.
Pero Martínez no es la única que se percató de que el agua que llega a través de las tuberías tiene un olor fétido y carece de claridad, sino que usuarios de Chacao, Baruta y otras zonas caraqueñas denunciaron que la situación se repite en sus hogares.
El expresidente de Hidrológica de la Región Capital (Hidrocapital), José De Viana, recordó que la fuente principal del abastecimiento del agua potable se toma de la naturaleza, es decir, proviene de ríos y embalses del acueducto del país (Lagartijo, Taguaza, Taguacita, Camatagua, entre otras). Sin embargo, ese líquido que recogen es agua cruda y para que pueda conectarse a la red de distribución debe ser tratada.
“Los acueductos no solamente tienen embalses, sino que cuentan con fábricas de agua que están diseñadas para que el líquido pase por aquí y se le quiten las impurezas, se desinfecta y mandarla limpia. Evidentemente, hay épocas del año en que el agua que viene de los embalses es clarita, porque es temporada de verano, sin lluvias y porque tiene suficiente tiempo almacenada para que esté transparente”, explicó el también ingeniero José De Viana.
Asimismo, detalló que durante la temporada de precipitaciones los ríos suelen estar crecidos y, además de agua, traen consigo sedimentos, así sea de parques nacionales (como Lagartijo, Guatopo o de un bosque), donde no hay intervención humana. Es decir, son totalmente naturales.
“Hay una época del año en que el agua cruda que llega a las plantas de tratamiento tiene turbidez, porque así viene de los ríos que alimentan los embalses”, agregó el expresidente de Hidrocapital.
Recalcó que pese a esta situación “todas las plantas de tratamiento fueron diseñadas para que, en épocas de lluvias, que es cuando hay más alta turbidez, tengan la capacidad de tratar el agua y convertirlas en transparente”.
¿Cómo es esto posible? El agua cruda que llega a esos embalses pasa por unos procesos, uno de ellos es la clarificación, algo que es natural. Durante esta fase se le añaden unos reactivos y se procesa, con lo cual, todo el material en suspensión se precipita y termina en el suelo para captar agua clarita, acotó De Viana.
Posteriormente, el líquido pasa por unos filtros enormes (arena y carbón activado), de tal manera que, si queda algo en suspensión, los filtros lo eliminan.
El proceso de cloración puede fallar si el agua tiene partículas
“Al final es clorada para enviarla a las casas, pero para que esto funcione tiene que estar totalmente clarita, porque se ha podido demostrar que, si hay materias en suspensión o pequeñas partículas, las bacterias se protegen allí. Entonces, no se desinfecta de manera efectiva”, dijo el experto.
De Viana destacó que el acueducto fue creado con altos estándares de calidad; sin embargo, pese a eso necesita mantenimiento y reparaciones para su óptimo funcionamiento.
“El primer problema que registran todas las plantas de Venezuela es que tienen reparaciones pendientes y los trabajos de mantenimiento no se han hecho desde hace muchos años atrás. Por ello, muchas plantas no hacen las cosas bien, por ejemplo, en los filtros, cada cierto tiempo hay que cambiar la arena y el carbón activado por material nuevo y si tu no lo cambias no realiza el proceso de manera correcta”, señaló el expresidente de Hidrocapital.
El ingeniero indicó que para que estas plantas de tratado funcionen correctamente y a plena capacidad deben realizarse las reparaciones pertinentes. La segunda dificultad que enfrentan estas instalaciones necesarias para la purificación del agua es que se necesitan de reactivos químicos, que son sulfato de aluminio, mejor conocido como alumbre, y gas cloro, estos elementos se usan para clarificar el agua y desinfectarla.
Estos químicos son extraídos de la petroquímica venezolana, específicamente se requiere ácido sulfúrico y bauxita. El hecho de depender de esta área los hace enfrentar otro problema, puesto que requieren de la producción de la gasolina para contar con esta materia prima, explicó José De Viana.
“El agua pasa por la planta de tratamiento, pero no se trata. Por eso, el líquido que está llegando a la gente tiene un tratamiento incompleto”, sentenció el expresidente de Hidrocapital.
El equipo de El Pitazo intentó contactar a autoridades de Hidrocapital para conocer su versión, pero no dieron respuesta a la solicitud presentada.
