Maduro seguirá el modelo chino para rescatar su destrozada economía

A través de la Asamblea Nacional, el régimen de Nicolás Maduro busca imitar al modelo económico chino para salir de la crisis. Esto es lo que se quiere con la creación de las Zonas Económicas Especiales o ZEE, cuya ley presentaron el Parlamento.

La presentación del instrumento estuvo a cargo de Nicolás Maduro Guerra, aunque solamente hizo el enunciado, porque el proyecto en sí está rodeado de misterios.

La agencia Efe publicó que el objetivo es el de atraer inversión extranjera, principalmente la de los aliados del madurismo. Sin embargo, la oposición teme que sirva para entregar recursos naturales a intereses extranjeros.

«Asumimos el llamado del presidente Nicolás Maduro mediante el cual propuso analizar las posibles soluciones legislativas. Las mismas deben permitir enfrentar las actuales criminales y crueles acechanzas imperiales de potencias extranjeras. Y de esta manera se reimpulsen las líneas maestras de las zonas económicas especiales (ZEE)», dijo Maduro.

Según Maduro hijo, estas ZEE serán «una alternativa estratégica de inversión». Con ello se quiere «asegurar el desarrollo industrial científico, tecnológico y financiero». Todo sin perder el «equilibrio interterritorial» y perseguir mejores condiciones «socioeconómicas, geoestratégicas y geopolíticas».

Pero, ¿cómo funcionarán esas ZEE para conseguir todo esto? Ese es el gran misterio todavía sin resolver y que obliga a mirar a China.

El modelo chino

China es uno de los dos grandes aliados internacionales de Venezuela. Pero, más allá de coqueteos, es evidente que su modelo económico es, cada vez más, un referente para Maduro.

Maduro Guerra lo dijo con rotundidad en la AN: «Una gran ZEE exitosa es (la de) nuestros hermanos de la República Popular China. Una zona llamada Cantón en los años 80 tenía una población de dos millones de habitantes, muy humilde y deprimida económicamente. Hoy, con una población creciente de más de dos millones de habitantes, es una de las principales zonas industriales de China», dijo.

Parece claro que el modelo chino marca el norte en la brújula venezolana.

Específicamente, en esas zonas, el Gobierno del gigante asiático aplica políticas económicas especiales. Las mismas se diferencian de las del resto del país y más orientadas al libre mercado.

A ello se suman incentivos que permiten que el comercio fluya sin las restricciones o autorizaciones del resto del país. Mientras busca atraer muchas inversiones extranjeras.

El diputado explicó que el modelo a implementar «supera los modelos tradicionales de organización y desarrollo regional. Implementa dentro del régimen socioeconómico (…) la promoción estratégica de la inversión nacional extranjera pública. A ella se suma el capital privado, mixto o comunal para impulsar ese tipo de propiedades».

La opacidad

El primer reclamo de los economistas en Venezuela es que se supere la opacidad en la gestión de Maduro. Del gasto público se desconoce casi todo, pues el presupuesto no es consultable, como tampoco lo es a quién se hacen concesiones, la producción petrolera o el precio al que se vende el crudo.

Con esa opacidad por bandera, el mayor riesgo de las ZEE radica en cómo se gestionen y qué suceda en ellas, pues Venezuela no es solo uno de los países más ricos en recursos naturales del mundo, sino que también tiene una de las geografías más complejas.

Por ambas razones, obtener información de regiones aisladas donde la minería y el petróleo abundan es cada día más difícil.

Todo ello ha desatado las primeras críticas y el partido opositor Vente Venezuela, que lidera la conservadora María Corina Machado, ha denunciado que el chavismo pretende poner en marcha unas zonas económicas «a la medida de sus intereses, de espaldas al país» y utilizando como base «el modelo totalitario chino».

A las críticas se ha unido el exdiputado Luis Barragán, quien ha denunciado que las ZEE suponen «un mecanismo mucho más rudimentario de explotación por las mafias criminales de los recursos estratégicos que quedan en el país» y cree que serán las «zonas estratégicas especiales de las mafias».

Un modelo importado de China cuya adaptación al socialismo bolivariano puede suponer una alternativa a la crisis venezolana o agravar más la situación.

NotiVeraz

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