Sigue misterio del avión venezolano que llegó con iraníes a Argentina

El magistrado de Lomas de Zamora consideró que no había ninguna medida ni amenaza real del restricción de su libertad, y que Migraciones actuó según la ley al resolver retenerles el pasaporte hasta tanto las autoridades terminen de evaluar los alcances totales del viaje de la aeronave de bandera venezolana; no hay impedimentos para que los cinco iraníes y los 14 venezolanos puedan irse del país, pero solo podrán hacerlo en un vuelo de línea, no en el Jumbo en el que llegaron

El juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena rechazó el habeas corpus presentado por el abogado Rafael Resnick Brenner en favor de los cinco iraníes que el lunes pasado llegaron al país en un Boeing 747 de bandera venezolana, al considerar que no hay vigente ninguna medida ni amenaza real de restricción de su libertad.

De esta manera, validó las actuaciones de la Dirección Nacional de Migraciones, que el miércoles pasado, cuando el Jumbo fracasó en su intento de volar a Montevideo para reaprovisionarse de combustible y proseguir viaje, les retuvo el pasaporte y les dio un permiso provisorio de estancia en Buenos Aires hasta tanto se termine de dilucidar el real alcance de la finalidad del viaje de la aeronave, que partió desde México hacia Ezeiza con una carga de autopartes para una de las principales automotrices de la Argentina. En concreto, los cinco iraníes seguirán en un hotel de Ezeiza o podrán irse de inmediato en un vuelo de línea.

Al mismo tiempo, Villena declaró abstracto el hábeas corpus interpuesto por Resnick Brenner en nombre de los 14 venezolanos que llegaron en el avión. A ellos no se les retuvo la documentación, por ser miembros del Mercosur y no necesitar visado.

Finalmente, el juez federal de Lomas de Zamora decretó que no era materia de su competencia, en esta instancia, resolver el reaprovisionamiento de combustible del Jumbo para que pueda emprender el viaje de salida de Ezeiza.

El Boeing 747 de la empresa venezolana Emtrasur no solo transportaba autopartes para una firma tercerizada de una automotriz local. También viajaban iraníes. Con un manifiesto de vuelo con irregularidades. Había siete nombres de iraníes en esa declaración de la tripulación que sumaba a 14 venezolanos y solo cinco a bordo de la aeronave cuando el martes aterrizó en Ezeiza. Se activó entonces un operativo especial de control.

La información que llegó a los investigadores locales apuntaba a las conexiones de los iraníes con la fuerza Quds. Ese grupo de la Guardia Republicana es calificado como terrorista por los Estados Unidos. La Justicia argentina conoce a esa facción, ya que su jefe de 1994 tiene pedido de búsqueda y captura internacional por el atentado a la AMIA.

El problema ahora es que el avión que opera desde enero pasado para Emtrasur fue usado durante los últimos 15 años por la compañía iraní Mahan Air, con las matrículas EK-74713 y EP-MND. Y esa compañía es sancionada por los Estados Unidos, que considera que es un brazo logístico de la fuerza Quds. Y las penalizaciones alcanzan a quienes abastecen a esa línea aérea. Hoy nadie quiere vender aquí -y en la región- combustible para que esa aeronave pueda seguir su camino a Caracas.

Toda la situación es anormal. Los investigadores se preguntan si a partir de la información del manifiesto de vuelo faltan o sobran dos iraníes. ¿Bajaron en otro lado? ¿Subirían dos aquí? Todo es posible en los análisis de inteligencia. Pero lo cierto es que ahora está, por primera vez desde el inicio de este caso, la situación en manos de la Justicia.

NotiVeraz

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