A través del Psuv, el Carnet de la Patria o el CLAP, el régimen de Nicolás Maduro raciona la poca producción de gas doméstico que requiere 80% de la población.
Venezuela sólo produce 35 % del gas doméstico que requieren las familias para cocinar sus alimentos. En promedio el país demanda 40 mil barriles diarios únicamente para el llenado de bombonas. PDVSA está produciendo unos 15 mil barriles diarios.
La información la dio a conocer Nelson Hernández, especialista en materia energética, en entrevista con La Prensa de Lara.
Esa cantidad deficitaria de Gas Licuado de Petróleo (GLP), que requiere 80 % de la población que tiene bombonas, lo racionan «perversamente». Con ello aplican «mecanismos de control social en las comunidades más pobres». Pero, las mismas son las que más votos le generan al PSUV en las elecciones.
Así lo denuncia, a su vez, Marisol Bustamante, politóloga y directora general de la ONG, Transparencia Ciudadana.
Según el último informe publicado por el Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos, Lara es el tercer estado del país con peor distribución de gas. «Sólo 30,6% de los habitantes en Iribarren (Barquisimeto) reciben gas doméstico cada tres o más meses», indica esta ONG.
Bustamante asegura que hay comunidades donde los cilindros de 10 kilos llegan cada cuatro meses. «A los ciudadanos les solicitan el Carnet de la Patria o los atienden según estén inscritos en el censo de la cajas de alimentos CLAP».
«Utilizan el censo CLAP como una política de Estado para reducir el número de bombonas que deben entregar por familia. Cuando PDVSA Gas Comunal no había pasado en calidad de comodato a ser administrada por la Gobernación de Lara, tenían establecido que una familia conformada por cinco personas, debía recibir un cilindro de 10 kilos cada 15 días. Ahora pueden pasar más de 90 días para ser atendidos, en promedio es el mismo tiempo que el gobierno tarda en entregarles los alimentos subsidiados», argumentó.
Comentó que hay comunidades en extrema pobreza, donde hay Bases de Misiones del PSUV. Allí las bombona de gas de 10 kilos llegan cada 40 días. Suelen ser comunidades vigiladas y controladas por el partido para la movilización y participación electoral.
«Hay otras comunidades en pobreza pero que las denominan zonas de silencio. No tienen tanta incidencia política, porque las señalan como opositoras. Allí el servicio de gas es casi nulo o llega con menos frecuencia», dijo.
«Los servicios públicos se suministran a través de mecanismos partidistas, excluyentes y discriminatorios en Venezuela», alertó.
Denunció que esto «es una violación a los Derechos Humanos de la población», exclamó.
Crisis estructural
Nelson Hernández, especialista en materia energética, indicó que la crisis de gas en el país es estructural desde 2010. Esto a pesar que Venezuela es el octavo país del mundo con mayores reservas probadas de gas natural.
Pero desde hace 11 años el país registra un déficit de producción del combustible. Ahora, parte de la población cocina en leña retrocediendo a épocas prehistóricas.
«La falta de GLP se debe a la caída de la producción de gas asociado al petróleo. Si no hay producción de petróleo, no hay producción de gas. También es por la baja operatividad de las plantas donde se obtiene el GLP. la razón es la falta de mantenimiento y la inoperatividad de Pdvsa Gas Comunal. Esta maneja más de 80 % del negocio del GLP», comentó.
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