La desidia en los hábitats de los animales y espacios de recreación del parque Francisco de Miranda, conocido popularmente como el Parque del Este, es cada vez más notoria. «La irresponsabilidad por parte del Instituto Nacional de Parques, presidido por Josué Lorca Vega, ha derivado en la presencia de ratas en las jaulas de las aves.
Además del abandono de las instalaciones laborales». Así lo denunció la secretaria del Sindicato de Trabajadores de la institución, Marlene Sifontes.
Desde principios de mayo los trabajadores denunciaron la situación en cuanto la invasión de roedores en el aviario y algunas oficinas dentro del parque.
A través de las redes sociales, Sunep-Inparques difundió un video en el cual se puede observar a una rata, en el momento en que se llevaba la comida de los loros. «Es una situación terrible. Especialmente porque estos animales son transmisores de enfermedades. Las aves pueden contraer leptospirosis» alertó Sifontes.
Los trabajadores también corren el riesgo de contraer enfermedades zoonóticas (transmitidas por animales), debido a que «las ratas dejan sus desechos el lugar y las personas se contaminan al limpiar los espacios», agregó la ambientalista.
Anteriormente, el parque contaba con personal especializado en el control de plagas, sin el uso de veneno, de forma que otras especies no se vieran afectadas. Sin embargo, Sifontes remarcó la escasez de trabajadores, los cuales han abandonado el zoológico, debido a los bajos salarios, denuncia que el sindicato ha realizado en reiteradas ocasiones.
«Solo queda un miembro del personal técnico especializado en fauna. Es imposible que solo una persona limpie todas las exhibiciones», señaló.
Tras las denuncias realizadas por Sunep-Inparques, en redes sociales, la administración del parque Francisco de Miranda «retiró algunas de las aves y comenzó las reparaciones de la jaula de los loros y guacamayas», reveló Sifontes.
Promueven actividades indebidas
«Inparques siempre ha promovido el encuentro con la naturaleza, con los árboles y la fauna libre», expresó la activista.
Sin embargo, la administración realiza obras que «violan el Reglamento de Parques de Recreación a Campo Abierto o uso Intensivo», dijo.
Explicó que en el segundo estacionamiento del parque Francisco de Miranda, «tomaron espacios para construir una pista de bicicletas», las cuales están prohibidas dentro de los espacios.
Asimismo, un cartel ubicado en el cercado de las obras anuncia que se instalarán múltiples trampolines.
«Los parques son el aula abierta por excelencia para enseñar a los ciudadanos cómo comportarse en la naturaleza. Así como el respeto del ambiente y su fauna», describió Sifontes.
En este sentido, indicó que «los trampolines están hechos con material plástico, un material que nada tiene que ver con la conservación de la naturaleza. Este tipo de juegos son para otras partes de la ciudad».
Afirmó que el personal técnico de la Dirección de Recreación advirtió sobre lo expuesto en la ley de Inparques. Sin embargo «no los escucharon», aseveró Sifontes.
Reiteró las denuncias sobre los usuarios que transitan en bicicletas dentro del parque. Recordó que el acceso de estos vehículos está prohibido.
Desmantelan el Leander
Por otra parte, Sifontes informó que una empresa privada realiza la restauración del buque Leander, en uno de los lagos del parque Francisco de Miranda. «Lo desarmaron por completo», indicó.
Explicó que, en un principio, «cuando se realizaba la reparación de la Nao Santa María (buque ubicado en el parque anterior al Leander), las reparaciones las hacía una empresa especializada en reparación de barcos». Mencionó que esos trabajos se realizaron en el año 1994.
No obstante, «eso cambio cuando, en 2010, decidieron modificar el lugar. Movieron grandes cantidades de dinero para construir un anfiteatro. Retiraron el barco, sacaron el agua y la tierra. Supuestamente se trataba de un teatro que estaría debajo del agua. La zona estuvo cerrada durante varios años», recordó.
Relató que, en su momento, llevaron el caso ante la Asamblea Nacional, para demostrar los daños que causaron al parque. «Se abrió una investigación, tras la cual destituyeron al entonces presidente de Inparques».
La gestión de relevo propuso la idea de instalar el buque Leander «entre los años 2011 y 2012. Pero este duro apenas unos 10 años. Los desarmaron porque estaba hecho un desastre», manifestó.
Convierten oficinas en dormitorios
A pesar de los múltiples petitorios que han realizado los trabajadores del parque Francisco de Miranda para la recuperación de los espacios laborales, los cuales siguen sin respuesta, «están convirtiendo las oficinas en dormitorios para trabajadores de la empresa privada», informó Sifontes.
«Les están habilitando las oficinas de la Dirección de Parques de Recreación, para que sean los dormitorios de los obreros que reparan el barco», detalló.
Además, según la secretaria de Sunep-Inparques, «le quitaron el comedor al personal del área de recreación, que no tiene ni siquiera agua en los baños».
Destacó que «los obreros de la empresa usan uniformes de Inparques y ministerios, cuando no pertenecen a esas entidades».
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