Apure es la guarida estratégica para disidentes de las FARC

No resulta extraño el informe de la Policía Nacional de Colombia con relación a que el Iván Márquez, Jesús Santrich y alías “El Paisa” están refugiados en Apure, en colaboración con la Guardia Nacional y el Ejército Bolivariano.

Venezuela se ha convertido en territorio clave para que los disidentes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se reagrupen y reconsoliden.

Y es que precisamente el estado Apure, por su ubicación geográfica se ha convertido en un lugar estratégico.

Para recuperar los corredores de narcotráfico claves y lugares para huir de la presión de las fuerzas de seguridad colombianas.

Para Ronal Rodríguez, internacionalista e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario en Colombia las disidencias también aseguran en Venezuela su control de economías criminales.

«Las ex-FARC aseguran su control económico mediante el reclutamiento de venezolanos en situación de pobreza en la región fronteriza con Colombia», describe Rodríguez.

Territorio clave

El estado Apure, además ha sido históricamente un territorio para realizar adiestramiento militar y reabastecer el arsenal de guerra de las FARC.

Y tras el Acuerdo de Paz en Colombia, sigue cumpliendo siendo clave para los desertores del proceso de paz.

A quienes ven allí un salvavidas económico y refugio para reagruparse y reconsolidar sus fuerzas.

Venezuela desempeñó un rol importante en la realización del acuerdo de paz firmado en 2016 entre Colombia y las FARC, como uno de los cinco países garantes del proceso.

Sin embargo, la crisis política y económica de la administración Maduro ha llevado a su beneplácito del refugio de disidentes de las FARC que se negaron a participar de la desmovilización.

Con su silencio ha permitido que esas disidencias, inicialmente dispersas y desorganizadas, se hayan reagrupado y crecido en número.

Con el beneplácito de Maduro

El análisis permite concluir que el débil control de la Administración Maduro en el territorio venezolano y la criminalización de sus fuerzas de seguridad han facilitado la presencia de disidentes de las FARC.

Y es bajo esas condiciones que Iván Márquez, Jesús Santrich y alías “El Paisa” se sienten cómodos y «a sus anchas» y en un espacio donde pueden operar sin dificultad.

Por esos se esconden en Apure y no se descarte que también lo hagan en Zulia, Mérida, Táchira, Apure, Guárico, Bolívar y Amazonas.

Recientemente la ONG venezolana, Fundación Redes, identificó seis movimientos conformados por exguerrilleros de las FARC con operaciones en Venezuela.

«Su presencia ha sido documentada al menos en siete de los 24 estados venezolanos: Zulia, Mérida, Táchira, Apure, Guárico, Bolívar y Amazonas», describió la ONG.

De ellos, se cree que el frente 33 está extendiendo su control en el país.

Porque, además, las vastas selvas del Amazonas revisten importancia estratégica como corredor de narcotráfico y escondite.

Es así como la relación entre el país y las disidencias de las FARC se hace cada vez más estrecha.

Además, se cree que los insurgentes de las ex-FARC son miembros influyentes de movimientos armados venezolanos, en especial el “colectivo de seguridad fronteriza”.

Movimiento que cobró notoriedad en el bloqueo a la ayuda humanitaria al país en febrero de 2019.

«No es sorpresa saber que Venezuela es un refugio para los terroristas, no solo de las FARC, sino de otros movimientos guerrilleros que ven en ese territorio el espacio idóneo para recomponer sus estructuras y planear sus ataques», explica a manera de conclusión Andrés Villota, analista económico e internacional.

NotiVeraz

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