Caujarito no funciona de manera óptima
Jesús Armas, director de la ONG Monitor Ciudad, señaló que desde hace años realizan un seguimiento a la situación del agua en Caracas. Coincide con De Viana al responsabilizar a partes del sistema de acueductos de las fallas en la calidad del agua. “Las plantas de tratamiento es quizás el punto más neurálgico de todo el sistema Tuy, la planta de Caujarito, y todo indica que no está funcionando de manera óptima”.
“No hay mantenimiento y probablemente tampoco acceso a los productos de purificación correspondientes como el gas cloro”, advirtió Armas.
Además, destacó que a las aguas revueltas por las lluvias, el mal estado de las plantas de tratamiento y la condición turbia del agua que llega por tuberías, también se le junta los problemas de intermitencia del servicio, porque estos sistemas de distribución no fueron creados para funcionar de esta manera.
“Están diseñados para que el agua corra de manera constante, por tanto, cuando tienes esta intermitencia las tuberías y los tanques de agua se llenan de partículas que los ensucian y cuando llega y abres las llaves tiene color y sabor, lo que claramente es una violación a las propiedades órgano eléctricas que tienen que tener para el consumo humano”, indicó el vocero.
Riesgo para la salud
El director de la ONG Monitor Ciudad, Jesús Armas, alertó que el agua poco tratada y de color amarillo pone en riesgo la salud de los ciudadanos y recomendó no consumir esta agua de manera directa, sino que antes sea sometida a un proceso de filtrado, potabilización o que se hierva.
Por su lado, el presidente de la Academia Nacional de Medicina (ANM), Enrique López Loyo, indicó que las enfermedades hídricas producidas por el consumo de aguas no tratadas ocupan los primeros lugares de atención médica en el mundo.
“Estas patologías afectan con mayor frecuencia a niños entre 1 y 6 años, igualmente a mujeres embarazadas, que tienen una disminución de la protección inmunológica, y a personas de la tercera edad, básicamente porque sus sistemas inmunes puede ser vulnerado generando un grave problema de salud pública en todo el mundo”, dijo López Loyo.
El especialista médico alertó que el consumo de agua cruda, estancada o residual puede provocar hepatitis A, giardiasis, amibiasis, fiebre tifoidea producida por la batería salmonella, parasitosis por ascaridiasis, leptospirosis y cólera, que ya fue erradicada en gran parte del planeta.
El presidente de la ANM advirtió que este grupo de patologías producen un problema grave de salud pública en todo el mundo.
El director de la ONG Monitor Salud recordó que el agua contaminada es una de las principales causas de los índices de mortalidad infantil en el mundo, según advirtió la Organización de Naciones Unidas (ONU).
¿Cómo evitar enfermarse?
Para evitar contraer algunas de estas enfermedades, el presidente de la ANM, Enrique López Loyo, recomendó identificar las características irregulares del agua y coincide con Armas y De Viana al sugerir que las personas realicen procesos de filtrado adicionales o hervir el agua.
“En caso de que el agua tenga una baja calidad con presencia de aspecto turbio y olor no muy adecuado, se debería evitar usar este líquido”, indicó el especialista de la medicina.
Otra de las opciones es tomar el agua y esperar a que las partículas se dirijan al fondo del recipiente y hervir entre 45 minutos o una hora para que tenga una buena calidad para el consumo humano, señaló López Loyo.
“Deben estar atentos si no se sabe de dónde procede el agua. Sí está sucia, turbia, si posee algún olor o si se notan algunas partículas suspendidas, esos son signos de alerta”, alertó.
El presidente de la ANM recordó que la purificación del agua incluye varios procesos no solamente el hervor del agua sino que hay otros procesos que incluyen de dos a cuatro gotas de hipoclorito de sodio por cada litro de agua. Para consumir esta sustancia hay que esperar 30 minutos para poder ingerirla cuando esté clara, para conservar las buenas condiciones de salud.
Sin embargo, algunos usuarios denunciaron que pese a tener más de 24 horas almacenada el agua que ha llegado en los últimos días no se aclara, una situación que los preocupa, como es el caso de la cocinera Martínez.
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