La gran cantidad de venezolanos que huyen del país a través de pasos ilegales, además de los riesgos ya continuos, enfrentan la posibilidad de ser secuestrados por las mafias del tráfico de órganos.
Esto se evidenció la semana pasada con el rescate de un hombre que estuvo secuestrado durante 7 días en la guajira venezolana. «Además del contrabando de armas, gasolinas, alimentos y drogas, existe el tráfico de personas. Su fin último es la venta de órganos humanos», publicó El Heraldo.
El hombre rescatado contó que salió de Cabimas, estado Zulia con la intención de llegar a Colombia, pasando por las trochas. Pero, dijo que cayó en manos “de grupos irregulares que operan en la frontera. Se dedican a la trata de personas, para la venta de órganos humanos”.
La situación disparó las alarmas entre los grupos e instituciones en Colombia. Ellos siguen de cerca el fenómeno de la migración venezolana. La razón es que las personas ponen en riesgo sus vidas.
Según fuentes de Migración Colombia, aproximadamente unos 600 venezolanos cruzan cada día las trochas.
“Los llamados caminantes están pasando por las trochas y sabemos que son más los que vienen en camino. Esto dentro de un mes podría cambiar radicalmente el panorama actual de los migrantes en el país”, dijo la fuente.Anuncios
En julio de 2018 hubo un hecho que dejó en evidencia el posible tráfico de órganos. En ese momento, la ONG Fundaredes denunció ante la Fiscalía la operación. Habló de una red que tiene como radio de acción la zona de frontera. Sus víctimas son parte de los indígenas Yukpa. “Estarían matando a indígenas para extraer sus órganos en centros clandestinos”, contenía la denuncia.
Alerta de la Defensoría
Actualmente, el escenario en el municipio de Maicao configura, según la Defensoría del Pueblo, “un riesgo alto”. Se vienen presentado una serie de hechos vulneratorios por parte de grupos armados ilegales. Ellas generan mayor amenaza para la población civil. Todo debido a las acciones bélicas de control en los pasos fronterizos irregulares.
“Las acciones violentas se encaminan a la imposición de un orden social en los territorios focalizados a partir de amenazas en contra de la vida e integridad física de las personas, homicidios, secuestros, extorsiones, violencia basada en género, enfrentamientos con interposición de la población civil, desplazamiento forzado y reclutamiento forzado y/o uso o utilización de niños, niñas y adolescentes para el desarrollo de economías ilegales”, señala la entidad en su alerta temprana emitida solo para el municipio de Maicao.
Ese tipo de violencia, de acuerdo con la Defensoría, la estarían ejerciendo grupos de delincuencia organizada transnacional autodenominados ‘Pranes’, que son expresidiarios venezolanos que mantenían el control en el interior de las cárceles de ese país, a través del uso de la violencia. También controlaban el microtráfico de estupefacientes y tráfico de armas en el interior de las penitenciarías.
“Dentro de los grupos de delincuencia transnacional identificados, se encuentran aquellos que buscan controlar los pasos irregulares o trochas, que son reconocidos como corredores de movilidad estratégicos y que históricamente han sido utilizados para el tránsito de personas y mercancías que entran a Colombia sin pago de impuestos”, describe la alerta.
El escenario de riesgo hacia la zona de frontera se viene “agudizando progresivamente”, ya que estos grupos armados que operan en las trochas, además de mantener el control socio-territorial en el lado colombiano, también lo hacen en el lado venezolano, donde –además– han generado desplazamientos masivos de las poblaciones que se encuentran asentadas en varios puntos de la frontera.
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