Venezuela, una vez referente de la producción petrolera en el mundo, es hoy testigo de excepción de un proceso sin precedentes en el país: la caída en picada de la producción de crudo que le ha llevado a ser un actor menor en el mercado global de combustibles.
Tan capital era el rol del país caribeño, que el trabajo del venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo, ministro de Minas e Hidrocarburos de 1958 a 1963, y del saudí Abdullah al Tariki fue clave para la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 1960 junto a Irak, Irán y Kuwait, una entidad que ha jugado un papel crucial en la fijación de precios del mercado de crudos.
Estas son algunas razones que explican la paulatina pérdida de relevancia del país caribeño en el sector petrolero:
1. MENOS TALADROS, MENOS BOMBEO
Según el informe mensual de la OPEP, correspondiente a diciembre de 2019, el número de taladros activos de la nación caribeña ha disminuido paulatinamente en los últimos años. Con ese nombre se conoce a los equipos que permiten la extracción de crudo desde los pozos.
Para 2016, el reporte de la OPEP daba cuenta de 58 taladros activos, que pasaron a 49 un año después y a 32 equipos en 2018. Para diciembre de 2019, Venezuela disponía de 25 taladros operativos, una caída del 56,8 % con respecto a 2016 en el número de equipos.
Venezuela pasó de ser la sexta productora de crudo del club petrolero a ocupar la décima posición, por debajo de socios como Argelia, Libia y Angola.
2. CAÍDA SOSTENIDA DE LA PRODUCCIÓN
De acuerdo con información suministrada por las autoridades venezolanas, su producción de petróleo era de 907.000 barriles diarios en diciembre de 2019, una caída del 55,4 % en comparación con los 2,03 millones que producía en 2017.
Sin embargo, el reporte de la OPEP, que cita a fuentes secundarias del mercado, precisa que la producción venezolana para diciembre se ubicó en 714.000 barriles diarios, 193.000 menos que los reportados por el Ejecutivo de Nicolás Maduro.
El analista petrolero Rafael Quirós Serrano dijo a Efe que el país retrocedió “unos 74 o 75 años atrás en términos de niveles de producción”, pues el bombeo actual es similar al registrado en 1945, cuando la industria llevaba pocas décadas de existencia.
3. DETERIORO EN LAS REFINERÍAS
Además de una merma en el bombeo de crudo, Venezuela también atraviesa por una caída en la producción de derivados, debido a las fallas que han presentado las refinerías que opera la estatal Pdvsa en el país.
El economista venezolano y profesor de Políticas de Energía en la Universidad de Rice, Francisco Monaldi, explicó a Efe que las refinerías venezolanas “están operando en cerca de 10 % de su capacidad”, es decir, producen unos 120.000 barriles diarios.
Por su parte, Quirós Serrano estima la refinación actual en unos 180.000 barriles al día, alrededor del 15 % de la capacidad instalada.
Venezuela pasa por la paradoja de ser el país con el mayor volumen de reservas probadas de petróleo, pero presenta fallas crónicas en el suministro de combustibles, lo que se evidencia en las largas colas para repostar gasolina en el interior del país que se observan en los últimos años y que ocasionalmente han afectado a Caracas.
4. EL PESO DE LAS SANCIONES DE EEUU
Para la oposición venezolana la situación de Pdvsa se debe a la reducción de la inversión y a la pérdida de personal calificado en la compañía estatal, mientras que para el Gobierno de Nicolás Maduro se justifica en los efectos de las sanciones impuestas por Estados Unidos al país desde 2017.
Monaldi explicó que hasta 2018 la producción petrolera “cayó por falta de inversión y múltiples problemas en el manejo de la industria, de 2,7 millones de barriles diarios (mbd) cuando llegó Maduro al poder (abril de 2013) hasta 1,3 mbd a fines de 2018”.
No obstante, cree que a partir de 2019 “la caída es en buena parte producto de las sanciones”.
En tanto que Quirós Serrano consideró que la merma del bombeo “viene desde el 2004 para acá en forma ininterrumpida” y que las sanciones de Estados Unidos simplemente “vinieron a empujar un poco más la crisis dramática en la cual se encuentra la industria petrolera”.
Señaló, por ejemplo, que a consecuencia de las limitaciones de comercialización impuestas por las sanciones se ha producido “el desbordamiento de los inventarios” pues ha bajado la rotación de lo producido en Venezuela que, pese a ser cada vez menos, rebasa la capacidad de almacenamiento.
Aumentar la producción petrolera venezolana pasa por la inyección de fondos, lo que en la actualidad se hace cuesta arriba en vista de las limitaciones que tiene el Gobierno de Maduro para acceder a los mercados internacionales.
Monaldi indicó que con las inversiones adecuadas el país puede aumentar su producción en unos 100.000 a 200.000 barriles por día con “cierta rapidez”, en tanto que Quirós Serrano apuntó que con un aporte de unos 18.000 millones de dólares en un año se podrían aumentar unos 250.000 barriles diarios.
Volver a los niveles de 3 millones de barriles diarios que una vez tuvo el país sí requerirá una inversión masiva que Monaldi sitúa en unos 120.000 millones de dólares en unos 8 años y Quirós Serrano en unos 250.000 millones de dólares en una década.
6. LOS RETOS DE PDVSA
“Pdvsa está destruida y requerirá masivo apoyo del sector privado. Pdvsa no tiene ni los recursos financieros para invertir, ni los recursos humanos y técnicos. Será necesario reestructurar la empresa, redimensionarla y abrir el sector a la inversión privada”, resumió Monaldi.
Acotó que para atraer recursos frescos “se requiere un nuevo marco institucional, fiscal y contractual”.
A juicio de Quirós Serrano, la estatal petrolera pasa por “una situación si se quiere caótica en todos los aspectos”, por lo que será necesario despolitizarla para concentrarse en el negocio petrolero, depurar una nómina abultada y refinanciar la deuda, para recuperar su capacidad de producción.
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