Un trabajo presentado en elpais.com, señala que la oposición venezolana intenta recomponerse con Juan Guaidó brindando un balance del que parece ser ahora su principal objetivo y una demanda de la comunidad internacional para encarar la nueva etapa de la lucha por una transición política en Venezuela. En una mesa con diversidad de liderazgos partidistas y de la sociedad civil, el líder de la oposición llamó a “la mayor y mejor unidad posible para lograr elecciones libres”.
En el encuentro con la prensa habló de las conversaciones que ha sostenido parte del equipo que lo respalda desde Bogotá para lograr un acuerdo en el corto plazo, tanto en lo político como en lo humanitario. Se refirió en particular al ingreso de las vacunas contra la covid-19 a través del mecanismo Covax para seis millones de venezolanos.
El martes, Guaidó habló por separado con el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, y con el canciller de Canadá, Marc Garneau, quienes se comprometieron a seguir respaldando la causa por un cambio de Gobierno pacífico en Venezuela, a través de elecciones, y también al liderazgo de Guaidó como presidente interino.
La agenda de presión interna, dijo Guaidó, ha comenzado con la gira que está haciendo por el país la comisión delegada de la Asamblea electa en 2015. Además, tienen en el horizonte una movilización para el 8 de marzo, cuando las mujeres han llamado a protestar por el incremento de los feminicidios en las últimas semanas. “Vamos a construir la mayor unidad posible y la suficiente presión interna con nuestros aliados para ir a elecciones libres y resolver la emergencia que creó esta dictadura”, señaló Guaidó. “Nosotros lo que queremos en votar libremente”, dijo.
La oposición venezolana que respalda a Guaidó busca aprovechar un momento en el que nuevamente parece haberse alineado el empuje internacional, con Washington y Bruselas aplicando presión al mismo tiempo. “Muchos creyeron o les hicieron creer que la Administración de Estados Unidos (la de Biden) no iba a reconocer al Gobierno encargado o que la Unión Europea iba a cambiar de posición como si esto fuera un problema de personas. No: son Estados. La democracia, la Constitución es lo que respalda en definitiva la Administración del presidente Biden, la Unión Europea y nuestros aliados. Dejen de creer en cantos de sirena”.
El Gobierno de Nicolás Maduro, el chavismo y otros actores, sin embargo, también están jugando en el tablero electoral con una posible convocatoria de elecciones regionales y municipales que nuevamente exacerbe el dilema opositor de participar o abstenerse. Luego de la designación de los rectores que hizo el Supremo en junio, el chavismo en la Asamblea ha iniciado los procedimientos para elegir un nuevo árbitro. Un grupo creciente de actores reconocidos de la sociedad democrática, desgajada de los partidos políticos, ha encontrado en este escenario una importante zona de coincidencias. Denominados Foro Cívico, parecen decididos a adelantar la lucha por condiciones electorales para participar en las venideras elecciones de gobernadores y alcaldes, independientemente de Juan Guaidó, de las sanciones europeas o de lo que tenga que opinar la Administración de Joe Biden.
Cerrado el ciclo de Donald Trump, parte de la oposición venezolana busca otras opciones para desatrancar la crisis venezolana. Muchos de ellos, académicos y actores cívicos respetados de la sociedad disidente, han sido recibidos en el Comité de Postulaciones de la Asamblea Nacional que en estos momentos controla el chavismo, como paso preclasificatorio a integrar la nueva directiva del Poder Electoral del país. Aunque serían varias las señales adicionales que debe ofrecer el chavismo para habilitar políticamente a la oposición, la desesperación ciudadana ha hecho que estas iniciativas avancen por cuenta propia. En los Estados del país existe una presión genuina para forzar una presencia electoral en las consultas chavistas.
Guaidó reconoció la existencia de este tercer camino emprendido por la sociedad civil, pero puso una campanada de alerta sobre las intenciones del Gobierno de repetir la maniobra que desembocó en una renovación de la Asamblea que no ha sido reconocida por la comunidad internacional. “Me pueden gustar mucho los nombres que presentaron de candidatos a rectores, pero quien los vota es la clave. Hay unos parámetros democráticos que deben cumplirse”, dijo refiriéndose no solo a la selección de los árbitros, sino también a la habilitación de los partidos para participar y a la transparencia en el proceso. “Los venezolanos con nuestros aliados internacionales estamos en una coalición multilateral para lograr un acuerdo para unas elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas y así aproximar la solución a esta crisis”.
La ruta del oro
Julio Borges, comisionado para las relaciones exteriores del equipo de Guaidó, denunció la existencia de una ruta clandestina usada por el Gobierno de Maduro para intercambiar lingotes certificados de oro del Banco Central de Venezuela por euros en efectivo con el objeto de evadir las sanciones internacionales y financiar su Gobierno.
Esta operación, de acuerdo con “fuentes de inteligencia con año y medio de seguimiento”, llevaría el oro venezolano a Bamako, en Mali, donde sería recibido camino a los Emiratos Árabes Unidos. El dirigente opositor afirmó que el monto es de 1.000 millones de euros “que el dictador usa sin control”.
Borges, quien llamó “corrupto” a Maduro, denunció que con ese dinero del Estado venezolano el líder bolivariano “financia su dictadura y sus actividades ilegales” a espaldas “del sufrimiento y las privaciones del pueblo venezolano”. El dirigente político afirmó que el avión usado para estas operaciones es de procedencia rusa, de “una persona cercana a Vladimir Putin”.
Los vuelos, ocho en total, todos realizados bien entrada la noche, han sido articulados con Noor Capital, empresa vinculada a Alex Saab, el empresario colombiano que espera en Cabo Verde su extradición a Estados Unidos, donde es señalado de ser el testaferro de Maduro.
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