Tony Canelón, un joven ítalo-venezolano, murió en Cabudare, estado Lara, tras recibir una descarga de escopeta de perdigones a quemarropa cuando protestaba en la avenida Ribereña de Barquisimeto, al día siguiente del hecho se emitió la orden de aprehensión contra los GNB, pero nunca se ejecutó.
Sin embargo, con la presión por las investigaciones de la Corte Penal Internacional (CPI) los militares fueron puestos a la orden de la justicia, siendo imputados por los delitos de homicidio calificado por motivos fútiles e innobles, tratos crueles, abuso de autoridad, uso indebido de arma orgánica y privación ilegítima de libertad.
Los imputados son: Wilfredo Ramón Pirela, capitán de la GNB, funcionario de mayor rango y quien estaría al mando de la comisión; Pastor José Oviedo Mariño, Jorge Luis Chirinos Perozo, Lucindo José Parra Mendoza, Edixón Antonio Silva Almao, Wilmer Alberto Arriechi López, Carlos Enrique Urbaneja Villamizar, Marcos Gabriel Sánchez Peroza, Alí Froilán Meléndez Muñoz, Yomar Alexis Pérez Camacaro, Yanin Alejandro Vera Rodríguez y José Ángel Rodríguez Pérez, quienes fueron trasladados desde del Destacamento 121.