Desde 2020 las personas tienen que quedarse en casa para prevenir los contagios ocasionados por la pandemia de covid-19. Con esta modificación no solo cambiaron las rutinas, sino que también los delincuentes crearon nuevas tendencias delictivas.
La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) señala que las formas tradicionales de delincuencia han evolucionado. Indica también que las organizaciones delictivas utilizan cada vez más el Internet con el fin de facilitar sus actividades y maximizar los beneficios en el menor tiempo posible.
Los ataques cibernéticos han evolucionado a gran velocidad y el Internet ha facilitado esta serie de delitos. En El Diario conversamos con una especialista en el área para conocer los detalles de esta forma de delinquir y cómo evitar ser una víctima.
La abogada y especialista en ciberseguridad Hildamar Fernández comentó en exclusiva para El Diario que a causa de la pandemia por covid-19 y el confinamiento, la cibercriminalidad ha proliferado mucho más. Esto debido a que todas las personas están ávidas de información.
“La cibercriminalidad es un fenómeno delictivo, donde se maneja la tecnología como medio o como fin del delito. Es una mutación de delitos tradicionales ligados a tecnologías y comunicación”, especificó.
Fernández detalló que en Venezuela los delitos informáticos están agrupados en cinco clases:
- Delitos contra los sistemas que utilizan tecnología de información y comunicación.
- Delitos contra la propiedad.
- Delitos contra niños, niñas y adolescentes.
- Delitos contra el orden económico.
- Delitos contra la privacidad de las personas y las comunicaciones.
Estas categorías están plasmadas en la La Ley Especial contra los Delitos Informáticos, publicada en gaceta oficial número 37.313, en el año 2001.
Indicó que cada país le ha dado una denominación diferente, lo que dificulta la persecución internacional. “Tal vez a lo que nosotros llamamos fraude informático en otros país se puede llamar estafa informática, aun cuando la conducta sea la misma”, agregó la especialista.
El delito ha mutado y hoy en día los delincuentes informáticos utilizan medios que anteriormente no podían ser usados. Por ejemplo, el caso de los fraudes, que es los que más se tiene en Venezuela”.Hildamar FernándezComparte en
Diferencias con la estafa tradicional
Fernández indicó que la diferencia con un fraude típico es que el tipo de engaño no va directamente a una persona. En este caso se trata de un sistema que utiliza tecnologías de información.
Puntualiza que gracias a quienes han denunciado las usurpaciones o suplantaciones de identidad, es que han podido dar con los casos. En estos hechos el delincuente se apodera de las cuentas de usuarios en redes sociales para realizar ofertas engañosas.
De acuerdo con la especialista, estas acciones tienen como propósito causar un engaño o un perjuicio económico mediante el empleo de tecnologías de información. Fernández señaló que mediante la estafa se utiliza un sistema de tecnología, donde se vulnera la seguridad del equipo y el delincuente obtiene las credenciales de la cuenta.
“Para eso están utilizando un vector de datos llamado phishing”, agregó.
¿Qué es el phishing?
El phishing es una técnica de ciberdelincuencia que utiliza el fraude, el engaño y el timo para manipular a sus víctimas y hacer que revelen información personal confidencial, según avast.
En la página web informativa de avast se especifica que el phishing es una de las estafas más antiguas y mejor conocidas de Internet. Se puede definir como un tipo de fraude en las telecomunicaciones que emplea trucos de ingeniería social para obtener datos privados de sus víctimas.
Los ataques de phishing siguen los mismos principios básicos sin importar por cuál vía se realice (correo electrónico, redes sociales o mensajería). El atacante envía una comunicación con el fin de persuadir a la víctima para que haga clic en un enlace, descargue un archivo adjunto o envíe una información solicitada, o incluso para que complete un pago.
¿Cómo funciona la cibercriminalidad?
La abogada penal especificó que los ciberdelincuentes ubican las cuentas de correo, copian la imagen del portal oficial del organismo por quien deseen hacerse pasar y agregan el link que ellos deseen.Los ransomware. Infectan el sistema de la víctima cuando abre un archivo maligno o instala una aplicación trampa de hackers. Estos virus encriptan partes o la totalidad del sistema, al que el usuario solo puede volver a acceder si paga.
Señaló que una vez que la víctima da clic, es redireccionada a una cuenta falsa en la que pueden ocurrir varias cosas. Una es que se apoderan de la cuenta para posteriormente, a través de los ransomware, pedir rescate para recuperarla. Otra es infectar los equipos de software maliciosos para enviar comunicaciones a todos los contactos de la víctima.
Fernández sostuvo que en el caso del phishing, el cibercriminal puede lograr entrar a los equipos. Una vez allí captura la información donde procede a desplegar su campaña de estafa, invitando a la persona que realizar depósitos o transferencias.
Agregó que en los casos bancarios el cibercriminal crea estrategias para pedir que se ingresen los datos de las cuentas, número de tarjetas, usuarios y claves. Allí comienza la estafa, porque el delincuente puede acudir a los portales del banco y realizar las transferencias fraudulentas.
Según la especialista, existen otras formas de estafa. Una de ellas es generar cierta confianza para pedir ayuda a familiares y que envíen colaboraciones a una cuenta bancaria.
Indicó que hay personas que por cierta cantidad de dinero deciden usar sus cuentas para que sean receptoras de dinero fraudulento.Criptomoneda. Son monedas virtuales que suelen utilizar una red descentralizada para realizar transacciones.
Sin embargo, puntualizó que como como actualmente se han realizado avances en los bancos para detectar las acciones sospechosas, han optado por pedir pagos en criptomoneda, que es donde se termina de configurar el delito.
¿Quiénes son las víctimas más comunes?
La abogada señaló que todos son susceptibles a caer en este tipo de estafas. Sobre todo porque hay una gran cantidad de personas teletrabajando en sus casas que no han sido preparadas para este tipo de situaciones y no conocen las herramientas.
Sin embargo, hizo énfasis en que adultos mayores y adolescentes -quienes pasan grandes periodos de tiempo en la red, tal vez sin supervisión- suelen ser los más vulnerables.
En este sentido, la especialista en ciberseguridad indicó que otras de las tendencias que se han dado durante la pandemia ha sido el grooming. Se trata de cibercriminales que suplantan identidad y se ganan la confianza de un niño o adolescente para hacerles compartir imágenes íntimas y luego extorsionarlos.
¿Qué es el grooming?
Es un término para describir la forma en que algunas personas se acercan a niños y jóvenes para ganar su confianza, crear lazos emocionales y poder abusar de ellos sexualmente. En la mayoría de los casos sucede a través de las redes sociales, pero también puede tener lugar en otros sitios como la escuela, la zona de residencia, la iglesia, entre otros.
El acoso en línea suele ser más rápido y anónimo, pues los niños confían más en un «amigo» en línea que en alguien que acaba de conocer en persona.
En este sentido, las redes sociales son el medio más común que los groomers utilizan para llevar a cabo este tipo de prácticas. En una encuesta realizada por ESET Latinoamérica, se encontró que los niños de entre 11 y 15 años son los más vulnerables de sufrir grooming.
¿Cómo actuar legalmente?
Hildamar Fernández precisó que en Venezuela existe el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), que cuenta con una unidad especializada en delitos informáticos.
Detalló que, de hecho, ellos enviaron un comunicado indicando que quienes hayan sido víctima de ofertas engañosas y accesos indebidos, pueden realizar la denuncia llenando la planilla o el formulario que han publicado, donde se valida la información vía online.
Posteriormente, los funcionarios se trasladan a las casas del denunciante para que ratifique su denuncia.
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