Los bajos instintos de empresarios, artistas y miembros del alto mando militar del régimen de Nicolás Maduro están bajo la lupa de la Justicia tras revelarse sus presuntos nexos con una red de explotación sexual de menores que funcionaba en hoteles privados de Apure, estado fronterizo con Colombia. Un nuevo escándalo para el chavismo.
Jesús Rafael Suárez Chourio, quien acaba de dejar su cargo como jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Maduro para asumir como uno de sus diputados socialistas en la Asamblea Nacional, es uno de los mencionados en el caso, afirma la periodista Sebastiana Barráez en un artículo publicado en Frontera Viva.
Ahora su nombre aparece en la trama de esta red de explotación de jóvenes de entre 13 y 16 años que eran ofrecidas por catálogo a cambio de dólares, indica Barráez, quien también publica la información en Infobae.
El caso es investigado por el Ministerio Público mediante la fiscal octava Dianeth Mirabal, quien junto a una fiscal nacional, ordenó al Comando Antiextorsión y Secuestro (Conas) diez allanamientos para establecer responsabilidades.
Rivalidad dentro del chavismo
Todo comenzó cuando una mujer ingresó por error a una aplicación dedicada a promocionar el negocio del sexo con menores de edad. En ella descubrió una conversación donde “una proxeneta” proponía a su nieta participar del negocio detallándole “cuánto pagarían los clientes, quiénes eran, dónde la buscarían y a qué lugares irían”,
Tras el hallazgo, los padres de la adolescente hicieron la denuncia. Según el medio, «el hecho quizás no hubiera pasado a mayores, hasta que comenzaron a surgir nombres de militares y empresarios. Uno de ellos, muy cercano al general en jefe Jesús Rafael Suárez Chourio”.
Librarse de la investigación luce complicado para el uniformado. Sus influencias en el chavismo son repelidas por el exvicepresidente de Hugo Chávez, el coronel Ramón Carrizalez, quien en este momento es el gobernador del estado Apure, lugar donde se descubrió la red. Carrizalez ha prometido llevar las averiguaciones hasta sus últimas consecuencias.
Ellos son rivales del mismo bando. Aunque los dos militan del lado del régimen, Carrizalez libra “una silenciosa lucha de poder desde que Suárez Chourio se instaló en San Fernando de Apure (capital del estado), meses antes de la campaña electoral, haciendo gala de lujos, escoltas y relaciones con militares, ganaderos, hacendados y empresarios de la región”, señala Infobae.
La promesa de Carrizalez no ha quedado en palabras. Ya hay dos detenidos. José Luis Milano Lavado, conocido como «Fefe», y Athahualpa José Tirado, han sido los primeros aprehendidos. Por su parte, el Conas se encuentra ahora tras José Luis Pérez, alias «Tata», encargado de contactar a las menores, apunta El Pitazo.
Nexos con “el negro Chourio”
José Luis Milano Lavado es dueño de una reconocida licorería de San Fernando, situada en la avenida Carabobo, mientras que Athahualpa Tirado es un joven de 21 años, hijo de una funcionaria de los tribunales. Según Infobae, ambos participaron en una fiesta donde estuvo presente el militar que fue mano derecha de Chávez.
Mientras la investigación se desarrolla, el medio puntualiza que “uno de los investigados estuvo involucrado con anteriores gobernadores y sus arcas florecieron con la revolución bolivariana” y además, divulga que “la casa donde actualmente está viviendo el general Suárez Chourio, en la calle Boca de Guerra, municipio Biruaca, diagonal al motel El Bosque, pertenece a ese personaje”.
Con antecedentes desfavorables
Esta no es la primera vez que Chourio se ve relacionado con lo ilícito. Él ha sido sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Entre los cargos, hay penalizaciones de carácter económico e individual.
Panamá lo califica de “alto riesgo” por blanqueo de capitales y financiamiento, tanto del terrorismo como de proliferación de armas de destrucción masiva. Por su parte, la Unión Europea le prohibió ingresar al territorio comunitario y congeló sus bienes. Y Suiza lo sancionó “por violar los derechos humanos y socavar el estado de derecho y las instituciones democráticas”.
Mientras tanto, será el Tribunal Primero de primera instancia de Violencia contra la Mujer el que dictaminará si Milano Lavado y Tirado se mantienen detenidos. El Tribunal de primera instancia en funciones de control con competencia en Responsabilidad Penal de Niños ratificó además la medida privativa de libertad por trata de personas para una menor de edad involucrada en este caso, quien sería la encargada de convencer a las jovencitas para formar parte de esta red delictiva.
Al estilo Jeffrey Epstein
El caso de esta red en Apure repite el modus operandi del conocido banquero de New York, Jeffrey Epstein, quien permanece en los titulares por la red de explotación de menores que manejó en su mansión en Palm Beach, Florida, adonde llegaban adolescentes atraídas con la excusa de un pago por masajes, recuerda La Tercera.
En el llano venezolano, las jóvenes fueron “manipuladas a cambio de atractivas ofertas de dinero para adquirir un celular lujoso, ropa y carteras de marca, cadenas y anillos de oro y eran llevadas a tener sexo con algunos hombres prominentes de la zona y militares con poder”, sostiene Infobae.
Aquellas que decidieran abandonar el intercambio de sexo por dinero eran chantajeadas con la difusión de sus videos íntimos en redes o la entrega de estos a sus padres.
Las más vulnerables
Las adolescentes eran captadas por mujeres jóvenes, pero de mayor edad. Aunque la “red de prostitución funcionaba desde hace años, lo hacía con jóvenes mayores de 18 años, pero desde hace tiempo cambiaron a adolescentes, porque muchos depravados prefieren casi niñas y niños, que son más rentables, más fáciles de explotar y más vulnerables”, revela el medio.
Una de las jóvenes explotadas declaró que “desde hace tiempo una mujer que se hizo llamar Samir llamó a varias estudiantes para proponerles ingresar a esa red”.
Pero en este negocio eran “las proxenetas” quienes llenaban sus bolsillos con 3000 a 4000 dólares y por tener “sexo con los viejos» sólo pagan «50 o 100 dólares”.
NotiVeraz