Los vehículos hacen fila durante horas en las estaciones de gasolina de Caracas, donde las fallas en el suministro se replican de nuevo, sumándose al suplicio del interior del país.
En varias ciudades las colas para repostar crecen desde hace semanas, durando varios días en ocasiones. En las zonas fronterizas, el combustible escasea de forma constante.
En la mayoría de los lugares sólo se puede adquirir un tipo de gasolina: la de 91 octanos, cuyo precio es de apenas 0,00001 bolívares, un costo simbólico que en la mayor parte de las ocasiones ni siquiera se abona, precio que quedó establecido ras la reconversión monetaria de agosto de 2018, que le quitó cinco ceros a la moneda local.
Actualmente las personas cancelan con el billete que tengan a la mano, pues los de menor denominación 2, 5 y 10 bolívares, prácticamente están fuera de circulación y es más frecuente entregarlo como propina a los funcionarios, a pesar de que alcanzarían para pagar combustible durante un año.
Los conductores pueden esperar por una hora o dos en Caracas para surtir, pero en estados como Lara (oeste) o los fronterizos como Táchira, los usuarios llegan a dormir en las estaciones de servicio por la espera.
Las fallas en el suministro de combustible se han comenzado a sentir en la capital venezolana desde hace cuatro días y, de acuerdo con los operadores de las estaciones de servicio, a las gasolineras no llega combustible de 95 octanos desde el pasado 24 de diciembre.
Rafael Quiroz , experto petrolero señaló que la situación se debe a la disminución en el inventario de la empresa, y que una de las empresas que le vende gasolina a Venezuela, la rusa Rosneft, tiene dos entregas retrasadas debido al «invierno europeo» y las festividades navideñas.
La estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) no se ha pronunciado sobre las fallas.
NotiVeraz