Nicolás Maduro saludó el domingo 3 de octubre la propuesta esgrimida por el presidente de China, Xi Jinping, para el «desarrollo global» que ofreció durante la 76° Asamblea General de la ONU a finales de septiembre, en el que entre otras cosas afirmó que la nación asiática no va a participar más en la construcción de plantas de carbón en el extranjero.
«China intensificará el apoyo a otros países en desarrollo de energía verde y baja en carbono, y no construirá nuevos proyectos de energía a carbón en el extranjero», dijo Xi en un video pregrabado según recordó la BBC.
También en ese discurso, el presidente Xi afirmó que China fabricará 2.000 millones de dosis de su vacuna contra la covid-19 antes de finalizar el año y aprovechó para azuzar a Washington y su homólogo, Joe Biden, en varios temas como la inconveniencia de las intervenciones militares que buscan construir la democracia. Hay que recordar que lo hizo en un momento en el que el mandatario estadounidense confirmara horas antes una «vigorosa competencia» con Pekín.
Llamó «a renunciar a los pequeños círculos excluyentes y el juego de suma cero» y pidió abordar las diferencias «mediante diálogos y cooperaciones a base de igualdad y respeto mutuo».
«El éxito de un país no implica necesariamente el fracaso del otro, porque en el mundo caben plenamente el crecimiento y el progreso conjuntos de todos los países», defendió.
Es importante recordar que desde la gestión del hoy expresidente Donald Trump, las tensiones entre EEUU y China por el tema comercial se han intensificado. De hecho, se conoció que una misión del actual jefe de Estado estadounidense viajó en los primeros días de octubre a Latinoamérica para explorar proyectos de inversión en obras públicas en los que Estados Unidos pueda contrarrestar la influencia de China en la región.
El asesor adjunto de Seguridad Nacional para economía internacional, Daleep Singh, encabezó un grupo interinstitucional que visitó Colombia, Ecuador y Panamá, informó el viernes 1° de octubre la Casa Blanca.
El objetivo de la gira fue «escuchar directamente a una variedad de partes interesadas latinoamericanas para comprender mejor las necesidades de infraestructura dentro de estos países y en la región», explicó Emily Horne, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de Biden.
En este contexto Maduro, cuyo uno de sus principales aliados es China, manifestó el respaldo a las propuestas de su homólogo chino, quien a su juicio «ha propuesto una agenda de paz, de cooperación, de solidaridad y de desarrollo global compartido para la humanidad».
Vía comunicado, el mandatario venezolano resaltó que la visión del presidente chino está centrada en la idea de «construir una comunidad de destino común para toda la humanidad ahora ha sumado la iniciativa del desarrollo global», sobre todo con iniciativas que busquen la cooperación para alcanzar objetivos como la seguridad alimentaria, el «alivio de la pobreza, el desarrollo sostenible, entre otras cosas.
Además, aprovechó para agradecer el ofrecimiento de Pekín de aportar 3.000 millones de dólares «como asistencia internacional para los países en vías de desarrollo en su lucha anti epidémica y su recuperación socioeconómica, así como el objetivo de alcanzar la cifra de más de dos mil millones de dosis de vacunas contra la covid-19».
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