El Comandante del Ejército y el director de la Policía de Colombia rompieron el silencio, en exclusiva para Semana, sobre Nicolás Maduro y la presencia de Márquez y Santrich en Venezuela.
Aunado a esto, se pronunciaron sobre la ola del violencia que sacude a su país, del glifosato, de la búsqueda de Sara Sofía y plantearon la regulación de las redes sociales.
A continuación, parte de la entrevista:
Vicky Dávila: La gente está angustiada por la inseguridad. Todos los días hay noticias de las regiones y de las ciudades. ¿Es un problema de percepción o están disparados los crímenes?
General Eduardo Enrique Zapateiro: Con toda seguridad pensaría que es percepción. Hay casos en todo el país que se están presentando. Pero con la Policía estamos trabajando duro, en todo el territorio, haciendo lo que nos corresponde. Somos la piedra en el zapato de los bandidos. Hace poco le decía al señor presidente que las acciones terroristas suelen ser producto del desespero. Cuando hay confusión en esas estructuras, es porque están desesperados. Nuestras operaciones los tienen muy desconcertados. Estamos golpeando duramente al narcotráfico, que es a lo único que están dedicadas estas estructuras criminales.
V.D.: General Vargas, la situación en las ciudades es alarmante: atracos, tiroteos y asaltos incluso a la Conferencia Episcopal, en plena Semana Santa.
General Jorge Luis Vargas: Antes de contestarle, gracias por esta invitación. Nos encontramos en el despacho de mi general Zapateiro como siempre, los dos de cara al país, trabajando juntos, integrados, estas dos fuerzas que tanto, que tanto quieren a los colombianos y nos sacrificamos por todos nuestros compatriotas. Ahora, cualquier hecho que suceda a los colombianos siempre nos tiene que preocupar. En el tema de la Conferencia Episcopal, se conformó un grupo de alto nivel. Creemos que tenían una información privilegiada. Todo lo que sucede en Bogotá le duele a Colombia. Los ataques sicariales, la delincuencia, entre otros, tienen un avance investigativo muy importante. Pero quisiera leerle cifras que son muy objetivas. Bogotá es la ciudad que, proporcionalmente hablando, tiene menos homicidios (-17 por ciento) que el promedio. En lesiones personales está en -1 por ciento. El hurto en todas sus modalidades en el -25 por ciento. Tenemos un reto en el hurto de bicicletas. Entiendo que no solo en el país, sino en el mundo hay desesperanza, negativismo, pesimismo. Pero en los hechos, en criminalidad vamos a la baja.
V.D.: ¿Cuáles son esos motivos de inseguridad?
G.V.: Son disputas por rentas criminales, producto del tráfico local de estupefacientes como lo dijo mi general Zapateiro. Ese es el problema. En Colombia, por ejemplo, los homicidios son realizados en un 74 por ciento a partir de esas disputas con armas de fuego y armas cortopunzantes. Nos enfrentamos a delincuentes reincidentes, prolíficos y recurrentes. Pero yo quiero es llenar de esperanza a los colombianos. Hay un trabajo metódico, profesional, articulado.
V.D.: General Zapateiro, ¿qué son las disidencias? ¿Son narcotraficantes puros? No sé si nos pueda reconfirmar algo, que ya es una verdad a gritos, y es que están en Venezuela.
G.Z.: Claro que sí, Vicky, usted ha dicho una verdad. Es un problema sensible. Nuestro presidente lo está trabajando de la manera más quirúrgica para no caer en errores. Estas disidencias engañaron a Colombia y a la comunidad internacional. Estuvieron en los acuerdos de paz, pero siguieron en el narcotráfico, el secuestro, la extorsión, el boleteo, el reclutamiento forzado. Desde 2019 hemos dado de baja a Cadete, Cachorro, Chamo, Yeison Orejas, el Negro Edward, Gildardo Cucho, Alonso, Jaime Martínez. Todos han venido cayendo y van a seguir cayendo.
V.D.: ¿En el Cauca qué está pasando?
G.V.: El enemigo es la estructura Dagoberto Rojas, con expansión en otros departamentos. Nuestro presidente dio los recursos para crear el comando del Cauca. Y gracias a eso desarticulamos el mando, control y finanzas de la estructura, que pretendía hacer expansión a Huila y Tolima. Ellos buscan recuperar los corredores del narcotráfico.
V.D.: ¿Usted también diría, como el general Vargas, que quiere dar un mensaje de confianza?
G.Z.: Correcto. Hay muchísimo trabajo, muchísimas cifras de lo que estamos logrando. En los primeros meses de 2021, hemos incautado 28.205 kilos de cocaína, mientras que en 2020 esa cifra fue de 11.328. Es decir, un 112 por ciento más. Algo similar pasa con la marihuana. Incautamos 39.151 kilos este año, y el pasado, 22.361, un 75 por ciento más. En uno de los temas más sensibles del país, los menores reclutados en las garras de los bandidos, en los tres primeros meses de 2020 recuperamos 96, y en 2021 llevamos 168 menores.
V.D.: ¿Cómo hacen esto último?
G.Z.: Con Lina Arbeláez, del ICBF, y los consejeros presidenciales, estamos tratando de ofrecerles mejores posibilidades. No es fácil. En el último bombardeo que se hizo a Gentil Duarte, nos dimos cuenta de que estaba la misma menor que ya habíamos recuperado en otra operación y había perdido un brazo. Se había escapado del ICBF para volver al campamento. Esas son realidades que nadie dice. Se oye es a quienes salen a desprestigiar.
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