El Gobierno de Jair Bolsonaro ha concedido el estatus de refugio a los cinco integrantes del Ejército venezolano implicados en el incidente del pasado 22 de diciembre en un cuartel de Luepa.
En el suceso falleció un oficial y los cinco desertores fueron capturados en territorio brasileño.
El 22 de diciembre en la madrugada, una unidad militar del estado sureño de Bolívar, cercano a la frontera con Brasil, fue atacada y en el encuentro con las fuerzas de seguridad murió el soldado del Ejército Luis Caraballo Marcano, según informaron las autoridades venezolanas.
El ministro de Asuntos Exteriores del régimen de Venezuela, Jorge Arreaza, denunció «la insólita decisión del Gobierno de Brasil de dar condición de refugiados a los cinco terroristas confesos, responsables del asalto armado al 513 Batallón de Infantería de la Gran Sabana».
De acuerdo a los datos aportados por el régimen de Maduro, durante la ofensiva fueron hurtados 120 fusiles y nueve lanzagranadas RPG de manufactura rusa, la mayoría de los cuales la habrían recuperado posteriormente.
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