El consejero delegado de la firma de jamones Cárnicas Joselito, Juan Luis Gómez, desveló en mayo de 2015 a varios empresarios que había invertido más de 2,5 millones de euros en un bono soberano de Venezuela que le reportaría un beneficio de más de 300 millones, actuando como «testaferro» del número 2 del régimen chavista, Diosdado Cabello.
El propio Juan Luis Gómez explicó los detalles de la operación en la grabación que ha difundido OKDIARIO, en la que aseguró que también estaban implicados en el negocio los dos últimos presidentes del Banco Central de Venezuela (BCV), Eudomar Tovar y Nelson Merentes: «La operación sale en 10 o 12 días, esta semana que entra no, la siguiente. Y luego se va a tardar mes y medio, o dos meses, para que el dinero lo podamos disponer (…) La operación está toda terminada, está todo. Ana ya la tiene firmada», añadió en alusión a la abogada española que le había asesorado en la negociación.
OKDIARIO ha tenido acceso a decenas de documentos, mensajes y grabaciones que acreditan la participación del consejero delegado y copropietario de Cárnicas Joselito, la más conocida firma española de jamones e ibéricos, en el pelotazo del bono venezolano.
Acuciado por los problemas económicos, Gómez otorgó al empresario canario Martín Jerónimo Hernández una opción de compra sobre 66 de las 88 viviendas de lujo del complejo Doncella Beach, construido en Estepona (Málaga) por una de las filiales del grupo Cárnicas Joselito, Promociones Urbanas La Glorieta SL. El contrato de la opción de compra fue firmado el 9 de julio de 2013 en Guijuelo (Salamanca), tal como acredita el siguiente documento:
Alertado por un intermediario, Juan Luis Gómez no tardó en descubrir que el empresario canario le había engañado: el supuesto fondo de inversión de Bahréin no existía. Martín Hernández sólo pretendía revender el aval de 250.000 euros que el consejero delegado de Cárnicas Joselito le había extendido, para invertirlo en un negocio millonario: actuar como testaferro de Diosdado Cabello y otros dirigentes chavistas en un bono de deuda soberana de Venezuela.
Juan Luis Gómez viajó a Barcelona el 15 de septiembre de 2013 junto a Martín Hernández, para conocer a la mujer venezolana Rosario de la Verónica Álvarez Álvarez, que estaba en posesión del bono soberano. Verónica residía en ese momento en Tarrasa (Barcelona) junto a su marido, Hansy Araos, y se hacía llamar Gabriela.
Tras cerrar el acuerdo, Juan Luis Gómez, la abogada española que le asesoraba, Martín Hernández y un intermediario viajaron a Hong Kong el 17 de septiembre de 2013 en un vuelo de la compañía Qatar Airways. Allí se reunió con ellos, unos días más tarde, el empresario Albert Gozlan, quien aparecía como titular del bono venezolano y debía firmarlo el 15 de octubre de 2013 en una entidad financiera china. Gozlan se gana la vida impartiendo charlas esotéricas sobre la Cábala por Youtube, donde tiene más de 235.000 seguidores.
Pero no tardaron en surgir las desavenencias entre los miembros del grupo de inversores españoles. Juan Luis Gómez y Verónica Álvarez (que permanecía en Barcelona) decidieron apartar del negocio a Gozlan, para evitar repartir con él los beneficios: le dijeron que las autoridades venezolanas exigían nuevos documentos (como una traducción jurada de las escrituras de su sociedad), por lo que se vio obligado a regresar a España.
Verónica Álvarez se encargaría de negociar con los dirigentes chavistas para que el bono fuera adjudicado a otra sociedad, Paltel Business SL, constituida el 13 de noviembre de 2006 en Palencia y en la que aparece como socia única la abogada que asesoraba a Juan Luis Gómez. Todo ello obligó a posponer varios meses la firma del bono.
Los socios españoles abandonaron Hong Kong el 23 de octubre, en el vuelo QR 813 de la compañía Qatar Airways, que hizo escala en Doha, antes de aterrizar en Barcelona. Esta es la tarjeta de embarque de uno de los miembros del grupo en aquel vuelo:
Tras regresar a España, Juan Luis Gómez envió al empresario canario Martín Jerónimo Hernández a Bucarest (Rumanía), donde permaneció varios meses custodiado por la familia de su socio rumano Petru Ciuciu, para evitar que hablara y destapara el millonario negocio, a cambio de garantizarle una participación en los beneficios.
