«Si ya era bastante opaca y compleja la situación de Venezuela, lo ocurrido en estos primeros días del 2021 ha logrado darles aún más fuerza a ambos calificativos». Así comienza el editorial del diario El Tiempo de Bogotá, donde asevera que tras la toma de posesión de la Asamblea Nacional elegida el 6 de diciembre, este 5 de enero es uno de los días más oscuros para el país.
Señala que la instalación de la AN chavista se produjo pese «al muy cuestionado proceso electoral que antecedió a su conformación».
Sostiene que el discurso del ahora presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, es «más hostil que conciliador». Y, de hecho, cita el punto central de las palabras del diputado. “Reconciliación, sí, pero sin amnesia; perdón, sí, pero sin olvido. Hay crímenes que no pueden ser perdonados, hay crímenes que deben ser pagados”.
Para El Tiempo, «de esta manera, el chavismo asume el control de la única instancia del poder que no estaba bajo su dominio».
Destaca que ahora, el chavismo ya no tiene quien «ejerza algún control –por lo menos simbólico– sobre sus acciones». En consecuencia, «cada vez es más claro que en el país vecino se encuentra bajo una dictadura».
El Tiempo menciona a Juan Guaidó y su «evento simbólico virtual de instalación de una asamblea paralela». Resalta que el mismo es «para así conservar su actual condición de presidente del Legislativo». Y también, «como consecuencia de ello, encargado del país».
Subraya «la molestia entre sus antiguos aliados por haber sido excluidos del pequeño equipo que conformará este cuerpo colegiado alternativo».
Igualmente, afirma que «Guaidó vive días muy difíciles. Por un lado está el hecho de que a ojos del régimen ha perdido su condición de parlamentario y con ella la inmunidad».
Alerta de que «ahora es mayor el riesgo de que la justicia … controlada por la revolución bolivariana, ponga sus ojos en él».
Igualmente, menciona el cambio de presidente en Estados Unidos. «Bajo el mandato de Donald Trump lo había reconocido y respaldado. Es una incógnita qué postura asumirá su sucesor, Joe Biden».
Denuncias del Post
El editorial también se refiere a «las serias denuncias que publicó el pasado fin de semana The Washington Post». Esto «sobre manejos irregulares de los activos pertenecientes al Estado venezolano, hoy bajo control de su gobierno interino».
«Como si todo lo anterior fuera poco, acudir a la calle, a protestas masivas, como lo había previsto, no es factible puesto que Venezuela también atraviesa por estos días un nuevo pico de la pandemia».
«Con todo, en medio de la desazón y el pesimismo obvio al observar este panorama tan opuesto al deseado, esto es, uno en el que pueda haber diálogo entre las diferentes fuerzas para lograr trazar de manera conjunta un camino de salida a la crisis, brilla un tenue rayo de luz. Lo alimenta la posibilidad de que un nuevo escenario a nivel internacional logre el milagro de impulsar cambios que favorezcan ante todo a un pueblo que harto ha sufrido ya.
Quizás, ojalá, tenga asidero el lugar común que augura la salida del sol cuando más oscura se pone la noche», finaliza el escrito.
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