La crisis en Venezuela ha tenido un impacto a largo plazo en la población. El alto costo de la canasta básica impiden que la mayoría de los ciudadanos tengan acceso a una alimentación balanceada.
Sobre este tema, la coordinadora de investigación y docencia de la Fundación Bengoa, Maritza Landaeta, alertó que en Venezuela «hay dos mundos».
«Una cosa es lo que podemos tener en Caracas y otra en el interior del país.la desnutrición aguda tiene una variabilidad muy grande, puedes conseguir una comunidad con 3% y otra con 12 o 14%», comentó este jueves en una rueda de prensa.
Para la especialista, la desnutrición crónica puede causar un retardo en el crecimiento físico e intelectual, una lamentable realidad que se profundiza en los poblados alejados de los centros urbanos.
Landaeta también mencionó el impacto de la proliferación de madres adolescentes que representan un 20 % del total de embarazos en el país.
«Muchas de ellas comienzan su gestación con déficit nutricional importante. Todo lo que ocurre a través del embarazo impacta el desarrollo del niño. Estos niños ya nacen con déficit de peso y en los primeros años del desarrollo de su vida no tienen un ambiente acorde para su crecimiento», comentó.
La falta de programas de atención para estas personas representan una manera de «reciclar la pobreza», por lo que recomendó ampliar el radio de acción a fin de acabar con este flagelo.
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