Por su parte, Juan Luis Gómez y la abogada que le asesoraba viajaron primero a Ginebra (Suiza), donde tenían intención de abrir varias cuentas y alquilar una caja de seguridad, y luego a Manchester, donde se reunieron en un hotel con Verónica Álvarez y su primer marido, Brixio Jiménez, quien decía ser sobrino del entonces presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Eudomar Tovar. «Ya ha llegado el sobrino del presidente del BCV, Eudomar Tovar», explicó luego Gómez a sus socios españoles, «me han pedido que ponga un millón de euros para bajar el bono. Sólo he podido poner 400.000. Esta gente es peligrosa», apostilló.
Para atender las exigencias planteadas por los representantes de los dirigentes chavistas, Juan Luis Gómez realizó entre el 16 de septiembre (el día antes de volar a Hong Kong) y el 28 de octubre de 2013 cinco transferencias, por un importe total de 691.854 euros, a una cuenta abierta en una cuenta de CaixaBank en Tarrasa (Barcelona) a nombre de Verónica Álvarez.
Con el fin de maquillar estos pagos, Juan Luis Gómez firmó el 20 de diciembre de 2013 en Madrid un contrato ficticio de préstamo en el que hizo constar que había entregado a Verónica Álvarez la suma de 691.854 euros, tomando fondos de su compañía Cárnicas Joselito.
Pese a que durante el viaje a Hong Kong se había visto excluido del negocio, a principios de 2014 Albert Gozman logró reunir 190.000 euros, que abonó a Verónica Álvarez mediante dos transferencias, para participar en el bono de deuda de Venezuela.
Gozlan realizó la primera transferencia el 24 de enero de 2014, por importe de 80.000 euros, desde una cuenta del HSBC cuyo titular es la sociedad Kisa Importaciones SA de CV, que actualmente está investigada por recibir contratos de la sanidad pública de México sin prestar ningún servicio a cambio.
La segunda transferencia, por importe de 110.000 euros, se realizó desde una cuenta bancaria de la sociedad Reptech Medical SA de CV, que Gozlan utiliza para cobrar las charlas sobre la Cábala que imparte durante sus visitas a México.
El consejero delegado de Cárnicas Joselito, Juan Luis Gómez, viajó de nuevo a Hong Kong en la primavera de 2014, mientras se prolongaba la negociación del bono venezolano. Esta vez estuvo acompañado por la citada abogada y por el primer marido de Verónica Álvarez, Brixio Jiménez. El empresario de los jamones se encargó de pagar todos sus gastos de alojamiento (a más de 400 euros por noche de hotel).
Brixio Jiménez alegó en mayo de 2014 que debía viajar urgentemente a Houston para visitar a un familiar que iba a someterse a una intervención médica a vida o muerte. Juan Luis Gómez le pagó un billete de ida y vuelta de la compañía United Airlines para que el venezolano pudiera viajar a Houston y regresar, unos días después, a Hong Kong.
Sin embargo, Brixio Jiménez nunca llegó a usar el billete de regreso a Hong Kong. Como ha informado OKDIARIO, el supuesto sobrino del presidente del Banco Central de Venezuela (BCV) se ha instalado en la población de Katy (Texas), donde su mujer, Taína Corso, ha montado un centro de estética.
Durante su tercer viaje a Hong Kong, el 22 de septiembre de 2014, el consejero delegado de Cárnicas Joselito anunció a sus socios españoles: «Al final se ha conseguido firmar en el banco; ya sólo queda hacer los trámites para ir cobrando el dinero que se irá recibiendo dentro de 18 meses».
No contento con ello, decidió embarcarse en la negociación para participar en un segundo bono como testaferro de Diosdado Cabello (buscado por la Justicia de EEUU por sus vínculos con el narcotráfico) y otros dirigentes chavistas. Desde Hong Kong, Juan Luis Gómez dirigió una carta al nuevo presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, el 8 de octubre de 2014, en la que le confirmó su interés por invertir en un segundo bono y se comprometió a guardar la máxima «confidencialidad» sobre la operación financiera.
Para conseguir este objetivo, a lo largo de 2014 Juan Luis Gómez realizó al menos otras cuatro transferencias, por un importe que suma 445.000 euros, a la cuenta de Verónica Álvarez en CaixaBank para atender las exigencias de los dirigentes chavistas que ella le transmitía.
Con el fin de dar cobertura a estos pagos, Juan Luis Gómez y Verónica Álvarez firmaron el 16 de octubre de 2014 en Jerez de los Caballeros (donde tiene su sede otra empresa del grupo Joselito, Campo Jerez SL), un «anexo» al contrato de préstamo que habían rubricado anteriormente.
