Ciberseguridad y la ola de vulnerabilidades en la región

“Lo único seguro sobre la seguridad de la información es que nada es seguro”, dice el Informe de investigaciones de violación de datos (DBIR) de 2021, de Verizon, en el que sentencia que el 61 por ciento de las vulnerabilidades fueron producidas, justamente, por el robo de credenciales. La sentencia se confirma a diario: mientras Costa Rica sigue sin poder resolver de forma efectiva el ransomware que ya acredita varias semanas de hackeo, Perú fue anoticiado del suyo, por parte del supuesto mismo grupo delictivo: el grupo Conti. Pero hay más. Aquí, un breve paneo.

La ciberseguridad es un problema difícil de abordar porque las vulnerabilidades parecen llegar siempre antes que la prevención. Por estos días, y aunque no hubo demasiada expresión oficial al respecto, el gobierno de Perú habría recibido el anuncio del hackeo de información sensible alojada en las bases de datos de su Dirección General de Inteligencia. Y, aunque la advertencia que circula en Internet y redes sociales afirma que la no negociación supondría la misma consecuencia que a Costa Rica, no hubo más detalle ni trascendido oficial. También se sabe que el país andino cuenta con un experto en la materia como viceministro de Comunicaciones: Virgilio Fredy Tito Chura.

Esto sucede en una región que, durante 2021, sufrió 289.000 millones de amenazas cibernéticas, según el relevamiento realizado por FortiGuard Labs, el laboratorio de inteligencia de amenazas de la compañía de seguridad en el que, además, se trazó el podio de países más atacados, con México a la cabeza, con 156.000 millones de ataques, seguido por Brasil (88.000 millones), Perú (11.500 millones), Colombia (11.300 millones) y, algo más lejos, Argentina (3.200 millones).

En Argentina, por ejemplo, la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), dependiente del Ministerio Público Fiscal de la Nación, incluyó en su balance de gestión el indicador que refleja el incremento del 70 por ciento de los delitos informáticos en el territorio, causa que atribuye al contexto de pandemia.

“En el primer trimestre del año en curso recibimos 3.976 reportes, lo que se traduce en un aumento de un 403 por ciento en comparación con el primer trimestre del 2020, en el que se recibieron 790 reportes.

A su vez, al comparar los periodos de 12 meses anteriores a la pandemia -abril de 2019 a marzo de 2020- con los siguientes 12 meses -abril de 2020 a marzo de 2021-, constatamos que los reportes pasaron de 2.581 a un total de 14.583, un aumento que, en términos porcentuales, corresponde a un 465 por ciento, aproximadamente”, dice el informe al tiempo que admitió haber establecido “estándares y protocolos internos en torno a la confección de documentos digitales, su almacenamiento en los servidores y su ulterior remisión a las dependencias”, entre otras medidas de resguardo.

Casi como una humorada que no lo es, el 5 de mayo se celebra en todo el planeta el Día Mundial de la Constraseña, a modo de recordatorio acerca de la importancia de preservar los accesos digitales en un escenario que disminuyeron los ataques pero, volviendo al comienzo, el DBIR de Verizon -disponible aquí- la sentencia tira por tierra toda esperanza.

NotiVeraz

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