Para esta semana está prevista la audiencia en la que será impuesta una sentencia contra Bruce Michael Bagley, un reputado académico de 75 años de edad, especializado en temas de delincuencia organizada, quién admitió la imputación por el lavado de 3 millones de dólares de la red de Alex Saab.
La información se conoció a través del blog del periodista Javier Ignacio Mayorca. De acuerdo con la investigación, a partir de 2016 el estadounidense utilizó las cuentas bancarias de una compañía registrada en Florida once años antes.
Usó Bagley Consultants Inc, para dar apariencia de legitimidad a fondos que le transferían desde un banco de los Emiratos Árabes. Luego, él reenviaba esos fondos a la red del empresario barranquillero en la forma de cheques de gerencia. Previamente, hacía un descuento de diez por ciento, que representaba su ganancia por esta operación.
Para justificar estos movimientos, Bagley emitía recibos por asesoría a Saab y sus empresas.
El proceso
En vísperas de esta sentencia, el defensor de Bagley, abogado Peter Quijano dio detalles de las acciones de su defendido. Admitió que el profesor, en 2017, hizo gestiones ante la embajada de Estados Unidos en Bogotá para determinar la posibilidad de que Shadi Nain Saab, hijo del empresario, obtuviese un visado.
Según el litigante, Bagley no tuvo éxito en esta tarea. Esto, “debido a las preocupaciones por las conexiones de la familia de Saab con el gobierno hostil de Venezuela”.
Luego, Saab le pidió al norteamericano una “evaluación de riesgos” para expandir sus negocios a Guatemala.
Bagley cobraría mil dólares por hora trabajada, con un límite de veinte horas al mes. Toda esta información fue consignada por Quijano en una misiva al juez. Allí le solicita que tome en consideración la “cooperación” de Bagley la investigación.
El propio académico envió al juez Jed Rakoff (Corte Distrito Sur de Nueva York) una carta en la que expresaba su arrepentimiento por la conducta desplegada en favor de Saab. Pero el fiscal Damian Williams no le cree.
Sostuvo que Bagley actuó por mera “codicia”. Recordó una expresión del profesor en noviembre de 2018, que quedó grabada pues su interlocutor ya había sido reclutado por el Buró Federal de Investigaciones.
Este individuo, que ahora es testigo de la acusación, le advirtió que todo el dinero de Saab tenía origen ilegal. “Sí, es corrupción”, respondió Bagley.
Y añadió que Saab “está metido en la importación de comida (…) de comida hacia Venezuela, y han importado los productos de la peor calidad con precios inflados, y han llenado sus bolsillos de dinero”. De allí que el acusador pidiera al juez como mínimo 46 meses de prisión, de los cuales Bagley ya ha cumplido un 25%.
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