Un grupo de al menos 300 venezolanos que residen en China han tenido problemas para tramitar su pasaporte, ya que tienen más de un año teniendo problemas con los trámites ante Servicio Administrativo de Identifcación, Migración y Extranjería (Saime) tanto para tener una cita de renovación del pasaporte, esperando la prórroga del mismo o de la nueva libreta.
Los venezolanos que viven en China están en riesgo de cometer delitos migratorios por no tener sus papeles en regla. Podrían ser multados, deportados o detenidos por las autoridades de la nación asiática, refiere el diario El Nacional.
Algunos denunciaron que han tenido que gastar miles de dólares para poder gestionar el documento de identidad por medio de gestores, una figura a la que los organismos públicos venezolanos le hacen frente y que el mismo director del Saime, Gustavo Vizcaíno, ha propulsado cambios en el portal de la institución para permitir al usuario «su autogestión».
Un usuario, que pidió no ser identificado, contó al citado diario que hizo las gestiones para solicitar la prórroga en febrero de 2021. Esperó dos meses y no obtuvo respuesta sobre ello por parte del Saime. Tiempo después refirió que las autoridades en China no aceptarían esa extensión de la vigencia del pasaporte, por lo que deben ingeniárselas para tener una libreta nueva, que en caso de poder conseguirla tendría una duración de 10 años.
“En abril no había forma de hacer eso a menos que consiguiera un ‘gestor’ del Saime. Conseguí uno que me ayudó a cancelar mi prórroga y pedir pasaporte nuevo. Eso me costó 400 dólares, más los 100 dólares que pagué por la primera prórroga. Después de esa fecha el sistema y el Saime estuvieron en actualización por meses”, explicó.
Por supuesto, el dinero no pudo recuperarlo porque se hizo a través de un tercero.
Advirtió que ha tenido que buscar otros gestores para poder llevar a cabo el proceso y ha gastado más de 1.000 dólares para poder tener la libreta, monto que en Venezuela son oficialmente $200 por los trámites. Refirió que el problema va mucho más allá porque sin el documento de identidad no se le puede extender el permiso de trabajo y si lo ven laborando ilegalmente, es susceptible a ser deportado.
«Es decir, sin pasaporte no trabajo y sin trabajo mi familia en Venezuela y yo podemos quedarnos en la calle”, dijo.
En los últimos años obtener un pasaporte se ha convertido en una pesadilla para los venezolanos. Desde el inicio, los problemas se han achacado a distintos motivos: escasez de material para elaborarlos, procedimientos complicados y debilidades en el sistema computarizado. De esa forma, se están violando derechos humanos y constitucionales como la identidad y el libre tránsito.
De acuerdo con tres expertos en sistemas consultados en 2020, la mayoría de las fallas se deben a la falta de mantenimiento e incapacidad de los trabajadores para manejar la plataforma del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime). Aunado a eso, argumentan los especialistas, la burocracia se le suma para que las personas se vean en la necesidad de pagarle a un gestor.
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