La negociación del segundo bono llevó al consejero delegado de Cárnicas Joselito a viajar a Venezuela, donde permaneció durante casi dos meses, desde el 4 de marzo al 30 de abril de 2015. Desde allí, envió varios mensajes en los que informaba a sus socios españoles de que los altos cargos chavistas exigían más dinero para cerrar el negocio: «Esto no me gusta, quieren ahora más dinero. Dicen que 50.000€ más para unos timbres que necesitan. La única garantía es pagar y esperar. Yo ya no puedo pagar más».
Tras regresar a España, en mayo de 2015, Juan Luis Gómez se reunió con un empresario de Salamanca, al que pidió un préstamo de 20.000 euros para participar en el negocio del segundo bono. «Yo te puedo decir que voy a cobrar 300 millones de la primera [operación]. Lo que se hace es de testaferro», explicó Gómez a su interlocutor, como muestra la grabación publicada en exclusiva por OKDIARIO.
Respecto a los altos cargos chavistas implicados, añadió lo siguiente: «Ellos van a cobrar cualquier puta salvajería. Lo que quieren es irse de allí porque les van a matar. Este tío lo que quiere es largarse», añadió en alusión a Nelson Merentes
En la conversación, Juan Luis Gómez aseguró que durante su estancia en Venezuela la abogada que le acompañaba se había reunido con Diosdado Cabello y Nelson Merentes. Sin embargo, en declaraciones a OKDIARIO, la abogada niega este extremo: asegura que ella nunca llegó a pisar Venezuela y que allí Juan Luis Gómez sólo fue recibido por una mujer que decía ser la asistente personal de Merentes.
Siguiendo las instrucciones de Juan Luis Gómez, el empresario de Salamanca realizó en mayo de 2015 dos transferencias a la cuenta 635872*** del JP Morgan Chase Bank: una por importe 13.000 euros (aportados por el propio dueño de Cárnicas Joselito) y otra de 20.000 euros. Ambas transferencias se efectuaron haciendo constar el concepto falso de «pago préstamo».
La titular de la cuenta del JP Morgan a la que se transfirieron estos fondos es la sociedad Printmatic Inc, que tiene su sede en la población de Cheyenne, en el estado norteamericano de Wyoming. Printmatic Inc está presidida por el ciudadano argentino residente en EEUU Óscar Rubén Ciccone.
Óscar Ciccone es un director teatral jubilado, que en los años 70 se instaló en EEUU, donde creó el Festival Latino de Nueva York y fundó la compañía Teatro 4, que visitó La Habana en su primera gira en el extranjero. Ciccone fue señalado como colaborador del servicio de inteligencia castrista por un militar cubano, el capitán Jesús Raúl Pérez Méndez, que en julio de 1983 desertó y se entregó a las autoridades de EEUU, según un informe publicado en 1993 por el historiador cubano Antonio de la Cova.
Óscar Rubén Ciccone reside actualmente en Ormond Beach (Florida), donde es socio de Verónica Álvarez Álvarez y su actual marido, Hansy Araos, en dos empresas: Las Américas Properties LLC (constituida el 20 de agosto de 2014 en Deltona, Florida, mientras se desarrollaba la negociación del bono venezolano) y Eurasia Holding Group LLC (que había sido constituida el 20 de septiembre de 2012).
A lo largo de 2015, Juan Luis Gómez realizó numerosos viajes a Hong Kong y Singapur, donde se trasladó finalmente la negociación del segundo bono venezolano. Desde allí, anunció el 30 de enero de 2016 a uno de sus socios españoles: «Estamos pendientes de un certificado Euroclear, el dinero lo ha puesto [Diosdado] Cabello, que es el que ha tomado las riendas. Se nota que es militar, mucho más serio». Euroclear es una entidad con sede en Bélgica que se dedica a la liquidación de transacciones de valores y a la custodia de dichos activos.
Sin embargo, el 30 de marzo de 2016, Juan Luis Gómez aseguró a uno de sus socios, que esperaba noticias desde España, que toda la operación se había ido al traste: «Ana ha ido al banco con la cita y no sabían nada, no conocían a la persona que tenía que firmar, han llamado a la Policía. Ésta ha enseñado todos los escritos que llevaba y ha quedado que ordenaba todo y lo presentaba en uno o dos días».
En declaraciones a OKDIARIO, el consejero delegado de Cárnicas Joselito sostiene que ha sido víctima de «una estafa», pero ha evitado denunciarla ante los tribunales. Sin embargo, sus socios se muestran convencidos de que Juan Luis Gómez sí logró cobrar, al menos, los beneficios del primer bono, ya que ha descartado vender el complejo de lujo Doncella Beach de Estepona (Málaga) y ha relanzado a nivel internacional el buque insignia del conglomerado familiar de empresas, Cárnicas Joselito.