A dos semanas del último deceso, la organización Prepara Familia informó sobre el fallecimiento de otra niña del hospital J. M. de los Ríos, Wilmary Hernández, paciente de 7 años de edad con leucemia linfoblástica aguda que tenía un año en el servicio de Hematología, sumando en lo que va de 2021 al menos 20 niños fallecidos en ese centro de salud, la mayoría a la espera de un trasplante de riñón o de médula ósea.
El 13 abril, la ONG Prepara Familia reportó el fallecimiento del adolescente Eliézer Aleta (15 años). En ese momento lo identificaron como el cuarto paciente del servicio de Hematología del J. M. de los Ríos que murió en 2021 y, para finales de ese mismo mes notificaron la muerte de César Molina (10 años). Luego se le sumaron Dave Figuera (1 año), que murió en junio, y Briana Chirinos (6 años), en julio.
En paralelo, la organización ha informado la muerte de 12 pacientes del servicio de Nefrología en lo que va de año. Se trata de Daniel León, de 13 años de edad; Jeandel Silva, de 14 años; Eugenia García, de 12 años; Niurka Camacho, de 15 años; Elián Graterol, de 2 años, Jhonjanyerlis Camejo, de 8 años; Elio Bravo, de 16 años, Anastasia Delgado, de 8 años; Samira Oyer, de 5 meses de edad; Elvis Hernández, de 10 años; Winder Rangel, de 11 años; Jeannys Herrera, de 9 años.
En mayo, las madres y mujeres cuidadoras de los pacientes del J. M. de los Ríos hicieron la primera protesta para denunciar la muerte de niños, niñas y adolescentes de los servicios de Hematología y Nefrología. En ese momento, denunciaban cinco decesos en solo 15 días. Cuatro meses después, la cifra superó los 20 fallecimientos, muchos de ellos a la espera de un trasplante de riñón o médula ósea. Y, pese a que volvieron a manifestar el pasado 17 de agosto, siguen sin tener respuestas por parte del Estado.
¿Qué piden?
El sistema de procura de la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), institución adscrita al Ministerio de Salud, encargada de velar por los trasplantes de los pacientes, cumplió cuatro años paralizado desde el último registro de actividad, en junio de 2017. Esto ha implicado que muchos pacientes empeoren su situación de salud, aunado a la deficiencia hospitalaria.
De acuerdo con cálculos de la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (ONTV), que estuvo a cargo de los trasplantes hasta 2014, antes de la creación de Fundavene, por lo menos 150 niños, niñas y adolescentes pudieran haber recibido un trasplante si la procura de órganos siguiera activa. Ante esto, se ha activado la campaña #ReactivenLosTrasplantes en las redes sociales para llamar la atención de las autoridades sanitarias del país.
En el caso de los pacientes que requieren un trasplante de riñón o de hígado —proveniente de donantes fallecidos— la ONTV emitió un comunicado el pasado 20 de agosto en el que resalta su disposición para conversar con dirigentes nacionales e internacionales para habilitar un centro piloto en el que se reactiven los trasplantes.
Fuente: Crónica Uno
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