La vicepresidenta de la Asamblea Nacional (AN) electa en 2020 y ex ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, «se dedicó a construir su ejército de grupos armados, con la excusa de defender la revolución y lo consiguió con los presos a quienes ofrece beneficio», así lo reseña la periodista de la fuente militar y frontera, Sebastiana Barráez, publicado en el portal de noticias Infobae.
Desde la Asamblea Nacional pretende seguir imponiendo el destino de los presos en Venezuela. Es así como anunció que interpelarán a fiscales del Ministerio Público de Barquisimeto, estado Lara, ubicado a casi 400 kilómetros de Caracas. La razón que da para ir contra los fiscales es porque se han extralimitado en sus funciones, pretendiendo «ejercer control sobre actuaciones de las comisiones de la AN ante graves denuncias de vulneración a derechos fundamentales».
Lo que a Varela no le gustó es que cuando los diputados de la Comisión de Política Interior fueron a Lara supuestamente por la denuncia que hiciera el diputado Julio Chávez sobre violación de derechos humanos contra privados de libertad y recluidos en instalaciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, penales y Criminalísticas, así como en instalaciones militares y PoliLara.
La comisión parlamentaria fue acompañada por el fiscal superior Beiker Alí Pabón Gómez, los fiscales René Roberto Arroyo Alvarado, Ángel David Morillo Ferrer, Normeli Rivero y Ángel Díaz. Además de los jueces Jorge Antonio Díaz Mendoza, Griselda Yasmira Salas Camacaro, Yudith Jiménez y Roberto Leal.
Durante la visita parlamentaria quedaron en libertad condicional 12 de quienes estaban presos, lo que causó molestia entre los fiscales, quienes manifestaron que solicitarían nuevamente privativa de libertad contra ellos.
El grupo armado
Desde que llegó al cargo el 26 de julio 2011 se dedicó a construir su ejército de grupos armados, con la excusa de defender la revolución y lo consiguió con los presos a quienes ofrece beneficio.
Varela fue señalada por el general (Ej) Manuel Ricardo Cristopher Figuera, después de la Operación Libertad del 30 de abril 2019, de haberle solicitado al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, 30 mil rifles para armar su ejército privado y que el destino de estos, según le habría dicho a Padrino, que «tenía entrenados a varios prisioneros, de la cual ella era su comandante».
Hugo Chávez llamó a Iris Varela «fosforito» y «Santa Iris de los Desposeídos»: la mujer, quien manejó el Ministerio Penitenciario con el criterio de utilizar un ejército de presidiarios entrenados, nunca tuvo prurito alguno ante la cantidad de muertos en motines ocurridos en las cárceles venezolanas, el tráfico de armas, además de relacionarse con los pranes, como se conoce a los presos que controla las cárceles.
Nunca dio explicaciones sobre los cadáveres que aparecieron en una fosa común, en la Penitenciaría General de Venezuela (PGV). pero sí arremete contra los fiscales y dirigentes políticos con los que no simpatiza.
La liberación de presos le ha servido a Varela para bajar el hacinamiento. Es así como las medidas sanitarias contra el Covid-19 le dieron la excusa perfecta para sacar a cientos de privados de libertad.
Las alarmas se encendieron cuando en abril 2020 la liberación de presos fue masiva. Ese día fueron 382 del Centro Penitenciario de Tocuyito en el estado Carabobo. Su excusa fue el Régimen de Confianza Tutelado, establecido en el Código Orgánico Penitenciario.
Varela revisa expedientes, como si fuera un fiscal, decide libertad o cárcel como si fuera un juez, amenaza con cárcel a dirigentes político, como lo hizo con Juan Gerardo Guaidó Márquez, a quien advierte que ya tiene las esposas listas.
Solo con la implementación del Plan Cayapa, quedaron en libertad a gran cantidad de personas, algunas de las cuales pagaban delitos graves.
NotiVeraz