Maduro desesperado busca inversión de $180.000 millones para el sector petrolero

Ya Nicolás Maduro no haya qué ofrecer para incentivar la participación de inversionistas petroleros nacionales e internacionales, pese a que la solución es muy sencilla: elecciones libres y justas que permitan destrabar la crisis política del país y ayuden a construir un marco jurídico que atraiga una inversión de no menos de 180.000 millones de dólares al sector petrolero.

Chatarra ferrosa de la Corporación Venezolana de Guayana y de Pdvsa por recuperación de pozos; oro por ayudar a reparar las refinerías; petróleo por inversión; mejoras en la relación con las compañías contratistas y la promesa de seguridad jurídica de los inversionistas. Todo esto y más ofrecen Maduro y Tareck El Aissami a quienes quieran invertir en la recuperación de la actividad petrolera y ni aún así.

El País de España publicó esta semana una nota firmada por Alonso Moleiro, titulada: Maduro se vuelca en la búsqueda de inversores internacionales para reactivar la industria petrolera. De acuerdo con el análisis, Venezuela produce en estos momentos 400.000 barriles diarios y aspira a llegar a 800.000. 

Para lograr ese incremento, los sueños oficialistas se apoyan en la Ley Antibloqueo y en la aspiración de que el nuevo presidente de EE. UU., Joe Biden, levante las sanciones petroleras, según reportó el medio. 

De usarse el marco jurídico misterioso que ofrece la Ley Antibloqueo, entre otras medidas, se firmarán contratos entre privados y el Estado, sin que los venezolanos podamos saber su contenido o detalles.

Hasta ahora, socios ideológicos o de conveniencia, como China, Rusia, Turquía e Irán parecieran no querer poner en la mesa mucho más dinero en el sector petrolero. 

Los chinos, específicamente, hace rato se cansaron de la ineficiencia y corrupción, por lo que prefirieron recuperar el dinero prestado a Hugo Chávez en autobuses, cisternas, camiones militares y obras, en oro y animales exóticos que sacan de las zonas mineras del estado Bolívar.

De usarse el marco jurídico misterioso que ofrece la Ley Antibloqueo, entre otras medidas, se firmarán contratos entre privados y el Estado, sin que los venezolanos podamos saber su contenido o detalles

Los rusos no tienen tanto dinero como el que aparentan poseer. Los turcos cuidan sus relaciones con EE. UU., además pareciera que les basta con acceder al negocio del oro para satisfacerse. 

Los iraníes, a cuyo gobierno Maduro entregó 500 millones de dólares en oro para reparar las refinerías y traer combustible, lo mejor que han hecho es burlar los controles de EE. UU. para abastecer de gasolina a las estaciones de servicio de Venezuela, bueno, decirlo así es una exageración, porque en el interior del país sigue la escasez.

Empresarios privados, extranjeros y venezolanos, se inhiben de invertir por razones propias del sector petrolero internacional, como la caída de los precios del petróleo, pero también por temas relacionados con la coyuntura venezolana: inseguridad jurídica y las sanciones. Eso lleva a que Venezuela se ubique como unos de los territorios más complicados para invertir en petróleo y esperar un rápido y seguro retorno de la inversión. 

Un ejemplo inhibidor de las inversiones privadas petroleras lo observamos el 19 de enero, tras la sanción que la Ofac aplicó a los empresarios Alessandro Bazzoni, Philipp Apikian y Francisco D’Agostino y sus empresas, todos vinculados al comercio de petróleo desde y hacia Venezuela. Especialmente Bazzoni tomó un rol central en las operaciones petroleras venezolanas luego de la detención de Alex Saab, cuenta una fuente consultada. 

Empresarios privados, extranjeros y venezolanos, se inhiben de invertir por razones propias del sector petrolero internacional, como la caída de los precios del petróleo, pero también por temas relacionados con la coyuntura venezolana

Sin embargo, se conoce de empresas europeas que ya sacan cuentas para ver si se ofrecen las condiciones para invertir en el sector petrolero venezolano. Ellas esperan las garantías de la seguridad jurídica y un pronunciamiento de EE. UU. sobre la posibilidad de levantar las sanciones, que aparentemente no ocurrirá como lo esperan los oficialistas y sus aliados, pues Biden, junto a la Unión Europea, insistirán en las elecciones libres, pese a los gestos ansiosos de funcionarios oficialistas por ofrecer incienso, oro y mirra, con tal de lograr el reconocimiento de la nueva administración.

Podemos suponer, que en un mercado petrolero tan complicado como el actual, para que petroleros extranjeros decidan poner su dinero al servicio del incremento de la producción venezolana, deben ofrecerles condiciones que se pueden considerar desventajosas para el país, que llevarían, tal como se denuncia desde el año pasado, a dejar a Pdvsa como oficina administrativa, representante del Estado, y no como la corporación que lidera el sector en el país, dicta las pautas y representa a todos los venezolanos en esas negociaciones. 

Todas estas líneas dibujan un escenario complicado para Maduro, que busca la estabilidad económica para incrementar la posibilidad de mantenerse en el poder, sustentado por un aparataje civil y militar que necesita usufructuar unas mayores rentas del Estado.

NotiVeraz

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