A las autoridades policiales les llegó la Navidad sin atrapar a los cabecillas de la megabanda que sembró la zozobra en Caracas durante este año. Contra estos criminales pesa una recompensa de un millón y medio de dólares, además de una solicitud internacional.
Llegó la Navidad y los delincuentes más buscados del país siguen prófugos: “Koki”, “Vampi” y “Garbis”. Salieron de su dominio criminal, la Cota 905, entre el 7 y 9 de julio en medio de un intenso enfrentamiento entre integrantes de su megabanda y fuerzas de seguridad del Estado. Desde ese entonces se desconoce su paradero.
Transcurridos seis meses de un inolvidable escenario para los caraqueños, como lo fue un tiroteo que se extendió por tres días y dejó alrededor de 30 muertos, decenas de heridos e incontables fachadas destruidas por el paso de proyectiles; es escasa la información sobre la ubicación de Carlos Luis Revette, alias “el Koki”; Carlos Calderón, conocido como “el Vampi” y Garbis Ochoa, “el Garbis”.
El 3 de agosto, el director de la Policía Nacional de Colombia, general Óscar Moreno, informó a la opinión pública que “el Koki” se encontraba en su territorio. Según lo denunció, estaría escondido en Cúcuta junto a otros miembros de su banda, pero tras este anuncio no se habló más de “el Koki” por parte de funcionarios de ese país.
Tres días después de este hecho, la Interpol publicó las solicitudes internacionales contra estos antisociales por los delitos de secuestro, narcotráfico y homicidio.
Venezuela los busca
Tras la intervención de la Cota 905, durante la Operación Gran Cacique Guaicaipuro, autoridades del gobierno venezolano ofrecieron una recompensa de 500 mil dólares por cada uno de los cabecillas de la megabanda.
El Pitazo confirmó, también en agosto, que funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), adelantaron una averiguación que los condujo a Colombia.
Efectivos de la División contra Secuestros Eje Aragua-Guárico y División contra Secuestro Eje Táchira, presentaron informes de rastreo telefónico y el cruce de llamadas de familiares y allegados a los principales miembros de la megabanda de “el Koki”, todas eran hacia y desde el vecino país.
Pugna entre miembros rezagados
Aunque desde septiembre hasta este mes de diciembre, el silencio reinó entre las autoridades, sobre las labores de búsqueda de estos cabecillas, los que sí hicieron bastante ruido fueron otros antisociales que dependían del accionar criminal de “el Koki”, “Vampi” y “Garbis”.
En estos meses hubo al menos cinco tiroteos en la Cota 905, La Vega y El Valle, protagonizados por delincuentes armados que quisieron enfrentarse a los policías que custodian las zonas para apoderarse de las garitas abandonadas por sus jefes.
Entre los hechos notorios, destaca el ocurrido el 1 de octubre en la Calle 18 de El Valle, donde se desató un enfrentamiento armado entre el Cicpc y criminales, que dejó 12 presuntos antisociales muertos.
La información extraoficial que se obtuvo en ese entonces, fue sobre su intento de reagrupación para volver a tomar zonas estratégicas de El Valle, desde donde ejecutaban extorsiones y secuestros.
Entre quienes siguen los rastros de “el Koki”, “Vampi” y “Garbis”, destacan los vecinos de la Cota 905 que aún no se recuperan de las secuelas dejadas por la violencia, la cual vivieron en primera persona.
Los agujeros en sus paredes aún les recuerdan los fatídicos días y a pesar de que la presencia policial se nota en cada esquina, esperan el día en que el trío de criminales sea puesto tras las rejas.
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