Las autoridades venezolanas están investigando denuncias de que una empresa portuguesa canalizó millones de dólares en pagos inexplicables a funcionarios gubernamentales a cambio de un contrato para ampliar, modernizar y luego operar el segundo puerto más grande del país, según datos y testimonios obtenidos por el Nuevo Herald y Miami Herald.
Las denuncias introducidas ante el ministerio público del régimen de Nicolás Maduro acusan a la empresa de construcción portuguesa Teixeira Duarte de pagar fondos, lavados a través de empresas ficticias, a funcionarios venezolanos a cambio de contratos para ampliar el Puerto de La Guaira, construir una autopista y operar por 20 años el puerto marítimo. Los funcionarios no son identificados en las acusaciones, pero los denunciantes dijeron a el Nuevo Herald y Miami Herald que algunos de ellos actualmente viven en Estados Unidos.
Aún las autoridades venezolanas no han acusado a ninguna persona. Una figura central en el presunto esquema de corrupción es el empresario venezolano Jorge Hernández Fernández, dueño de un equipo de baloncesto profesional venezolano, quien no respondió a las solicitudes de comentarios formuladas por el Nuevo Herald.
Las denuncias, respaldadas por documentos proporcionados a los fiscales, acusan a Hernández de desempeñarse como facilitador de las concesiones, sirviendo de intermediario y organizando tramos de la operación, incluyendo los pagos a él mismo y a los funcionarios a través de empresas ficticias antes de molestarse al sentirse estafado por millones de dólares.
El presunto esquema de corrupción fue resumido en una carta confidencial, en 2017 a Teixeira Duarte, por el propio representante legal de Hernández, un abogado suizo llamado Cedric Aguet, quien no respondió a los pedidos de comentario. La carta, ahora en manos de los fiscales, establece el alcance del supuesto esquema y está respaldada por otros documentos y testimonios del abogado venezolano Vicente Muñoz, quien dice que procedió a investigar a Hernández luego de una disputa comercial no relacionada.
¿Quién tenía los $92 millones en sobornos pagados en Venezuela?
En la carta dirigida a Teixeira, el abogado suizo afirma que Hernández tiene un acuerdo que le otorga el 6% de todos los ingresos del proyecto portuario, lo que se traduce en millones de dólares aún impagos.
En la carta se amenaza con ir a las autoridades si la deuda no es pagada de inmediato. Aunque en una escala mucho menor, el presunto esquema de corrupción tiene similitudes con el escándalo de Odebrecht que sacudió a América Latina la década pasada. Odebrecht, un conglomerado masivo de ingeniería y construcción de Brasil con una subsidiaria en Miami, pagó al menos $800 millones en sobornos a cambio de contratos de obras públicas en la región.
El escándalo expuso el grado en que el soborno estaba generalizado en la adjudicación de contratos. Desde entonces, Odebrecht se ha rebautizado como Novonor. Hernández es conocido en Venezuela por ser el dueño de un equipo de baloncesto profesional, Los Guaros de Lara.
En declaraciones brindadas a las autoridades, Muñoz alegó que Hernández y representantes de Teixeira Duarte en Venezuela, entre otros, “procedieron a sobornar a funcionarios al servicio del Estado venezolano y de la empresa BOLIPUERTOS S.A., en lo que se refiere al proyecto de construcción y remodelación del Puerto de la Guaira, utilizando para ello (…) sociedades offshore a cargo de terceros”.
La expansión del puerto, que incluyó la construcción de una nueva terminal y de otros edificios, culminó en 2015. Junto con eso, la empresa recibió una concesión para operar el puerto, señala la carta de Aguet. Muñoz, quien dijo que Hernández y sus socios lo estafaron con $35,000 en el negocio no relacionado, relató que descubrió los detalles del presunto esquema de corrupción cuando inició su propia investigación.
Al igual que Hernández, Teixeira Duarte no respondió a los correos electrónicos y a las llamadas solicitando comentarios.
Secretos de Suisse: Un banco sirvió a los venezolanos que saquearon su país y huyeron a Miami. Los documentos obtenidos o examinados por el Herald, que también están en poder de los fiscales, alegan que Teixeira Duarte pagó decenas de millones a través de empresas de maletín.
