El régimen venezolano, a través de la aerolínea estatal Conviasa, anunció que reactivará los vuelos entre Caracas y Moscú. No solo habrá traslado de pasajeros, sino también vuelos de carga y correo. De esta manera, el nuevo itinerario se une a otros destinos ordenados de manera selectiva por la dictadura chavista durante la pandemia, como Turquía o México.
La noticia ya se había adelantado desde hace tres meses, cuando fue anunciada la intención de abrir vuelos hacia Rusia e Irán. De hecho, la dictadura chavista compró dos trasatlánticos Airbus A340 de 250 millones de dólares cada uno. Esto a pesar de la crisis económica que azota al país.
Además, hace poco Rusia anunció que armará a Venezuela, Nicaragua y Cuba para enfrentar «amenazas militares». Según el ministro de Defensa de Vladimir Putin, Serguéi Shoigú, es necesario en caso de “hacer frente a una situación complicada”, como por ejemplo “intentos permanentes de instigar revoluciones”.
Son dos hechos recientes que demuestran lazos y acuerdos cada vez más estrechos entre Maduro y Putin, sin contar con que la petrolero rusa Rosneft tiene cada vez más control sobre el mercado de crudo venezolano. También está la firma de 12 acuerdos que van desde lo militar hasta lo alimentario. Un breve repaso demuestra cómo Venezuela está sirviendo de principal instrumento para la intromisión de Vladimir Putin en América Latina
Nuevos acuerdos
Para Nicolás Maduro, su relación con Rusia es «ejemplar» y es una muestra de cómo funciona el mundo «multipolar». De eso último no hay duda. Distintos expertos e informes demuestran que esta alianza suprarregional sirve como estrategia para extender el poder de Rusia, Irán y China en el continente, con Colombia como primer objetivo para expandir allí el control de grupos irregulares y economías ilícitas.
La firma de 12 acuerdos a finales de marzo demuestra que Putin está fortaleciendo su respaldo a la dictadura de Maduro. Casualmente, esto ocurrió el mismo día que Estados Unidos publicó un nuevo reporte sobre violaciones de derechos humanos en Venezuela. “Ejecuciones ilegales o arbitrarias, desapariciones forzadas, tortura, y casos de trato cruel, inhumano y degradante por parte de las fuerzas de seguridad”, fueron los problemas más significativos plasmados en la carta firmada por Antony Blinken, secretario de Estado de EE. UU.
Pero Maduro y Putin hicieron caso omiso. Por el contrario, se encargaron de remarcar los acuerdos, que incluyen la dotación de vacunas Sputnik V y de EpiVacCorona. Desde febrero pasado han llegado 250.000 dosis del total de 10 millones supuestamente acordadas. Es decir, Moscú se han convertido en ficha esencial en la lucha de Maduro contra la pandemia.
Más venta de armas
El anuncio causó alarma, pero no es algo nuevo. A pesar de las sanciones impuesta a la dictadura chavista por parte de Estados Unidos, Putin ha dotado al país caribeño de municiones continuamente.
Hasta febrero de 2020, oficialmente Venezuela contaba con al menos 20 unidades operativas del cazabombardero ruso Sukhoi Su-30, similares a las del F-15E Strike Eagle estadounidense, así como con armamento antiaéreo y radares de tecnología rusa, indicó EFE. Venezuela también aloja una fábrica de rifles Kaláshnikov, usados por las Fuerzas Armadas de Venezuela.
Según la agencia rusa Interfax, los contratos en el campo técnico-militar entre Rusia y Venezuela rondan los 11000 millones de dólares.
Esta vez, los nuevos equipamientos se hicieron a solicitud de ambos regímenes, según Moscú. «A pesar de la pandemia, las relaciones de Rusia y Venezuela han avanzado y siguen avanzando a una velocidad envidiable», tuiteó el canciller chavista Jorge Arreaza. Se desconoce el tipo de armas que esta vez proporcionó el Kremlin.
Mayor control del mercado petrolero
La petrolera estatal rusa Rosneft controla 75 % del mercado petrolero venezolano, según información difundida por ABC. En julio de 2019 apenas comerciaba 40 %, según la consultora Refinitiv Eikon. Un mes después había subido a 66 %. A principios de 2020 ya llegaba a 75%, de acuerdo con estimaciones de EE. UU.
«La empresa pública rusa Rosneft es el distribuidor mundial del mayor recurso natural de Venezuela y última fuente de liquidez del régimen: el petróleo».
La información dista de la supuesta «soberanía» defendida desde los inicios de la mal llamada revolución bolivariana. El portal español detallaba que la empresa rusa usa barcos petroleros con bandera de Malta o Grecia para transportar el crudo venezolano a sus dos compradores principales: India y China.
PDVSA incluso abrió a mediados de 2019 una delegación comercial en Rusia, tras cerrar la que tenía en Portugal. Si bien esta información no pertenece al año en curso, da cuenta del control que tiene el Kremlin sobre el régimen venezolano. Son lazos y acuerdos entre Maduro y Putin que serán difíciles de romper por el alcance que tienen. No solo se trata de economía, sino de la supervivencia del régimen venezolano y la expansión del poder ruso en la región.
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