Juan Guaidó, fue postulado este domingo por los diputados de la Asamblea Nacional legítima como presidente de la Asamblea Nacional y, por lo tanto, para mantenerse como el líder legítimo del país. Primer vicepresidente: Juan Pablo Guanipa y Segundo Vicepresidente: Carlos Eduardo Berrizbeitia. Secretario: Angelo Palmeri.
La diputada Delsa Solórzano fue la encargada de anunciar la plancha candidata al liderato del Parlamento para el período 2020-2021. «Nosotros, sin ninguna duda, apostamos por la democracia y por la reelección de Guaidó», dijo.
Solórzano también hizo énfasis en que, conforme la Constitución venezolana, ante la ausencia de presidente electo en el país, Juan Guaidó se mantendría como presidente encargado de la República.
Juan Guaidó y los diputados legítimos de la Asamblea Nacional de Venezuela se reunieron para lograr el quórum necesario para realizar la sesión de elección de la legal directiva del Parlamento.
En la sesión del Parlamento venezolano realizada en las instalaciones del Diario El Nacional, Juan Guaidó fue ratificado como presidente legítimo de la Asamblea Nacional de Venezuela.
Desde Washington, la administración del presidente Donald Trump le advirtió al régimen que enfrentaría consecuencias por torpedear la votación en la Asamblea Nacional y reiteró que continuará reconociendo a Guaidó como jefe de estado hasta que Venezuela realice elecciones libres y transparentes.
“Es nuestro entendimiento que bajo las leyes de Venezuela, Guaidó sigue siendo presidente hasta el momento en que se permita una elección legítima”, dijo el enviado especial de Washington ante Venezuela, Elliot Abrams, en una entrevista con McClatchy.
Previendo que el régimen pretenda bloquear la votación del domingo, Abrams dijo que la actuación del régimen de bloquear el acceso al edificio constituye una medida de último recurso que le acarreará a Maduro un mayor aislamiento internacional.
Abrams formuló los comentarios el viernes en anticipación a la votación. Un funcionario del Departamento del Tesoro confirmó después de los eventos del domingo que las declaraciones de Abrams continuaban teniendo vigencia y que el gobierno de Estados Unidos seguía respaldando a Guaidó.
El régimen pasó gran parte de la mañana obstaculizando el acceso de los diputados a la sede de la asamblea, donde tenían previsto participar en una crucial elección que determinaría la permanencia de Guaidó como presidente interino.
Solo un puñado de diputados de Guaidó habían logrado ingresar a la sesión, mientras que a la bancada de Maduro se le permitió ingresar con toda facilidad. Las fuerzas del chavismo luego dijo haber nombrado a una nueva directiva del parlamento sin que contara con el debido quórum.
Imágenes tomadas a inicio de la tarde mostraron a Guaidó tratando de escalar la reja a las afueras del palacio legislativo para tratar de ingresar, siendo empujado hacia afuera por elementos de la Guardia Nacional.
Parra se juramentó con un megáfono mientras el jefe parlamentario intentaba, sin éxito, entrar a la sede de la unicameral Asamblea Nacional.
Parra aseguró a la prensa que la sesión contó con 140 diputados y que 81 aprobaron su postulación, presentada apenas unas horas antes por otro legislador opositor que marcó distancia con Guaidó, José Brito.
Parra y Brito son acusados de cabildear ante autoridades de Colombia y Estados Unidos para librar de responsabilidad al empresario colombiano Carlos Lizcano en casos de presuntos sobrecostos en la importación de alimentos para el gobierno de Maduro. Tras esa denuncia, ambos rompieron con Guaidó, asegurando que aún siguen siendo adversarios de Maduro.
Según las leyes venezolanas, solo la directiva presidida por Guaidó podía convocar la votación a nuevas autoridades del parlamento.
Integrantes del equipo organizador de Guaidó le habían explicado al Nuevo Herald que elementos de la Policía y de la Guardia Nacional chavista estaba bloquearon el ingreso de los legisladores, sometiéndolos desde temprano a tortuosos, innecesarios y repetidos procedimientos de seguridad en alcabalas improvisadas que impiden el libre tránsito en las vías de acceso.
En una de las múltiples alcabalas, Guaidó enfrentó a los soldados que se encontraban allí bloqueando el acceso.
“Dónde está tu tío tu primo están en Venezuela? Están aquí en Venezuela?”, expresó el presidente interino. “Hoy ustedes son cómplices de la dictadura con esta acción … Son cómplices con los que están haciendo pasar hambre al pueblo.”
Los diputados debían decidir hoy si Guaidó continúa al frente de la Asamblea Nacional, posición que le brinda autoridad para ejercer la presidencia interina de Venezuela, puesto reconocido por una coalición internacional que le respalda.
La oposición venezolana conquistó 112 de los 167 escaños de la Asamblea Nacional en la última elección y Guaidó solo necesita 84 votos para mantenerse como jefe del parlamento. En las últimas entrevistas que ha brindado, el dirigente opositor asegura que tiene muchos más votos para ganar la reelección en la votación.
El choque de trenes se produce en medio de acusaciones de que el régimen ofrecía sobornos de hasta un millón de dólares por cada voto opositor que le ayude a retomar el control de la Asamblea Nacional, en una maniobra bautizada como la “Operación Alacrán”.
Pese a ello, fuentes dentro del campo de Guaidó aseguraron que el movimiento opositor contaba con suficientes votos para salir airoso en la prueba, aunque eran cuidadosos en decir que el régimen está dispuesto a ir muy lejos para derrotar al presidente interino.
Aún cuando la votación del domingo en la superficie parece ser solo un trámite administrativo dentro de la Asamblea Nacional, un cambio al actual liderazgo podría convertirse en una amenaza existencial para el liderazgo que ejerce Guaidó.
Es precisamente su papel como presidente de la Asamblea Nacional lo que le otorga la justificación constitucional para su presidencia interina, y perder ese puesto brindaría argumentos legales a favor de su remoción del cargo, lo que dejaría en limbo el respaldo que ha obtenido de la comunidad internacional.
Guaidó capturó por primera vez la atención internacional el 23 de enero de 2019, cuando la Asamblea Nacional acusó a Maduro de usurpar la presidencia de la república a través de un fraude electoral, y Guaidó posteriormente declaró que era su deber constitucional asumir la presidencia.
El movimiento audaz unió en ese momento a una oposición que se encontraba fracturada y electrificó a las multitudes.
Pero desde entonces, el grito de batalla de tres puntos de Guaidó (el final de la “usurpación” de Maduro, la creación de un gobierno de transición y elecciones presidenciales libres y justas) ha perdido fuerza, y su popularidad ha disminuido en medio de acusaciones de corrupción de miembros de la oposición.
Un bloqueo policial impide que algunos legisladores de la oposición, incluido el presidente de la Asamblea Nacional y el líder de la oposición en Venezuela, Juan Guaidó, lleguara a la Asamblea, en donde Guaidó debía encabezar una sesión para elegir la nueva directiva de la Asamblea Nacional…
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