Teixeira Duarte es una de las constructoras más grandes de Portugal, con operaciones en 22 países, incluyendo a Estados Unidos. La empresa supuestamente le pidió a Hernández que la ayudara a obtener acceso privilegiado al mercado de contratos gubernamentales en Venezuela, según muestran la carta suiza y otros registros. Los pagos de Teixeira Duarte debían depositarse en compañías off shore creadas específicamente para este propósito, documentos compartidos con los fiscales y proporcionados a el Herald.
Entre esos documentos se encuentran correos electrónicos y notas supuestamente escritas a mano por Hernández.
La empresa portuguesa acordó pagar los gastos relacionados con la creación y operación de esas empresas ficticias, en el entendimiento de que se utilizarían para realizar pagos directos a terceros no relacionados con Hernández, dice la carta de Aguet. ofrece recompensa de $10 millones por Álvaro Pulido, socio de Alex Saab Perluce Trading Limited, con sede en Malta, fue una de las compañías de maletín creadas.
Terminó jugando un papel clave en el supuesto esquema, recibiendo pagos por servicios a Teixeira Duarte que nunca se prestaron, según la carta enviada por el abogado suizo y entregada a los fiscales. En total, se firmaron ocho acuerdos de servicios diferentes, pero todos fueron “simulados”, dice la carta, “ya que el Sr. Hernández nunca brindó ni brindará ningún asesoramiento financiero o técnico ni a TD, ni a [su afiliada] Teixeira Duarte International Ltd.”, escribió Aguet.
La carta estaba dirigida al presidente de la compañía, Pedro María Teixeira Duarte. Según los documentos en posesión de los fiscales, entre ellos la carta de Aguet, se utilizaron las siguientes empresas ficticias para facilitar los pagos: ▪ Pafima, con sede en Panamá, recibió un depósito de $4.12 millones. ▪ Route Energy, con sede en Panamá, recibió $1.67 millones. ▪ Valorata, con sede en Panamá, recibió $1.02 millones. ▪ Constructora John Peruchini, de origen desconocido, recibió $1 millón. ▪ Inversora Reyes, de origen desconocido, recibió $17 millones. ▪ C.N.P, registrada en Portugal, recibió dos depósitos, uno de 1.05 millones de euros y otro de 400,000 euros. ▪ Vestal, que Muñoz sospecha fue creada en Suiza, recibió $712,000. Un abogado venezolano que una vez representó a Hernández y que habló con el Nuevo Herald bajo condición de anonimato alegó que se usaron acuerdos de servicios ficticios para justificar el dinero que desapareció. Carta enviada a Teixeira Duarte con detalles del presunto esquema de corrupción.
En algún momento, los funcionarios de Teixeira Duarte comenzaron a desconfiar de Hernández, y esa desconfianza fue la razón por la que su relación se vino abajo, dijo el abogado que una vez representó al dueño del equipo de baloncesto.
Entre tanto, Hernández sintió que Teixeira lo estaba estafando, lo que lo llevó a que su abogado suizo escribiera la carta, dijo el ex abogado del empresario. Además de obtener el proyecto de expansión del puerto y la concesión de operación de 20 años, Hernández ayudó a Teixeira Duarte a cobrar una deuda de $9 millones que tenía el gobierno venezolano, explica la carta de Aguet.
Por ese esfuerzo de cobro, Hernández recibiría una tarifa del 19% del total recuperado. Para hacer el arreglo aún más lucrativo, usó sus contactos dentro del gobierno para elevar el total adeudado a $86 millones, dijo el abogado suizo en su carta. Por ese servicio adicional, Hernández recibiría un total de $14.63 millones, decía la carta de Aguet.
Según la carta de Aguet, la empresa portuguesa pagó un total de $50.18 millones a través de las empresas ficticias. Hernández alegó que para ese momento Texeira Duerte todavía le debía $32 millones por servicios prestados, incluyendo publicidad proporcionada a través de un acuerdo de patrocinio con su equipo de baloncesto. Hernández insistió en que si el monto adeudado no era cancelado en 15 días, entonces él procedería a acudir a las autoridades.
La amenaza motivó una reunión de emergencia entre Hernández y Teixeira Duarte que se realizó en España, pero el encuentro no culminó en un acuerdo. Hernández nunca acudió a las autoridades.