Iglesia católica y gobierno en completo silencio ante abuso sexual infantil

Algunos miembros del clero aprovecharon su posición para abusar sexualmente de niños y jóvenes. Son culpables, pero sus condenas fueron laxas. El Estado y la Iglesia les tendieron una mano

El Pitazo reunió a 346 lectores el 28 de junio para hablar de la investigación del Washington Post sobre casos de abusos sexuales infantiles en la Iglesia católica venezolana. El evento correspondió a la edición 34 de los forochat Un Café con El Pitazo que se han organizado a través de WhatsApp durante el 2022 y contó con la participación de la periodista Ana Vanessa Herrera, responsable del trabajo.

Durante su intervención inicial, Herrera señaló que la investigación inició en 2020 indagando sobre algunos casos de abuso sexual alrededor de la congregación internacional Legionarios de Cristo. No obstante, los testimonios de víctimas y otras fuentes «permitieron identificar un patrón alrededor de otros casos denunciados en Venezuela perpetrados mayormente por sacerdotes diocesanos entre 2001 y 2022». Concretamente, la dificultad para obtener justicia, tanto por la vía eclesiástica como por la civil.

Herrera detalló que su investigación solamente profundizó alrededor de 10 casos de abuso sexual infantil que fueron denunciados y juzgados ante las autoridades civiles. Sin embargo, aseguró que pudo conocer numerosos casos adicionales que siguen impunes.

Sobre los casos investigados, estos fueron los principales hallazgos:

· Hubo casos en los que la condena no se cumplió completa o no hubo tiempo en prisión para los victimarios.

·  El sistema judicial venezolano y la Iglesia católica trabajaron de la mano para proteger a los perpetradores.

· Las víctimas y sobrevivientes no contaron con espacio o apoyo de las autoridades (civiles o religiosas) para conseguir justicia plena y absoluta.

· Todos los niños y jóvenes abusados procedían de entornos pobres y altamente vulnerables.

· Las condenas a los sacerdotes abusadores fueron demasiado laxas, al punto de permitirles volver a sus labores en la Iglesia a algunos de ellos.

Sobre este último punto, la periodista se detuvo para hablar un poco más sobre tres casos concretos, en los que las autoridades eclesiásticas permitieron que los perpetradores siguieran en el sacerdocio. Puedes conocerlos a continuación en la siguiente imagen:

Adicionalmente, Herrera mencionó que su investigación permitió arrojar luz sobre la impunidad existente alrededor de los abusos sexuales infantiles dentro de la Iglesia católica y el sistema judicial venezolano, especialmente al compararlo con el actuar de Latinoamérica en estos hechos.

«Cuando en otros países de la región se conoce un caso de abuso sexual dentro de la Iglesia, las autoridades civiles actúan expeditamente y se pronuncian, la Iglesia católica se disculpa y hace reformas, se informa a la opinión pública sobre los cambios y decisiones que se están tomando para enmendar el daño y las penas establecidas por las autoridades son mucho más rígidas», apuntó.

Por último, Herrera habló sobre el «viacrucis que vivieron las víctimas para obtener justicia». Mencionó el caso de José Leonardo Araujo, que fue abusado a sus 13 años por un sacerdote mexicano que trabajaba en Venezuela. Durante buena parte de su vida buscó justicia en el sistema nacional, pero no la encontró hasta que llevó el caso a México. 20 años después, José Leonardo «ha pasado su vida adulta entrando y saliendo de terapia al menos una vez al mes para lidiar con los pensamientos suicidas que lo atormentan».

El otro ejemplo mencionado por la periodista fue el de las víctimas de Enrique Castro Azócar, dos menores de edad que tuvieron que mudarse de El Tigre (Anzoátegui) junto a sus familiares debido a la persecución a la que fueron sometidos por fieles y miembros de la Iglesia.

Participan los lectores

Finalizada la intervención de Herrera, distintos participantes del evento tuvieron la oportunidad de resolver sus dudas junto a la periodista, estas fueron las tres preguntas más destacadas:

Víctor Hernández, desde Madrid (España), consultó si la Iglesia católica se había mostrado transparente y presta a colaborar con la investigación que se estaba realizando. Herrera respondió que ningún miembro de la Conferencia Episcopal de Venezuela, los obispos consultados o el Vaticano accedieron a ser entrevistados. «Solo el vicario de Barcelona, Carlos Viña, accedió a conversar y nos dijo que en 10 casos investigados por él se habían encontrado 8 culpables».

Angeyeimar Gil (Caracas) preguntó si en alguno de los 10 casos investigados hubo una resolución realmente favorable para las víctimas. La invitada señaló que en todos ellos hubo condenas, pero fueron demasiado laxas y en algunos casos se permitió a los sacerdotes volver a la Iglesia. Además, apuntó que todas las víctimas señalan que no hubo justicia plena para ellas y que la institución nunca les pidió perdón por lo sucedido, esto último siendo algo grave para personas tan devotas.

Ana María Castellano, del Observatorio Venezolano de Violencia, habló sobre las consecuencias del abuso sexual infantil a las víctimas y sus familiares. También aprovechó para consultar si existía alguna institución en el país que pudiese ayudar en estos casos.

Herrero respondió que la responsabilidad de reparar todos los daños y acompañar a las víctimas en su proceso de recuperación debería ser de la misma Iglesia católica y el Estado, pero no lo hicieron. Aparte, señaló que tampoco existe una organización que se encargue específicamente de estos temas en Venezuela (abusos sexuales dentro de la Iglesia).

NotiVeraz

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